Al decidir realizar una investigación sobre la interdependencia compleja y la inserción china en el mercado internacional me he propuesto tratar de entender como un país con un sistema político económico tan particular ha logrado integrarse en el mundo capitalista y globalizado actual[1], especialmente interesante es su relación con Latinoamérica. Para ello, en un primer apartado abordaré los preceptos teóricos de la Interdependencia Compleja, desarrollados por Robert Keohane[2] y Joseph Nye[3], después me referiré a la República Popular China, realizando una contextualización de su proceso de internacionalización desde el viraje propuesto por Deng Xiaoping, para entrar en la relación de China con América Latina, y culminaré con mis conclusiones al respecto de la utilidad de esta teoría para explicar el proceso chino de inserción en el mercado mundial y relacionamiento con América Latina.
La interdependencia compleja
La interdependencia compleja, también entendida como “dependencia mutua”, apareció en la década de los setenta, y se convirtió en uno de los paradigmas para explicar las relacionales internacionales que integraban nuevos actores en el escenario mundial. En 1989 Keohane y Nye, en su obra Power and Interdependence, desarrollan una postura teórica de cómo analizar los procesos de interdependencia que se dan en el mundo actual, entendiendo que la intendependencia “se refiere a situaciones caracterizadas por efectos recíprocos entre países o entre actores de diferentes países”[4]. En este sentido, la interdependencia compleja se basa en ofrecer una alternativa a la visión realista de las relaciones internacionales, la cual en grandes rasgos se basa en que los asuntos militares y de seguridad nacional son los que priman en la agenda internacional. Con su constructo analítico de interdependencia compleja en su crítica del realismo político, “Robert Keohane y Joseph Nye van un paso más allá y analizan cómo la política internacional es transformada por la interdependencia”[5], pues aseguraban que las nuevas realidades del sistema no podían explicarse con el modelo tradicional.
Los autores señalan que la interdependencia tiene tres características principales[6]:
- Canales múltiples conectan las sociedades. Estos canales pueden resumirse como relaciones interestatales, transgubernamentales y transnacionales.
- La agenda de las relaciones interestatales consiste en múltiples temas que no están colocados en una jerarquía clara o sólida. La seguridad militar no domina consistentemente la agenda
- La fuerza militar no es empleada por los gobiernos contra otros gobiernos de la región cuando predomina la interdependencia compleja. La fuerza militar, por ejemplo, puede ser irrelevante para resolver desacuerdos sobre aspectos económicos entre los miembros de una alianza, pero al mismo tiempo puede ser muy importante para las relaciones políticas y militares de esa alianza con un bloque rival.
Estas tres características de la interdependencia compleja originan procesos políticos distintos, que traducen los recursos de poder en poder como control de resultados. Los objetivos variarían también en función de las áreas de problemas al igual que la distribución de poder. Además, se busca redefinir la concepción de que el Estado-Nación es la unidad central en las Relaciones Internacionales.
A partir de tales postulados, se elabora un modelo ideal de la política mundial opuesto al modelo característico del realismo político. La realidad internacional en la mayoría de los casos responderá, según Keohane y Nye, a una situación intermedia entre ambos modelos. En esta teoría, el modelo realista de una sociedad en conflicto con otra es renovado por una idea de globalización, de esta manera los temas se diversifican y desaparece o se flexibiliza la jerarquización, además, el sistema internacional pierde el carácter unívocamente estatocéntrico.
Para entender el papel del poder en la interdependencia, en la que no deja de ser importante, ya que el poder[7] es un elemento intrínseco de la interdependencia, debemos distinguir dos conceptos: sensibilidad y vulnerabilidad. Sensibilidad implica grados de respuesta dentro de una estructura política, y se crea mediante interacciones dentro de un marco de políticas que permanecen constantes. En tanto que la vulnerabilidad de la interdependencia se apoya en la disponibilidad relativa y en el costo de las alternativas que los actores deben encarar, sus desventajas.[8]
Podría decirse, que se pretende desde la teoría de la interdependencia, formular un concepto analítico intermedio, entre el extremo pesimismo del «estado de guerra» y el extremo optimismo de una sociedad encaminada hacia el bien común a través de la cooperación.
