EEUU se beneficia de cooperación económica y comercial con China

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

El actual período es crucial para profundizar las relaciones comerciales bilaterales, las cuales ayudarán a promover el desarrollo económico estable en los dos países, a la vez que impulsan la recuperación económica global


Según estadísticas del Ministerio de Comercio de China, EEUU había invertido un total de 65.200 millones de dólares en unos 59.000 proyectos en China hasta finales de 2010, lo que convierte a la nación asiática en motor de las ganancias para el empresariado estadounidense.

Una encuesta efectuada por la Cámara de Comercio de EEUU en China (AmCham-China) el año pasado, arrojó que 71 por ciento de las empresas estadounidenses en China lograron beneficios en 2009, y que 46 por ciento de los empresarios entrevistados afirmaron haber conseguido mayores ganancias derivadas de sus inversiones en China que en cualquier otro país o región.

 

Algunas importantes compañías estadounidenses expusieron sus nuevos proyectos de inversión a principios de 2011. La General Electric (GE), con una inversión total de los 2 mil millones de dólares, planea consolidar la investigación y el desarrollo, establecer más centros de innovación y abrir nuevas empresas a riesgo compartido en China. ProctorGamble anunció que invertirá otros mil millones de dólares en China en los cinco años próximos. La Ford ampliará su producción en China en 2011. La Caterpillar planea instalar una nueva empresa a riesgo compartido y ampliar su comercialziación de piezas de repuesto en este país. Starbucks se ha planteado la meta de abrir 1.500 nuevas cafeterías en la parte continental de China hasta 2015. El grupo Carlyle anunció la creación un tipo de fondo de inversión para China y que aumentará su inversión en las industrias chinas.

 

Como segundo mayor socio comercial de EEUU, China es también el país que ha registrado el más acelerado crecimiento en sus exportaciones al mercado estadounidense. Según la más reciente estadística de la Aduana General de China, el comercio sino-estadounidense sumó 385.300 millones de dólares en 2010, para un aumento interanual del 30 por ciento. En términos de volumen comercial total, las importaciones de China desde EEUU alcanzaron 102.040 millones de dólares, para un aumento interanual del 31,7 por ciento.

 

Las estadísticas de la Cámara de Comercio de EEUU indican que las exportaciones de mercancías a China pasaron de 19.200 millones en 2001 a 71.500 millones de dólares en 2008, para un aumento del 272 por ciento. Sin embargo, el aumento fue de solamente 72 por ciento en términos de exportaciones a otros países y regiones. En el rubro de servicios EEUU ha estado manteniendo un superávit comercial con China, que sumó 7.430 millones de dólares en 2009, cuatro veces más que en 2001.

 

EEUU se benefició del rápido desarrollo económico de China a través de sus exportaciones a esa nación, lo que se tradujo en ganancias tangibles para todos los estados de la Unión. China se ubica hoy entre los cinco más importantes mercados para la exportación de 40 estados norteamericanos. A la par, se ha producido un aumento del 330 por ciento en la fabricación y exportaciones agrícolas de EEUU a China, volumen superior al que sostiene el país norteamericano con otros países y regiones, que es de apenas 29 por ciento.

 

China es ya el único mercado de ultramar para las habas y el algodón estadounidenses, así como el principal mercado de exportación para sus productos mecánicos, tales como automóviles y aviones. El informe del Consejo Empresarial China-EEUU (USCBC) en 2010 dijo que la primera continúa siendo el mayor destino para las exportaciones de la industria fabril y agrícola del segundo. Zhou Shijian, investigador principal asociado en el Centro para las Relaciones China-EEUU en la Universidad Tsinghua, indicó que al presidente Barack Obama le resultará harto difícil cumplir su meta de duplicar las exportaciones de su país en los cinco próximos años, a menos que incremente los lazos comerciales con China.

 

La cooperación económica y comercial bilateral no sólo beneficia directamente a las exportaciones e inversiones de EEUU en China, sino que también contribuye a consolidar los amplios intereses macroeconómicos de EEUU, según se evidencia ante todo en las grandes mejoras experimentadas por el modo de vida de los consumidores estadounidenses, derivadas de las exportaciones chinas.

 

Según estadísticas, los bienes de consumo diario, tales como ropa, zapatos, calcetines, juguetes, bolsos y equipos electrónicos, abarcan el 75 por ciento de las mercancías chinas que entran al mercado estadounidense. Todas esos bienes de consumo, que son muy competitivos en calidad y precio, enriquecen grandemente la vida del estadounidense promedio y amplían sus opciones, especialmente las de los ciudadanos de ingresos medios y bajos. Al mismo tiempo, ayudan a que EEUU mantenga una inflación más baja, bajo presión del “doble déficit.”

