El cambio de la configuración económica mundial tiene su reflejo en la Exposición Universal

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

Desde que Gran Bretaña organizó la primera edición de la Exposición Industrial Universal en 1851, la Exposición Mundial ha tenido una historia de 159 años. En los últimos más de 150 años, este evento se ha desplazado de Europa a América del Norte, y luego a Asia, convirtiéndose en una gran fiesta Olímpica del mundo en los terrenos económico, científico-tecnológico y cultural.


En el impetuoso torrente de la historia, cuando una nueva potencia económica emerge en el escenario internacional, la Exposición Universal hace acto de presencia en ella. La organización de la Exposición Universal en los momentos claves de la historia no sólo demuestra los grandes éxitos alcanzados por el país organizador en lo económico, científico-tecnológico y cultural, sino anuncia que la configuración económica mundial ha pasado a una nueva página.






La Exposición Universal de Londres en 1851 inició el capítulo más brillante del “Imperio Británico”


Para la reina Victoria, una de los monarcas más brillantes en la historia inglesa, el 1 de mayo de 1851 era una fecha inolvidable, ya que en ese día se inauguró en Londres la Primera edición de la Exposición Universal (la denominación completa es la Gran Exposición Universal de Prodoctos Industriales de Londres).





Cuando iba desde el Palacio de Buckingham al Hyde Park en una caravana compuesta por nueve carrozas imperiales para tomar parte en el acto de inauguración, la reina se quedó atónita ante el grandioso acto de la Exposición a pesar de su amplia cultura acumulada en toda la vida. Escribió en su diario: “Estoy sumamente emocionada. Ante mis ojos el espectáculo es tan milagroso, grandioso, brillante y conmovedor”.





Hay historiadores que sostienen que la Exposición de Londres inició oficialmente la época de Victoria de Gran Bretaña, y es también el epítome de la gloria y el sueño de Gran Bretaña en esa época. El granidioso evento estaba respaldado por los brillantes éxitos alcanzados por Gran Bretaña desde la primera revolución industrial en el desarrollo económico y en el cambio social.





Impulsada por la gran fuerza productiva derivada de la revolución industrial, la Gran Bretña de entonces se hallaba en su apogeo histórico como el país más poderoso del mundo. Un 25% de la población mundial estaba dominada a nombre de la reina Victoria. “El dominio del Imperio Británico llegó a representar un 20% de la superficie terrestre del mundo.” Sus dominios se hallaban en todas las zonas horarias del globo.





Una serie de grandes cambios económicos producidos por la revolución industrial, sobre todo, el uso generalizado de máquinas y el desarrollo de los transportes ferroviarios y marítmos, impulsaron directamente el avance explosivo de la industria inglesa. Esto permitió que Gran Bretaña ocupara el primer lugar del mundo en la producción industrial y en el comercio internacional.

La Gran Bretaña de entonces era la “fábrica mundial” en el verdadero sentido. Producía la mayor parte de los productos industriales que necesitaban los diversos países del mundo. En el comercio exterior, Gran Bretaña y sus colonias ocupaban cerca del 25% del volumen total del mundo, casi equivalente a la suma total del comercio exterior de Francia, Alemania y EEUU. La flota mercante de Inglaterra también ocupaba el primer lugar del mundo, equivalente a casi el total de las flotas francesa, alemana, norteamericana, holandesa y rusa.


La primera edición de la Exposición Universal de Londres en 1851 , impulsada por la revolución industrial iniciada en Inglaterra, demostró plenamente el encanto y la fuerza de Gran Bretaña como primera potencia económica del mundo. Hizo patentes los nuevos éxitos y el poderío integral que Inglaterra había logrado en el desarrollo económico, científico-tecnológico y cultural.






La Exposición Universal de Chicago de EEUU en 1933 era testimonio de la inflexión clave pasando de la Gran Depresión a la Gran Recuperación


Desde 1851 hasta ahora EEUU ha organizado 14 exposiciones universales. Entre ellas, la Exposición Universal de Chicago de 1933, como la primera exposición temática, merece un capítulo especial en la historia de cambios. Fue testiga de la inflexión clave de la economía estadounidense hasta de la economía mundial pasando de la Gran Depresion a la Gran Recuperación.





En la historia de EEUU, 1933 fue un año de importancia. Es el año en que la economía norteamericana se halló en un serio período de Gran Depresión. Desde el derrumbe de la bolsa de Nueva York en 1929 más de 5500 bancos norteamericanos quedaron en bancarrota. En el interior de EEUU, 15 millones de personas perdieron sus puestos de trabajo, y la tasa del paro llegó hasta el 25%.