Por su parte, Richard Cooper, quien definió́ a la interdependencia económica, siendo el pionero en esta área, señala que existe una carencia en la definición de la teoría de interdependencia. Al respecto de ello, señala:
No hay casi ningún estudio en la economía mundial que no contenga alguna referencia al creciente grado de interdependencia. Sin embargo llama poderosamente la atención la ausencia de una definición precisa de ese fenómeno. Por supuesto conocemos el significado que por lo general se atribuye a este término. Connota una especie de dependencia recíproca entre dos países o dos grupos de países, a diferencia de la situación de dependencia, en la que una de las partes sufre la influencia de la otra, pero no ejerce ninguna influencia sobre la última. (Cooper, 1982, pág. 67)
Por su parte, Hoffman señala que “las relaciones internacionales constituyen una suerte de ciencia social, existe una fuerte convergencia cronológica entre las necesidades políticas y las relaciones económicas globales y la interdependencia mundial”. (Hoffman, 1977, pág. 10).
Para entender como la teoría de la interdependencia ha influido en las relaciones internacionales, Keohane y Nye señalan como punto de partida, el interés que tiene cada Estado por maximizar sus intereses de poder. De esta manera, cada país ha encontrado en la interdependencia, un mecanismo para alcanzar objetivos que individualmente eran difíciles de alcanzar. (Keohane & Nye, 1989, pág. 117)
En la actualidad, los Estados han visto la posibilidad de alcanzar mejores resultados mediante acciones multilaterales conjuntas, ya que cada uno de los Estados soberanos, en sus decisiones y ante el derecho internacional, son reconocidos como actores jurídicamente igualitarios y por lo tanto pueden establecer convenios y acuerdos.
Stephen Krasner define a estos regímenes internacionales como conjuntos de principios, normas, reglas y procedimientos, de tomas de decisiones, implícitas o explícitas, alrededor de los cuales las expectativas de los actores convergen en un área determinada de las relaciones internacionales. (Krasner, 1990, pág. 47)
De esta manera, los regímenes internacionales están vinculados a la interdependencia, puesto que surgen de la relación entre los actores del derecho internacional que toman decisiones que no se basan exclusivamente en decisiones independientes, sino de acuerdo al contexto internacional; en otras palabras, renuncian a esta independencia con el objeto de resolver dilemas de intereses y conflictos comunes, que requieren de la colaboración entre Estados.
Por lo anterior, la teoría de la dependencia nos sirve de apoyo para el estudio de la inserción del gigante asiático en la economía capitalista mundial, haciéndolo un actor importante del proceso globalizador, en que los actores ya no están aislados unos de otros y se encuentran interelacionados por las relaciones económicas que poco a poco han ido abarcando otras esferas, como la cultural[9]. Desde el punto de vista de la interdependencia, las relaciones están basadas en el reconocimiento mutuo de una dependencia hacia otro Estado.
China y su inserción al mercado mundial
La reforma del modelo de desarrollo de China[10] es objeto de la atención internacional, su inserción al mercado mundial se enmarca dentro del proceso de globalización y liberalización de los mercados que se ha intensificado en la última década.
En diciembre de 1978, en la celebración del 3ra Sesión Plenaria del Comité Central del XI Congreso de Partido Comunista Chino, se tomó la decisión histórica de la reforma y apertura, abriendo un nuevo periodo de la modernización china. La prioridad del trabajo del Partido y Gobierno se trasladó a la construcción modernizadora. Se materializó el histórico viraje, abriendo el camino del socialismo con características chinas, se creó la teoría de Deng Xiaoping.
