Es preciso mantener la frialdad hacia Japón

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

El Gobierno japonés decidió ayer liberar al capitán del pesquero chino al que mantenía ilegalmente detenido desde el 8 de septiembre, pero el daño causado a las relaciones sino-japonesas será duradero.


Japón pudo pensar que establecía un precedente al intentar aplicar su ley doméstica a las islas Diaoyu, alejándose así de los principios largamente acatados que han evitado que este tema dañe las relaciones bilaterales.


Con tal imprudencia, los funcionarios japoneses quedan como políticos inexpertos.



El más reciente incidente sirve a China de señal de alerta sobre la necesidad de ser extremadamente cuidadosa al tratar con la administración de Kan, que carece del tacto necesario para calibrar correctamente la situación regional, así como del valor para mantener las políticas que son beneficiosas a China y a Japón.



Las políticas a largo plazo han cedido el paso a acciones de efímeros resultados, con el afán de atraer a votantes volubles.



Para China es un verdadero fastidio tener que responder constantemente, según cambian las administraciones niponas. Es menester recordar ahora que Japón ha tenido cinco administraciones en el poder en los pasados seis años, y eso ha conducido a una política débil hacia China. China no debe dejar que Japón dicte el resultado final del conflicto más reciente.



Varias medidas chinas anunciadas en respuesta a las acciones de Japón, incluyendo la cancelación del intercambio a nivel ministerial y la disuasión a los viajes turísticos a Japón, deben mantenerse, por lo menos de momento.



Japón necesita que se le envíe un mensaje claro de que las políticas irresponsables tienen consecuencias. El público japonés también necesita estar claro de que no se debe jugar con China. Los 1.300 millones de chinos no tienen ninguna intención de subyugar con sus sentimientos al público japonés, pero menos aún deberían intentar 100 millones de japoneses subyugar a los chinos.



Las contramedidas de China sin dudas podrían irritar a algunos japoneses, sin embargo, Japón tiene que asumir su responsabilidad por la escalada del incidente, y por lo tanto deberá encarar las consecuencias. Es posible que Japón deba auto-educarse sobre China y su sociedad con las consecuencias serias que se deriven de este incidente.



China ha intentado evitar los problemas con Japón, razón por la cual aquélla debe mantenerse firme en aplicar sus contramedidas esta vez. La derecha nipona armará su alharaca. Que lo hagan. Mientras las medidas de China sean pacíficas, China podrá soportar los reveses en las relaciones con su vecino.



Es necesario mantener la frialdad hacia Japón por algún tiempo, como modo de evitar la recuente hostilidad nipona hacia China. (Pueblo en Línea)




25/09/2010