«Doing business» es más difícil en China

In Análisis, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

El primer ministro Li Keqiang viajó otra vez del 10 al 17 de octubre a Europa. Estuvo en Alemania, Rusia e Italia. En Berlín y Roma volvió a lanzar, como ya hizo el en la sesión de verano del Foro Económico Mundial celebrada el 10 de septiembre en Tianjin, un mensaje de confianza a los inversores y directivos de empresas multinacionales que operan en China. Entonces ya enfatizó que “las puertas de China siguen abiertas a las inversiones extranjeras y no se cerrarán jamás” y reafirmó la voluntad de asentar un entorno favorable a la libre empresa.

Li Keqiang pretende apaciguar la creciente inquietud de las empresas extranjeras, principalmente a las estadounidenses, europeas y japonesas que consideran que vigente la legislación antimonopolio china se esta aplicando últimamente de forma arbitraria, abusiva o sesgada. En julio, las inversiones extranjeras en China sumaron 7.810 millones $, la cifra más baja en los últimos dos años. Las europeas y estadounidenses cayeron un 18% en el primer semestre de 2014 en comparación con el mismo periodo de 2013. Las japonesas, un 50%. El incremento de los costes laborales en China también influye. El clima de los negocios se ha enrarecido por motivos políticos y económicos. “Doing Business” en China es más costoso y difícil.

Las primeras investigaciones antitrust se abrieron en 2012 con Nike y Carrefour y en 2013 a Samsung, LG y Danone. Luego, se incrementaron los procedimientos, incluso por delito de corrupción a Avon y GlaxoSmithKline, finalmente condenada por un Tribunal chino a pagar 380 millones euros. Pero, en 2014, la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (NDRC) abrió una batería de expedientes para investigar a las grandes marcas extranjeras del sector del automóvil, entre ellas General Motors, Audi, Mercedes Benz, Jaguar, Chrysler-Fiat y Toyota. Los funcionarios de NDRC visitaron sus oficinas para interrogar a sus ejecutivos y, en algún caso, confiscaron ordenadores. También  Microsoft, Apple y Google están en el punto de mira chino con los problemas de cyberespionaje como telón de fondo. La NDRC anunció el 20 de agosto una multa record de 150 millones euros a 12 fabricantes de componentes japoneses. La cuota comercial e inversora japonesa en el mercado chino sigue bajando. Las relaciones entre Pekín y Tokio siguen tensas debido al conflicto territorial que dirimen en el mar de la China oriental.

El Gobierno chino que impulsó una gran campaña contra la corrupción que corroe el país, podría actuar por razones políticas. Abriendo expedientes a las empresas extranjeras se disimulan los escándalos que afectan a las instituciones y empresas chinas. También hay razones económicas. La NDRC afirma no actuar con objetivos proteccionistas y que también investiga a las compañías chinas. Y que los socios chinos de los grandes fabricantes automovilísticos extranjeros operan en China a través de “joint-venture”, también resultan afectados por las sanciones decretadas. En algunos casos, pueden representar hasta el 10% de los beneficios del año precedente.

Pekín afirma que aplica la Ley para defender los derechos de los consumidores. Pero la Cámara de Comercio de la UE en China se quejó el 13 de agosto  por la opacidad de algunos procedimientos. También la Cámara de Comercio de EEUU publicó el 8 de septiembre un informe en que denuncia que las leyes antimonopolio chinas se aplican con objetivos proteccionistas que favorecen a las empresas chinas. Y avisa que el 60% de las empresas estadounidenses se sienten hoy menos bienvenidas en China que antes. En 2013 eran el 41%. Además, las sanciones llegan cuando los márgenes de beneficios de las empresas extranjeras se van reduciendo por la creciente competencia de las empresas chinas.

Las empresas extranjeros manifiestan su voluntad en cooperar en la tramitación de los expedientes abiertos por las autoridades reguladoras. Pero algunos directivos se quejan que los funcionarios intimidan, en determinados casos, a las empresas a aceptar las sanciones impuestas, incluso antes de, cierre de las investigaciones. Audi anunció el 11 de agosto haber aceptado la sanción impuesta y decidió bajar precios. El mercado chino es clave para el grupo Volkswagen. También lo es para General Motors, Honda, Nissan, Toyota y Hyundai-Kia. Por cierto, los constructores franceses aún no habían sido visitados por los investigadores chinos.

Sin embargo, las grandes marcas extranjeras seguirán apostando por el gran mercado chino. Renault construye su primera factoría en China y PSA-Peugeot-Citroen recapitalizada con capitales chinos, ya vende en 2014 el 23% de su producción en China. Y Volkswagen anunció en julio, la construcción de otras dos fábricas.