 

Un estudio de la firma de servicios financieros Morgan Stanley afirma que los estadounidenses ahorraron un per cápita de más de 300 dólares en 2009 comprando productos de China. Otro estudio emitido por la USCBC explica que el PIB de EEUU aumentó en un 0,7 por ciento por encima de lo habitual en 2010, debido al creciente comercio e inversión de EEUU en China. Por la misma causa, descenderán los precios de las mercancías en 0,8 por ciento. La suma de ambos efectos equivale a agregar mil dólares a los ingresos disponibles de cada familia estadounidense cada año.

 

Liu Haiquan, director del Departamento Integral del Ministerio de Comercio chino, dijo: “Las mercancías chinas pueden resolver las necesidades de los consumidores estadounidenses y son útiles como factor estabilizador de precios en el mercado estadounidense, reduciendo el riesgo de la inflación y manteniendo el flujo ininterrumpido de la economía. “

 

La cooperación económica y comercial bilateral también se tradujo en más empleos en EEUU. Gary Faye Locke, secretario de Comercio de EEUU, afirmó en su discurso en el USCBC el pasado mes de octubre que “cada uno por ciento de aumento en las exportaciones a Asia generará 100.000 puestos de trabajo.” Indicó además que se agregaron casi 2,6 millones de empleos en el país de 2001 a 2008, gracias a las exportaciones a China.

 

Hasta ahora, China tiene la mayor cifra de bonos de Hacienda de EEUU. Según el Tesoro estadounidense, China acaparaba 906.800 millones de dólares en bonos hasta el pasado mes de octubre. Durante la crisis financiera global, China no vendió esos bonos, sino que continuó comprándolos, lo que desempeñó un papel importante en la estabilidad del mercado financiero de EEUU. La compra china de bonos consolidó la liquidez, alivió la reducción de créditos, aceleró el financiamiento comercial y ayudó a que EEUU alcanzara sus metas de macro-control.

Análisis racional de las quejas de EEUU.


A la par que ha beneficiado substancialmente de su intercambio con China en los ámbitos económico y comercial, EEUU también ha continuado expresando su descontento respecto a la nación asiática, especialmente en problemas tales como el “excesivo” superávit comercial y el yuan “infravalorado”.





Según datos históricos, el superávit comercial de China no ha sido prolongado ni excesivo. En la mayor parte de los años que China registró superávits, las cifras quedaron por debajo del 3 por ciento del PIB. Este exceso sólo se aceleró después del año 2005, y en comparación con los de otras potencias, incluyendo a Alemania y Japón, no fue un exceso descomunal.





Cabe destacar que el superávit de China con EEUU no significa daño para los intereses del segundo. De hecho, China no ha sido la única que se benefició del comercio, pues las empresas ubicadas en EEUU adquirieron la mayor parte de su valor agregado con productos importados de China.





El Instituto Cato, grupo libertario de investigación asentado en Washington, D.C., dijo en un informe publicado en 2010 que la división del trabajo entre China y EEUU representa la curva de una sonrisa. Es decir, que EEUU controla los procesos preproductivos de altos beneficios, incluyendo marca registrada y diseño conceptual, así como servicios de posproducción, tales como logística, ventas y desarrollo de mercado, mientras que China solamente se encarga de la producción y el procesamiento, que tienen muy reducido valor agregado.





A juzgar por la proporción de ganancias entre las partes, EEUU siempre se lleva la parte del león, según el informe.





Tomemos como ejemplo el reproductor musical digital iPod de la firma Apple, el cual, según su etiqueta, está “hecho en China” y se vende por 299 dólares. Las instalaciones fabriles en China ganan solamente 4 dólares por procesarlos, pero las compañías en EEUU consiguen 160 dólares de los sectores de diseño, logística y ventas, según un artículo publicado en la revista británica The Economist.





La tasa de cambio del yuan es otro tema candente que afecta los lazos comerciales sino-estadounidenses. Algunos en EEUU culpan a un yuan “infravalorado” como causa principal del desequilibrio comercial entre las dos economías. Así las cosas, estos sectores desean ampliar las exportaciones de EEUU y estimular la economía doméstica con la apreciación del yuan.





Desde que China comenzó a reformar el mecanismo de cambio del yuan en 2005, éste incrementó su valor en alrededor del 25 por ciento contra el dólar. El índice de apreciación del yuan ha sido el más alto, en comparación con el dólar, el euro, el yen y la libra esterlina. No hay base lógica alguna que demuestre el vínculo entre el déficit comercial y la “infravaloración del yuan”.





