Pocos días después de tomar posesión de su cargo el 17 de septiembre, el nuevo primer ministro japonés Yukio Hatoyama voló a Nueva York para participar en la sesión ordinaria de la Asamblea General de las NNUU. También bajo los auspicios de las NNUU se celebró una Cumbre sobre el Cambio Climático (22 de septiembre) y una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad, presidida por el presidente Barack Obama, para impulsar un nuevo marco de cooperación y diálogo que permita frenar la proliferación y favorecer el desarme nuclear (24 de septiembre). Obama lanzó un firme mensaje a favor de la cooperación en una sociedad internacional basada en el multilateralismo. En Nueva York, Yukio Hatoyama tuvo una excelente oportunidad para mantener sus primeros contactos diplomáticos con los principales líderes mundiales como Barack Obama y Hu Jintao. Allí se reunió también por primera vea con Lee Myung-bak.
La tradicional alianza político-militar entra Japón y Estados Unidos ha constituido el eje básico de la política exterior japonesa. Esta alianza ha asegurado una cierta estabilidad geoestratégica en Asia Oriental durante más de medio siglo. Sin embargo, Yukio Hatoyama ya anunció en el manifiesto electoral del Partido Democrático de Japón (PDJ), la voluntad de reequilibrar las relaciones políticas con EEUU e incluso hizo hincapié en una posible revisión del status de las tropas estadounidenses asentadas en suelo japonés. Asimismo, defendió el propósito de mejorar las relaciones con China y con otros países del este y sudeste asiático. China ya se ha convertido en el primer socio comercial de Japón y no paran de crecer las relaciones económicas con otros países como Corea del Sur, Taiwán, Vietnam, Malasia, etc.
Merece recordar la gran repercusión del artículo que Yukio Hatoyama publicó el 27 de agosto, solo tres días antes de su amplio triunfo en las elecciones legislativas del 30 de agosto, en el New York Times. Hatoyama subrayó que el pacto de seguridad entre Japón y Estados Unidos continuará siendo la piedra angular de la política diplomática japonesa. Pero, al mismo tiempo, recordaba la identidad del Japón como nación situada en Asia. Defendió la futura creación de una “Comunidad de Asia Oriental”, con un marco institucional que permita canalizar y reforzar la creciente cooperación e interdependencia económica entre los países de la región. Recuerda que la ASEAN, Japón, China, Hong-Kong, Corea del Sur y Taiwán ya suman la cuarta parte del PIB mundial. Hatoyama fue más allá al manifestar la aspiración de avanzar hacia la integración monetaria regional con el establecimiento de una divisa asiática común. Pone la exitosa experiencia de la Comunidad Europea como ejemplo y vía para resolver y curar las los conflictos territoriales y las viejas heridas históricas existentes entre países vecinos.
La propuesta de establecer una Comunidad de Asia Oriental constituye un objetivo a largo plazo. A corto plazo, Japón, Corea del Sur y China precisan cooperar para dar respuesta a dos problemas más inmediatos: el primero, la crisis económica global que también afecta en mayor o menos medida a Asia Oriental y, el segundo, el conflicto norcoreano.
Yukio Hatoyama y Lee Myung-bak celebraron una cumbre bilateral en Seúl el 9 de octubre. La cuestión más urgente era el establecer una posición común frente a Corea del Norte. Acordaron mantenerse firmes en no enviar ayuda a Pyongyang mientras este no dé, más allá de las palabras, unos pasos concretos hacia su plena desnuclearización. No les ha sentado bien la decisión china de ofrecer una cuantiosa ayuda al Norte, haciendo caso omiso de las últimas resoluciones sancionadoras de NNUU, como mejor estrategia para lograr que aquel vuelva a las negociaciones multilaterales, paralizadas desde el pasado abril. Con motivo del 60º aniversario del establecimiento de las relaciones bilaterales entre China y Corea del Norte, el primer ministro chino Wen Jiabao visitó, del 4 al 6 de octubre, Pyongyang y firmó con Kim Jong Il varios acuerdos de cooperación económica y prometió enviarle una cuantiosa ayuda alimenticia y energética. Seúl observa con preocupación como Pekín va reforzando gradualmente una presencia e influencia económica que le permite acrecentar el control de los cuantiosos recursos naturales y energéticos del Norte.
El 7 de octubre, Yukio Hatoyama y Lee Myung-bak se reunieron con Wen Jiabao en Pekín, en el marco de la cumbre trilateral que se celebra anualmente entre Japón, Corea del Sur y China. El primer ministro chino informó sobre los resultados de su reciente encuentro con Kim Jong Il. Aquel valoró como muy positiva la disponibilidad norcoreana a reanudar las negociaciones multilaterales. Sin embargo, Tokio y Seúl están abiertos a la negociación pero mantienen sus dudas sobre las verdaderas intenciones norcoreanas. Siguen existiendo unas posiciones e intereses no coincidentes en las relaciones con Pyongyang. El conflicto norcoreano seguirá dificultando, mientras no se resuelva positivamente, las relaciones políticas en Asia Oriental. En cambio, sí existe un claro consenso para explorar nuevas vías para reforzar las relaciones comerciales y culturales. Se acordó realizar un estudio sobre la viabilidad de un posible acuerdo de libre comercio o FTA entre los tres países. Otro importante acuerdo alcanzado fue el “Campus Asia”, un programa parecido al Programa Erasmus de la UE, que permitirá el intercambio de estudiantes entre las universidades de Japón, Corea del Sur y China.
Como podemos comprobar la actividad diplomática en Asia Oriental se muestra muy activa estos últimos meses. Y se acelerará aún más en noviembre, mes en que se celebrarán varias cumbres regionales (ASEAN, ASEAN-EEUU. APEC) y bilaterales, todas ellas al más alto nivel diplomático Coincidiendo con la primera gira oficial que el presidente Barack Obama realizará por Asia, que tendrá lugar del 12 al 19 de noviembre. Obama visitará Japón los días 12 y 13 y se reunirá con Yukio Hatoyama por segunda vez para tratar cuestiones tan delicadas como la situación de la presencia militar estadounidense en el archipiélago nipón. Del 13 al 15 estará en Singapur donde asistirá a la cumbre de APEC y también celebrará una primera cumbre ASEAN-EEUU. Del 15 al 18 visitará China. Finalmente, el 18 y 19 irá a Corea del Sur con tres temas en la agenda: el conflicto norcoreano, el repaso de la alianza militar con Seúl y la ratificación, aún pendiente, del KORUS FTA firmado en 2007.
Como se puede ver, Barack Obama estará 4 días en China y solo dos en Japón y en Corea del Sur. El diálogo y las relaciones bilaterales con China constituyen, por razones políticas y económicas, una gran prioridad y ocuparán un lugar clave en el nuevo orden mundial en construcción.