Zhou Yongkang, miembro del Comité Permanente del Buró Político del del Comité Central del Partido Comunista de China, participó el domingo en Pyongyang, capital de Corea del Norte, en la celebración del 65o aniversario de la fundación del gobernante Partido del Trabajo de Corea, lo que demuestra una vez más la solidez de los lazos chino-norcoreanos.
Numerosos medios de prensa occidentales afirman que los lazos entre China y Corea del Norte “no están basados en la amistad, sino en la realpolitik,” y que China percibe a su vecino del norte como su “cortafuegos,” “amortiguador peninsular” y hasta “perro de presa.” Pero los políticos en Washington esperan claramente que China calme la ira de su vecino septentrional en ciertos momentos críticos.
No es difícil indentificar el papel constructivo de la relación chino-norcoerana como parte de la dinámica del nordeste asiático. Sin los grandes esfuerzos de China, las negociaciones a seis bandas no se habrían producido, y una crisis como el incidente del barco Cheonan pudo haber conducido a una guerra.
La relación de China con Corea del Norte incluye los propios intereses estratégicos de China, que no buscan la confrontación con EEUU, Japón o Corea del Sur, sino mantener la estabilidad regional.
Por lo general, la política de China hacia Corea del Norte ha sido constante en las pasadas seis décadas. Dicha línea de acción exhorta a Corea del Norte a mantener la estabilidad política, evitar la diplomacia radical y a recurrir a las negociaciones.
En cambio, EEUU, Japón y Corea del Sur carecen de una posición constante respecto a Corea del Norte. Los cambios de gobierno en los tres países suelen traer aparejados políticas diversas al tratar a Corea del Norte.
EEUU, Japón y Corea del Sur deben entender que una relación chino-norcoreana estable responde al deseo de China de promover la estabilidad regional y sus propios intereses nacionales.
El enfoque de China hacia Corea del Norte, que difiere del de EEUU, Japón y Corea del sur, es clave para mantener el equilibrio en la península coreana. De lo contrario, Corea del Norte quedaría aún más arrinconada y amenazaría la estabilidad regional.
Una vez que la tensión en el nordeste de Asia alcance el punto de ebullición, no será China la primera víctima.
China debe adoptar un enfoque a largo plazo para su relación con Corea del Norte, en lugar de concentrarse en uno o dos incidentes específicos.
China debe insistir firmemente en la protección de la estabilidad peninsular y oponerse a cualquier país que intente socavar tal punto de vista. Según crece el poderío nacional de China, ésta insistirá con mayor ahínco en ese factor.
Las acusaciones occidentales de que China se vale de Corea del Norte como “cortafuegos contra sus antagonistas” subestiman la visión estratégica de China, o su capacidad de hacer frente a cualquier amenaza que se produzca en su región circundante.
La estabilidad beneficia en gran medida a todos los actores regionales. Por lo tanto, China hará caso omiso de tales acusaciones y continuará procurando una relación estable con Corea del norte. (Pueblo en Línea)
11/10/2010