Durante las décadas de 1980 y 1990, con la profundización de la reforma y la apertura, China siguió explorando teorías económicas y modelos de desarrollo económico que se adaptaran mejor a la realidad del país y a las condiciones reales de desarrollo puestas en prácticas.
Con Deng Xiaoping e incluso con Jiang Zemin, podría decirse que China manejó un bajo perfil en sus relaciones con el exterior. Pero, a partir del ascenso al poder de Hu Jintao, gracias a los éxitos cada vez más relevantes en lo económico, muchos sectores de la política y la academia empezaron a reclamar un papel más activo de China en los asuntos internacionales[11]. Dirigiendo sucesivamente la dirección colectiva central, los dirigentes chinos han persistido en la política de reforma y apertura externa iniciada por Deng Xiaoping, propiciando en China una estabilidad política, una economía creciente y una diplomacia activa, con Hu Jintao y ahora bajo la dirección de Xi Jinping.
Ahora bien, en su postura oficial, China sigue una política exterior de paz bajo el principio de independencia y autodecisión, cuya meta fundamental es defender la independencia, la soberanía y la integridad territorial, crear un favorable ambiente internacional para la reforma y la apertura al exterior, preservar la paz mundial e impulsar el desarrollo común, sobre la base de los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica[12].
La prioridad de la política exterior China actual fue expresada en las palabras del canciller Wang Yi, el 8 de marzo de 2015[13], quien subrayó las claves de la política exterior de China: una prioridad y dos líneas. Una prioridad es la promoción integral de “Una Franja y Una Ruta”[14], las cuales empujarán la resurrección de Eurasia, y las dos líneas son la Paz y el Desarrollo.
China y su relación con América Latina
Dentro del marco de la cooperación sur-sur, surgen entre China y América Latina relaciones económicas muy interesantes, y por demás importantes por su impacto en la dinámica internacional e histórica global.
La razón de utilizar la interdependencia compleja, como una teoría para entender la relación de China con América Latina, radica en que la relación que se mantiene no es una relación interestatal pura, pues está compuesta de varios actores estatales y no estatales, pues la naturaleza de las distintas interconexiones a nivel internacional se producen entre actores de diversa índole, si bien los Estados son los principales impulsores de la misma. Especialmente importante, es el papel que China le ha otorgado a los organismos internacionales y mecanismos de integración regional.
Es así que, para entenderla, se requiere una teoría adecuada que provea las herramientas adecuadas para la situación específica que desea estudiarse. De esta manera las teorías que conllevan las ideas del equilibrio de poder y de la seguridad nacional resultan muy pobres para el análisis de los problemas de la interdependencia económica, situación que es precisamente la que se presenta entre China y los países de América Latina. La interdependencia raramente es simétrica, por lo que sus preceptos se adecuan a la realidad que se presenta entre China y América Latina, muy diversa en sí misma.
Entonces, tenemos que China, está dispuesta a ofrecer mejores términos en diversas áreas de negociación y financiamiento que los mecanismos tradicionales para la región (Estados Unidos, FMI, BM), lo que progresivamente ha venido propiciando la cooperación de China en la región. Ejemplo de ello, es la primera reunión del Foro China-CELAC, en enero de 2015, que es el nuevo mecanismo de cooperación que «abre un nuevo capítulo“[15] en los lazos sino-latinoamericanos y ofrece una plataforma para el acercamiento entre ambas partes.
China mantiene ahora relaciones diplomáticas con 21 países latinoamericanos y caribeños mientras los otros 12 tiene lazos diplomáticos con Taiwán[16]. Es el segundo socio comercial más grande de América Latina, y la suma total del intercambio comercial ya representa más de 6.2% del valor de comercio exterior de China[17].