En ese mismo año de dificultades, Roosevelt fue elegido presidente de EEUU. En su discurso de investidura pronunció una frase ampliamente apreciada: “Lo único que debemos temer es el temor mismo.” En un año sucedieron grandes acontecimientos económicos. Se lanzó a la escena “la Nueva Política de Roosevelt” anulando el patrón oro.





La Exposición Universal de Chicago reunió en muchos de sus pabellones los logros de la civilización. Jugó un papel impulsor y positivo para que los norteamericanos fortalecieran su confianza en el futuro y salieran de la crisis. En su mensaje de felicitación a la Exposición, el presidente Roosevelt dijo: “La Exposición marca oportunamente los éxitos alcanzados en un siglo, y además se realiza en un momento en que la humanidad necesita más urgentemente que nunca una mejor comprensión mutua.”





Otro éxito de la Exposición de Chicago que debe registrarse en la historia es la institución de exposiciones temáticas. Los habitantes de Chicago esperaban que la Exposición con sede en su ciudad tuviera como tema “Progresos de un siglo”, demostrando así los brillantes éxitos que habían conquistado en los últimos cien años desde la fundación del municipio.

Para EEUU la Exposición de Chicago fue una testiga del papel de su liderazgo en el escenario mundial. En la década 20 del siglo pasado EEUU había cumplido su revolucion industrial para convertirse en el país más rico del mundo en tanto que la Exposición Universal de Chicago demostró su puesto avanzado en el terreno científico-tecnológico. Encarnó por excelencia su lema: “descubrimiento científico-aplicación industrial-adaptación humana”. Fueron llevados a la Exposición todos los adelantos industriales de EEUU como la refinería petrolera, tractores eléctricos, línea de relleno de pasta dentrífica, cadena de prdoducción de pan, etc. La cadena de producción de automóviles de Ford demostró la entrada de sedanes en casas del pueblo a pie y anunció el preludio de un “País sobre ruedas”.


La mayoría de los pabellones de la Exposición de Chicago fueron construcciones temporales. Después de su clausura fueron desmontados. Con ello se impulsó el desarrollo de nuevos materiales de construccción y de la arquitectura, tales como estructuras ligeras infladas y techos plásticos. Estos nuevos conceptos sobre la vida futura camibaron el modo de vida de los norteamericanos y sentaron la base de una nueva prosperidad económica de EEUU.





La Exposición de Chicago jugó un papel positivo e impulsor para que la economía norteamericana pase de la crisis a una nueva regeneración. Aceleró la propagación de la “modernidad” encabezada por EEUU en todo el mundo. Y se transformó en uno de los elementos históricos que posibilitaron a EEUU integrarse aún más en el orden interncional y jugar el papel protagonista en el mismo.






La Exposición de Osaka de Japón en 1970 anunció la nueva emergencia de ese país después de la Segunda Guerra Mundial


Cuando se realizó la Exposición Universal de Osaka en 1970, Japón había experimentado un veloz desarrollo económico en las décadas 50 y 60 después de la Guerra. En estas dos décadas Japón se había surgido de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial como una potencia económica del mundo y el primer país asiático que se encargó del trabajo de organizar la Exposición Universal. En esta Exposición, Japón demostró plenamente los grandes éxitos que había logrado en su desarrollo después de la Guerra.





Historiadores consideran que la Exposición Universal de Osaka de 1970, unida a los Juegos Olímpicos de Tokyo de 1964, son anunciadores de la nueva emergencia de Japón después de la Segunda Guerra Mundial. La primera, en particular, jugó un gran papel para cambiar la “enfermiza psicología de país vencido” de los ciudadanos japoneses, e impulsar a Japón a integrarse de nuevo en la comunidad internacional.





La Exposición Universal de Osaka se realizó en el momento en que el desarrollo econoómico de Japón era un milagro y Japón pasó a ser la segunda economía más poderosa del mundo sólo después de la norteamericana. Para organizar el evento, el Gobierno japonés invirtió grandes sumas en las instalaciones públicas. Después de la Exposición la ciudad Osaka tomó un cariz completamente nuevo.





