El objetivo deseable del sistema monetario internacional  consiste en «crear una moneda de reserva internacional  desconectada de las naciones individuales y capaz de mantenerse  estable a largo plazo, para evitar las deficiencias inherentes  causadas por el uso de monedas nacionales basadas en crédito»,  explicó Zhou. 

     El gobernador apuntó que el «Derecho Especial de Giro» (DEG),  un activo de reserva internacional creado por el Fondo Monetario  Internacional (FMI) en 1969, tiene el potencial para servir de  moneda de reserva supersoberana. 

     La actual crisis financiera es un testimonio de las  deficiencias inherentes al actual sistema monetario del mundo,  afirmó el funcionario, quien también admitió que la creación de  una nueva moneda de reserva es una meta a largo plazo que requiere la previsión y el coraje de los líderes de varios países. 

     «A corto plazo, hay que fortalecer los mecanismos de monitoreo, evaluación y alerta temprana para que la comunidad internacional,  y en particular el FMI, reconozcan tales riesgos», señaló Zhou con vistas al inicio de la cumbre del G-20 en Londres el próximo 2 de  abril, donde está previsto que los líderes discutan la reforma del sistema monetario y financiero internacional en el contexto de la  actual crisis. 

     La semana pasada, Rusia emprendió una iniciativa similar a la  de China de crear una moneda de reserva supernacional, como parte  de las propuestas para la reforma en la próxima cumbre de Londres.