Los principales productos de intercambio comercial entre China y América Latina:
- Importación de China: Partes de computadoras, autopartes, plásticos, componentes de circuito integral, aceite, soya, chatarra, acero, cobre, cuero, minerales de hierro, lana, pulpa de celulosa, harina de pescado
- Exportación de China: Farmacéuticos, neumáticos, carbón, parafina, electrodomésticos, motos y motocicletas, bicicletas, barcos, productos de viaje, textiles y confecciones, zapatos, juguetes.
Si bien se ha multiplicado la canasta exportadora de bienes en 22 veces, esta sigue concentrada en cinco productos: soya, cobre, cobre refinado, hierro e hidrocarburos. En tanto, las inversiones chinas se realizan principalmente en Argentina, Brasil, Venezuela y Ecuador[18]. Cifras oficiales indican que China ya es el primer o segundo destino de las exportaciones para varios países sudamericanos, y es uno de los tres primeros proveedores de importaciones para casi todos los países de la región[19].
La presencia de China en los Mecanismos de cooperación regional latinoamericanos: participa en mecanismos de consulta con el Grupo de Río, MERCOSUR, CAN y CARICOM, mecanismo de Diálogo Periódico a nivel de Cancilleres con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), como observador del BID, PARLATINO, ALADI, OEA y Alianza del Pacífico y como miembro del Banco Americano de Desarrollo y del Banco Caribeño de Desarrollo. Además, cabe resaltar su buen relacionamiento con la CEPAL, organismo con el que ha ido estableciendo estrechos lazos.
Tanto los dirigentes de China como de los países de América Latina prestan una importancia estratégica al desarrollo de las relaciones bilaterales y en más recientemente en bloque. Son muy frecuentes las visitas de alto nivel y los contactos entre los mandatarios en los foros internacionales y multilaterales, los cuales han servido para afianzar la confianza política y promover la profundización de las relaciones bilaterales, lo que ha provocado que las relaciones sino-latinoamericanas estén dirigiéndose a una nueva etapa, en la que se desarrollan en forma más sólida y sostenida.
Del interés de China podemos decir que centra su atención en tres aspectos principales: económico-comercial, político y estratégico. Está interesada principalmente por un lado, en obtener recursos y, por otro, en abrir nuevos mercados para sus productos (de alta tecnología, ya no sólo manufacturas).
Es en este contexto, que durante este siglo XXI China ha mirado hacia América Latina como una región a la cual percibe como un gran socia en la cooperación para el desarrollo, intensiones que se ven reflejadas más recientemente en las iniciativas de incluirla en el Foro para la Cooperación Internacional «Cinturón y Ruta» celebrado el 14 y 15 de mayo en Beijing, y en la celebración el 1 y 2 de junio del III Foro de Cooperación en Infraestructura China – América Latina y el Caribe[20] enmarcado en el Foro de Cooperación China-CELAC[21], pues consideran a la región una prolongación natural de la ruta marítima de la Seda del siglo XXI. Así mismo, en diciembre se celebrará la 11º Cumbre Empresarial China-América Latina y el Caribe (China-LAC) en Uruguay, que se llevó a cabo el año pasado en México, todas estas iniciativas están incluidas en el Plan de Cooperación con América Latina 2015-2019, lanzado por China a instancias de la CELAC. Para América Latina y el Caribe es fundamental China, que es hoy su segundo socio comercial e incrementa cada día más sus inversiones en la región. Y como ha manifestado Bárcena en numerosas oportunidades, la relación de China con América Latina y el Caribe genera oportunidades «enormes» para todos.
Y es que, de acuerdo con cifras oficiales, mientras en el año 2000 el comercio entre China y América Latina-Caribe era de 12.600 millones de dólares, en 2016 alcanzó los 216.600 millones de dólares[22].
