En el primer artículo de esta serie sobre la paradiplomacia china, se exploraron las características de la administración local china y cómo estas difieren de las de la mayoría de los países occidentales, condicionando la manera en que se desarrolla la paradiplomacia del país. Además de estas características, otros factores relevantes que influyen en la paradiplomacia china son el marco legal y político que veremos que también limita la actuación de las administraciones locales en materia paradiplomática.
– Marco Legal
Desde la perspectiva legal china no hay ningún texto o legislación que regule las actividades de carácter diplomático que pueden realizar las administraciones locales, la paradiplomacia en China se caracteriza por una falta de regulación explícita ¹. Este vacío legal no es exclusivo de China; países occidentales como Canadá y Estados Unidos también carecen de legislación explícita en este campo, la interpretación constitucional es la que se encarga de determinar los límites de las competencias locales en asuntos internacionales. En estos dos países, la paradiplomacia ha ido evolucionando de manera gradual en la práctica, construyéndose consensos legales a través de la continua interpretación de la constitución.
El caso del marco legal paradiplomático de China es incluso menos claro. La Constitución china no lista explícitamente las competencias internacionales exclusivas del gobierno central, al contrario que el caso americano y canadiense, por ejemplo. Esto ha permitido que la paradiplomacia china crezca de manera orgánica, especialmente en las últimas décadas (mano a mano con la descentralización económica, como se mencionaba en el primer artículo de esta serie), sin necesidad de actualizar la legislación. ²
En este contexto, el vacío legal no implica necesariamente una falta absoluta de control. Aunque en principio la falta de regulación específica da flexibilidad a las autoridades locales, en verdad el gobierno central mantiene la potestad de intervenir en cualquier actividad local que considere incompatible con sus intereses, lo que ha ocurrido en múltiples ocasiones en el pasado. ³
– Marco Político
Aunque como hemos visto el marco legal no impone restricciones explícitas, el contexto político chino sí que establece límites a las actividades de los gobiernos locales en materia de política exterior. Estos límites, que no se encuentran formalizados en leyes, se han construido de manera informal y gradual durante los últimos 30 años, coincidiendo con el proceso de descentralización administrativa y económica en el país. La dinámica principal, ya mencionada en el anterior artículo de esta serie, es que la falta de descentralización política limita la actuación de las administraciones locales chinas y la gran descentralización económica la amplía.
En específico el gobierno central, y más en específico el Ministerio de Asuntos Exteriores Chino, dicta que los gobiernos locales sólo son capaces de actuar en las siguientes circunstancias: Cuando las acciones paradiplomáticas que van a realizar están en línea con políticas ya aplicadas por el gobierno central o cuando el gobierno central no tiene una posición en algún asunto. ⁴
Como resultado de esto las administraciones locales mantienen cierta libertad para promover sus propios intereses económicos y culturales en el exterior, esta autonomía siempre está condicionada por los límites políticos informales establecidos por la alineación con las políticas del gobierno central.
– Efectos del marco político
El marco político centralizado de China tiene efectos directos sobre las actividades paradiplomáticas, especialmente en el ámbito económico, donde las provincias chinas han ido desarrollando (mediante este proceso orgánico y gradual) un alto nivel de autonomía para actuar internacionalmente en aspectos económicos, aunque incluso en este campo el gobierno central es capaz de intervenir. La autonomía fiscal regional, creciente desde las reformas económicas iniciadas en los años ochenta, ha permitido a las administraciones locales establecer relaciones internacionales específicas, siempre bajo la premisa de beneficiar el desarrollo económico y social del país en su conjunto. ⁵
Un ejemplo de esta dinámica es la paradiplomacia económica en las provincias costeras de China, particularmente en temas relacionados con la pesca. ⁶ Estas provincias han establecido acuerdos bilaterales y asociaciones con otros países para proteger y gestionar sus recursos marítimos, lo que les permite desarrollar sus economías locales. Otro caso destacado es el de la provincia de Guangxi, cuyas minas y recursos minerales han facilitado la creación de relaciones comerciales con países vecinos en el sudeste asiático. ⁷ La provincia de Yunnan, por su parte, ha capitalizado su proximidad geográfica con las naciones de Indochina para establecer contactos y acuerdos en materia de comercio, promoviendo tanto la economía provincial como la realización de proyectos de infraestructura transfronterizos. ⁸
Las provincias chinas han utilizado la paradiplomacia para impulsar sus propias agendas económicas, aunque siempre dentro de los límites establecidos por el marco político central. Este modelo, que combina flexibilidad local con supervisión nacional, permite a China proyectar un frente unido en el ámbito internacional mientras aprovecha las capacidades regionales para fortalecer su economía. Sin embargo, también plantea desafíos, como la necesidad de equilibrar intereses locales con los objetivos nacionales, un proceso que requiere coordinación constante entre los diferentes niveles de gobierno. ⁹ ¹⁰ Los intereses económicos de las provincias raramente entran en conflicto directo con el gobierno central, pero del mismo modo que el déficit fiscal de las provincias, malas políticas paradiplomáticas locales pueden perjudicar al conjunto del país, lo que ha causado mayor supervisión en los últimos años.