El Imperio Medio, con una cultura y tradición milenaria que se desarrolla de forma paralela y aislada de la del mundo occidental, sufrió desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, la terrible experiencia de la decadencia de sus instituciones y la expoliación tanto por los imperios occidentales como por el imperio japonés.
Es a partir de la década de los 60 del siglo pasado, tras la ruptura del Partido Comunista Chino (PCCh) con el Partido Comunista Soviético y secuelas producidas por las experiencia del Gran Salto Adelante y de la Revolución Cultural cuando se llevan a cabo una serie de reformas que le han permitido primero su reconocimiento como representante único de China en las Naciones Unidas y ya en el presente siglo su conversión en una potencia primero regional, y debido a su esfuerzo económico, en un potencia emergente en el Sistema Internacional. La rapidez de estas transformaciones nos obliga a plantearnos las siguientes cuestiones:
a. ¿Qué fases ha seguido en su proceso modernizador?
b. ¿Cuáles han sido los ejes fundamentales diseñados en la Agenda Política del Partido Comunista Chino (PCCh)?
c. Tras su inicial hermetismo político, el PCCh ha desarrollado una agenda global que se aleja de la doble vía política; avances económicos unidos a un aumento de la democracia. ¿Hasta qué punto esta actuación nos obligan a replantearnos la necesidad de revisar las variables y metodologías occidentales y la exportabilidad de las mismas?