Con la meta conjunta de mejorar los mecanismos de discusión sobre diversos asuntos, entre ellos el económico, la capital chilena (Santiago) recibirá en enero de 2018 el segundo encuentro ministerial del Foro de China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Conclusiones
El mundo de hoy se encuentra en un proceso histórico de grandes desarrollos, transformaciones y reajustes, el cual se caracteriza por el acelerado desarrollo de los grandes países emergentes y el constante aumento de la fuerza regional de los numerosos países en vías de desarrollo. Siendo por igual importantes integrantes del mundo en desarrollo, China y América Latina tiene por delante las mismas tareas y comparten amplios intereses en común en lo que respecta a la consecución de su propio desarrollo sostenible, la promoción de la multipolarización del mundo y el enfrentamiento conjunto a los desafíos de carácter global.
Entendiendo que la Interdependencia Compleja es la teoría de las relaciones internacionales que explica la ausencia de uso de la fuerza, la falta de jerarquía en los asuntos a tratar y la presencia de múltiples canales de contacto entre las sociedades. Vemos que es el enfoque teórico que mejor explica y acentúa la importancia de actores no gubernamentales en las relaciones internacionales, sobretodo en el ámbito de la cooperación económica, en el que se pueden realizar acciones de cooperación entre distintos actores y niveles jerárquicos.
Sin embargo, no hay que olvidar lo que plantea Del Arenal, quien señala que el modelo de la interdependencia, que privilegia las relaciones de cooperación y la idea de comunidad de intereses, tienden a ignorar o encubrir la dimensión conflictiva de las relaciones internacionales o transnacionales y las profundas diferencias económicas, sociales, culturales que caracterizan al sistema internacional[23]. De allí, que podría discutirse como plantea Cooper, si nos encontramos ante “El Consenso de Beijing”[24], el modelo chino que relevará el Consenso de Washington.
En todo caso, el multilateralismo y regionalismo, ya que las dos son formas complementarias para abrir las economías[25], parecen ser los mecanismos ideales de la inserción China en la economía mundial. En un mundo globalizado, las relaciones comerciales de cualquier Estado son un pilar fundamental en su desarrollo económico y social, China se ha vuelto especialmente importante para Latinoamérica, y es el espacio al que América Latina se ha dirigido para expandir y diversificar sus relaciones económicas.
Bibliografía
Crane, G.T. & Amawi, A. (1997). The Theoretical evolution of international political economy: a reader. New York: Oxford University Press.
Del Arenal, Celestino. Introducción a las Relaciones Internacionales. Tecnos. 1994
Hoffman, S. (1977). Essays in Theory and Practice of International Politics. . Colorado: An American Social Science.
Keohane, Robert y Nye, Joseph (1988). Poder e Interdependencia: la política mundial en transición. Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, Argentina.
Keohane, R. O., & Milner, H. V. (1996). Internationalization and Domestic Politics. Cambridge: Cambridge University Press
Krasner, S. (1990). Interdependencia simple y obstáculos para la cooperación entre México y Estados Unidos. Torres.
Wolf, Martin. ¿Sobrevivirá el Estado – Nación a la Globalización? Revista Foreign Affairs. Enero/ febrero 2001, Volumen 80, No. 1.
Fuentes electrónicas
http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cartera/finanzas/2016/11/24/llama-cepal-mirar-hacia-al-y-china
http://www.elpais.cr/2017/05/15/cepal-dice-que-foro-franja-y-ruta-contacta-a-la-region-con-asia/
http://www.flacsoandes.edu.ec/biblio/catalog/resGet.php?resId=18312
[1] Una economía «globalizada» podría definirse como aquella en que la distancia ni las fronteras nacionales obstaculizan las transacciones económicas. En Wolf, Martin. ¿Sobrevivirá el Estado – Nación a la Globalización? Revista Foreign Affairs. Enero/ febrero 2001, Volumen 80, No. 1.
[2] Nació el 3 de Octubre de1941, Chicago Illiniois, EE.UU. Considerado uno de los teóricos más importantes de las RR.II del Siglo XX. En muchos sentidos su libro clásico Poder e interdependencia. La política mundial en transición (escrito en colaboración con Joseph S. Nye) se anticipó y analizó de una manera sistemática y profunda el complejo fenómeno que hoy en día se denomina «globalización».