Durante 2005 y 2008, cuando se elevó aceleradamente el superávit comercial bilateral, el cambio del yuan contra el dólar aumentó en un 21,2 por ciento, al decir de Weiwen, director del Centro de Investigaciones Comerciales Sino-estadounidenses, de la Universidad de Empresariado y Economía Internacionales de China.





Además del exceso comercial y de la tasa de cambio del yuan, EEUU se vale del antidumping y las demandas compensatorias para atacar a China. La protección de los derechos intelectuales en China y las políticas domésticas de innovación del país también están en la mirilla estadounidense.





En años recientes han surgido de modo aclerado conflictos comerciales entre las dos economías. Si no se solucionan, habrá consecuencias funestas, no sólo para los productos “hechos en China”, sino también para los intereses de las empresas y ciudadanos estadounidenses. Con la cooperación, ambas partes ganarán.





EEUU es el mayor país desarrollado; China el mayor en el mundo en desarrollo, así como el más pujante mercado emergente, de ahí los beneficios potenciales que se vislumbran para ambos.





La diferencia en las etapas de desarrollo de cada cual, y el hecho de que las ventajas que cada uno puede ofrecer al otro son servicios complementarios, sirve de base para el desarrollo continuado y estable de sus relaciones económicas y comerciales. En el proceso de globalización económica, los intereses de China y EEUU se entremezclan. El desarrollo de relaciones económicas y comerciales mutuamente beneficiosas entre los dos países responde a los intereses fundamentales de ambos y continuará siendo la piedra angular y la fuerza impulsora del desarrollo de relaciones bilaterales.





Hay amplias perspectivas en este sentido. China atraviesa por un período de industrialización y urbanización acelerados. Agiliza asimismo la transformación de su desarrollo económico y está impulsando el reajuste de su estructura económica. A ese tenor, asume la ampliación de la demanda doméstica – especialmente la demanda del consumidor – como estrategia a largo plazo para el desarrollo económico y punto de partida básico.





Este proceso dará lugar a una enorme demanda de inversión y de consumo durante el período del 12mo Plan Quinquenal. Como mayor exportador y segundo mayor importador del mundo, China deberá asimismo convertirse en el principal mercado de consumo doméstico del mundo para 2020. Esto significa indudablemente oportunidades mejores y mayor espacio para el desarrollo de los negocios con EEUU.





Ruey-Bin Kao, presidente de la firma electrónica Motorola para China (MCEL), dijo que esa compañía había invertido cerca de mil 500 millones de dólares en investigación y desarrollo en China, para lo cual cuenta con la labor de más de 2.700 expertos en esas ramas. Al respecto afirmó: “Cuanto mejor de desarrolla China, más oportunidades tendremos. Motorola se siente muy optimista sobre el mercado chino y espera participar en el desarrollo de la innovación en China.





“La General Electric, IBM, la Coca-Cola y otras grandes multinacionales se han sumado activamente al reajuste de China, ofreciendo apoyo a sus estrategias de ahorro de energía y de reducción de emisiones de gases de invernadero.





“El Gobierno chino continuará poniendo en ejecución políticas comerciales que apunten a crear un equilibrio básico entre las importaciones y las exportaciones. Asimismo, profundizará su apertura, intensificará sus esfuerzos reformistas e innovadores y mejorará el grado de conveniencia, para crear un ambiente más abierto a la inversión. Las empresas extranjeras, incluyendo las de EEUU, compartirán el cada vez mayor pastel del mercado con las compañías chinas,” de acuerdo con un funcionario del Ministerio de Comercio de China.





Los expertos precisan que los grandes logros en la cooperación económica y comercial entre los dos países se han conseguido con mucho esfuerzo. EEUU debe adherirse al concepto del libre comercio y oponerse al proteccionismo en todas sus formas. También debe reconsiderar y relajar sus medidas de control de exportaciones a China cuanto antes.





La inversión extranjera debe ejercerse razonablemente para reducir limitaciones innecesarias y promover la cooperación en el terreno de la inversión. A ese tenor, EEUU debe continuar consolidando la coordinación de la política macroeconómica con China, para promover en común el desarrollo equilibrado y sostenible de la economía mundial.





El actual período es crucial para profundizar esas relaciones, las cuales ayudarán a promover el desarrollo económico estable en los dos países, a la vez que impulsan la recuperación económica global.





En este nuevo punto de partida, nos sentimos imbuidos de confianza en el futuro de la cooperación económica y comercial entre China y EEUU. (Pueblo en línea)





20/01/2011