El próximo 30 de agosto se celebran elecciones legislativas en Japón. Los vaticinios señalan que el Partido Democrático de Japón (PDJ) obtendrá una gran victoria, abriendo camino a un cambio político en el interior del país, y también en las relaciones internacionales. Según la última encuesta de opinión pública realizada del 7 al 10 de agosto, el 35,9% de los japoneses tiene intención de votar al PDJ en los colegios de representación proporcional, mientras el 18,8% apuesta por el Partido Liberal Democrático (PLD). El PDJ todavía tiene muchas posibilidades de ganar.
Últimamente, el problema de Yasukuni se ha incorporado a la agenda de las elecciones, a medida que acercaba al día 15 de agosto, cuando terminó la Guerra del Pacífico, recalentando el debate. Yasukuni es un santuario sintoísta construido en 1869 para divinizar las almas de los soldados que murieron por El Emperador, la Corte Imperial y el gobierno. Las 2.466.532 almas están divinizadas en Yasukuni. Este tema es importante no sólo para resolver el problema de la separación entre la religión y la política, sino también para considerar las relaciones con China, Corea del Sur y Corea del Norte. Estos 3 países critican a Japón cuando el primer ministro reza en Yasukuni, porque aquí también se hacen ofrendas a los criminales de Grado A de la Guerra del Pacífico, por ejemplo, el primer ministro en esa época.
Este año, el primer ministro, Taro Aso, no ha ido a Yasukuni, porque no quiere convertirlo en un asunto político. Aso ha señalado que mientras “existan dudas acerca de la separación entre la religión y la política, no se normalizarán las visitas de las familias imperiales, el primer ministro y los ministros a Yasukuni. Si voy, mi acción tendrá una significación política. Hay que alejar Yasukuni de la política.” Y, “por lo menos, es un error tratar las almas que sacrificaron su vida por el Estado como un tema político.” Desde el punto de vista del resultado, Aso mantiene una buena relación con China. Pero ex-primeros ministros como Junichiro Koizumi y Shinzo Abe, han ido a Yasukuni el 15 de agosto.
Yukio Hatoyama, el líder de PDJ, ha dicho que no irá a Yasukuni cuando sea primer ministro diciendo que “no es positivo que el primer ministro y los ministros acudan a Yasukuni, donde se diviniza a los criminales de grado A de la guerra”. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China agradeció la actitud de Hatoyama, al señalar su intención de “evolucionar con estabilidad en las relaciones entre China y Japón con base en los 4 documentos políticos y el comunicado conjunto sino-nipón.”
Y también Hatoyama ha dicho que tiene intención de construir un Cementerio Nacional para los Muertos en la Guerra, laico, y que sustituya a Yasukuni. Una vez gane las elecciones, convocará a diversas personalidades para plantearlo en firme. Pero Aso dijo el 14 de agosto, “El problema más grande es si puede haber consenso nacional. Si llegara a construirse, ¿desaparecería el problema de Yasukuni? Creo que no va a ser tan fácil como piensa.”
Corea del Sur ha expresado su bienvenida al plan diciendo que “contribuirá a fortalecer las relaciones entre ambos países, si soluciona un problema sensible entre Corea del Sur y Japón.” Y, China mantiene su posición a que el primer ministro de Japón visite Yasukuni, complementando su valoración asegurando que observará atentamente si el nuevo espacio sustituye a Yasukuni.
De todos modos, la afirmación de Hatoyama asegurando que no visitará Yasukuni cuando sea primer ministro ha sido muy bien acogida en China. Si cumple su promesa, las relaciones van a mejorar más. El 15 de agosto, el PDJ ha anunciado que la popular Makiko Tanaka, ex-ministra de Asuntos Exteriores en la etapa de Koizumi, hija del ex-primer ministro Kakuei Tanaka, quien restableció las relaciones diplomáticas con China en 1972, ha entrado en el PDJ. El PDJ va con viento favorable.
China recibirá aliento para establecer una mejor relación económica con Japón. Sin embargo, al mismo tiempo, la declaración de Hatoyama significa que China perderá una excusa diplomática. Es un demérito para China. Es decir, criticar a Japón es un recurso en la escena diplomática y un activo político importante para favorecer la unidad del país. Y además, el PDJ ya ha declarado que no va a intervenir en los asuntos políticos interiores de China, por ejemplo, Tíbet y Xinjiang. ¿China va a buscar otra excusa diplomática? Habrá que prestar atención a la reacción de China.