La Exposición de Osaka profundizó el conocimiento de las masas japonesas sobre los asuntos exteriores, e impulsó el proceso de la internacionalización del país. En ese momento muchos japoneses veían por primera vez en su vida a extranjeros, y en los pabellones les pidieron firmas. En 1970 entre cada mil japoneses sólo 6 tuvieron experiencia de estar en el extranjero, pero en 2004, un año antes de la Exposición Universal de Aichi de 2005, esta cifra se elevó a 132. En este sentido, la Exposición de Osaka supuso un gran impacto en las masas japonesas en materia de la “internacionalización”.

La Exposición de Osaka se realizó precisamente en el momento en que Japón pasó de la sociedad agrícola a la industrial requiriendo gran producción y gran consumo. Las masas tenían vehementos deseos de consumo, y su demandas de servicios también eran enormes. La Exposición transmitió anuncio del pollo frito de Kentucky. El anuncio fue retransmitido por la televisión y tenía un alto índice de audiencia. Esto cambió la mala impresión de los japoneses con respecto al “fastfood”. De ahí un gran desarrollo de la cultura de fastfood en Japón. Un año después MacDonald abrió su tienda en la calle finaniera Ginza de Tokyo, iniciando así la época de la cultura de fastfood en Japón.


La Exposición de Osaka jugó también un papel importante para impulsar la construcción urbana y el desarrollo económico. Para este evento las infraestructuras como hoteles y calles cambiaron completamente la fisonomía de la ciudad. Las redes de telecomunicación y las tecnologías electrónicas aprovecharon esta oortunidad para entrar en la vida cotididana del pueblo. La Exposición de Osaka creó muchos nuevos empleos. Las tasas de ocupación laboral en la ciudad y en la prefectura de Osaka llegaron a 64,14% y 63,45% respectivamente, un aumento de 14 puntos porcentuales en ambos casos con respecto al año 1965. Después de la Exposición se forjó la franja económica de Kansai, franja que experimentó un desarrollo veloz en los siguientes diez años impulsando el crecimiento económico de Japón en su conjunto.





Después de la Exposición de Osaka, Japón organizó sucesivamente la Exposición de Okinawa en 1975, la Exposición de Tsukuba en 1985, y la Exposición de Aichi en 2005. A partir de la Exposición de Osaka, se difunde ampliamente en la arena internacinal la imagen de Japón como potencia económica, científica y tecnológica.






La Exposición Universal de Shanghai en 2010 inicia un nuvo capítulo de desarrollo de China y del mundo


Ahora volvamos de la historia a la actualidad. La Exposición Universal de Shanghai de 2010 se realiza precisamente en el momento del 60 aniversario de la fundación de la Nueva China y del 30 aniversario de la reforma y la apertura de China. Una potencia con una población de más de cien millones de habitantes está acelerando su desarrollo y se yergue con la frente en alto en Oriente del mundo.





La Exposición Universal de Shanghai testimonia una vez más el “milagro” de veloz desarrollo económico de China. Tal como lo afirman los principales medios del extranjero, “Este gran evento internacional demostrará el status de China como una potencia industrial del mundo, y aporta una oportunidad para colmar las aspiraciones largamente abrigadas de los habitantes de Shanghai.





Lo más importante es que a través de la Exposición de Shanghai todo el mundo conocerá a una China real como una potencia responsable. En los últimos 30 y tantos años desde el inicio de la reforma y apertura, China ha conquistado éxitos de desarrollo que atraen la atención mundial. En adelante el desarrollo de China no puede ser sino pacífico, abierto para el bien de todos, y responsable.





La Exposición Universal de Shanghai se realiza en una época en que tiene lugar una crisis financiera internacional que sólo se registra una vez “cada cien años”. Todos los paises del mundo están pensando sobre ella, revisan sus modelos de desarrollo y buscan la recuperación económica en un desarrollo sostenible.





Después de la crisis financiera, los sistemas monetario y económico en la arena internacional están experimentando grandes cambios y reformas. Los países en desarrollo, especialmente las economías emergentes, están aumentando su peso en el escenario de la economía mundial. Al mismo tiempo, los problemas de protección ambiental y de recursos adquieren una relevancia cada vez mayor. La economía verde atrae amplia atención.





A través de la Exposicion Universal de Shanghai la gente percibirá, con visión magroeconómica, que la configuración económica internacional sufrirá mayores cambios. Y con visión microeconómica verá que la transformación de los modelos de desarrollo económico y la realización de un desarrollo sostenible serán objetivos que persiguen todos los países con China incluida. (Pueblo en línea)



4/22/2010