Según lo indicado en El informe de desarrollo de América Latina y el Caribe (2016-2017) publicado recientemente por el Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales y por la Editorial China de Ciencias Sociales, se estima que en 2017, se revertirá la acelerada tendencia a la baja en la economía de América Latina. Sin embargo, no se proyecta una fuerte recuperaciónen el futuro cercano.
Según lo indicado en El informe de desarrollo de América Latina y el Caribe (2016-2017) publicado recientemente por el Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales y por la Editorial China de Ciencias Sociales, se estima que en 2017, se revertirá la acelerada tendencia a la baja en la economía de América Latina. Sin embargo, no se proyecta una fuerte recuperaciónen el futuro cercano.
En el informe se apunta que América Latina ha experimentado una continua depresión económica desde el año 2016, lo que se refleja en los siguientes aspectos: un continuo deterioro de los indicadores básicos en la economía, la constante y grave recesión y disparidad a corto plazo, la situación severa de las deudas externas, la creciente dependencia de las deudas exteriores, el empeoramiento del entorno externo del mercado, la caída del volumen comercial y de inversión, el estancamiento de la reforma estructural de la economía, la capacidad administrativa relativamente débil, la escasez de instrumentos políticos de carácter anticíclico. Según las estimaciones hechas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se producirá una leve recuperación del crecimiento económico y se espera que la región crezca un 1.3 por ciento. Entre los cuales, América Central y México seguirán manteniendo un crecimiento estable del 3,7 por ciento. Mientras que América del Sur aún se encuentra en una situación difícil para salir adelante, se estima bajo un enfoque positivo que la región crezca un 0,9 por ciento.
De acuerdo con el informe, en la actualidad, América Latina se encuentra en el fondo del ciclo económico, lo cual no solo representa que la región posee condiciones internas y externas para su recuperación, sino que también afronta todavía una cantidad de retos, tales como la falta de incentivos económicos y una capacidad para asumir los riesgos. En el informe también se estima que en 2017, se revertirá la acelerada tendencia a la baja en la economía de América Latina, e incluso se espera que crezca en cierta medida. Sin embargo, dados las crecientes incertidumbres externas, es muy difícil que se materialice una fuerte recuperación en un futuro próximo. También se apunta, según el informe, que se retomará la tendencia de recuperación, aunque que no se aprecia un mejoramiento notable en los indicadores básicos.