[3] Nacido el 19 de enero de 1937. En South Orange. Geopolitólogo y profesor estadounidense, co-fundador, junto con Robert Keohane, de la teoría del neoliberalismo de las relaciones internacionales, desarrollada en el libro Poder e Interdependencia en 1977. Junto con Keohane, allí desarrolló los conceptos de interdependencia asimétrica y compleja. También exploró las relaciones transnacionales y la política mundial, en un volumen editado en la década de 1970.
[4] Keohane, Robert y Nye, Joseph. Poder e Interdependencia. Grupo Editorial Latinoamericano. 1988. p8.
[5] Ver: Crane & Amawi 1997: 107-109.
[6] Keohane, Robert y Nye, Joseph. Ob. Cit. p41
[7] Definido como “la habilidad de un actor para hacer que otros hagan algo que en otras circunstancias no harían (y a un costo aceptable para el actor)”. Ver: Keohane, Robert. Joseph Nye. Ob. Cit. Página. 11
[8] Keohane, Robert. Joseph Nye. Ob. Cit. Página. 26.
[9] En este sentido, es preciso mencionar el concepto de “Soft Power” que también es un concepto de Joshep Nye, más reciente, y sobre el que no ahondaremos en este estudio.
[10] La República Popular China, cuyo nombre abreviado es China, se encuentra en el este del continente asiático y en la orilla occidental del océano Pacífico.
[11] Conforme a la Constitución china (1982), la actual división administrativa del país se articula en tres niveles: provincial, distrital y cantonal. Actualmente, en China hay 4 municipios bajo jurisdicción central (Beijing, Shanghai, Tianjin, Chongqing), 23 provincias, 5 regiones autónomas (Región Autónoma de Mongolia Interior, Región Autónoma del Tíbet, Región Autónoma Zhuang de Guangxi, Región Autónoma Hui de Ningxia, Región Autónoma Uigur de Xinjiang) y 2 regiones administrativas especiales (Hong Kong, Macao).
[12] Respeto mutuo por la soberanía y la integridad territorial, la no agresión mutua, la no interferencia en los asuntos internos de otros países, igualdad y beneficio mutuo, y la coexistencia pacífica.
[13] El Ministro ofreció una conferencia de prensa en ocasión de la celebración en el Gran Palacio del Pueblo de las sesiones de la Conferencia Consultiva Política Popular y la Asamblea Popular Nacional.
[14] Las iniciativas de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, conocidas como “Una Franja y Una Ruta», fueron planteadas por el presidente Xi Jinping en 2013. Su objetivo es fortalecer los vínculos económicos entre China, el resto de Asia, Oriente Medio, África y Europa, mediante el desarrollo de varios corredores económicos, tanto terrestres como marítimos, así como promover el desarrollo económico en los distintos países y regiones participantes.
[15] Alicia Bárcena Ibarra, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
[16] Los 21 países con lazos diplomáticos con China representan más del 90% de extensiones territoriales, de la población total y del valor total del PIB de todo el continente latinoamericano.
[17] Algunas estimaciones sugieren que en 15 años, China se convertirá en el mayor socio comercial de América Latina.
[18] Ver: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cartera/finanzas/2016/11/24/llama-cepal-mirar-hacia-al-y-china
[19] ver: http://www.elpais.cr/2017/05/15/cepal-dice-que-foro-franja-y-ruta-contacta-a-la-region-con-asia/
[20] Este Foro que anualmente se realiza en Macao, a alcanzado un incremento interanual de aproximadamente 39% de las inversiones directas no financieras de China en América Latina. Ver: spanish.xinhuanet.com
[21] ver: http://www.chinacelacforum.org/esp/
[22] ver: http://www.telesurtv.net/news/Preven-oportunidades-enormes-en-relacion-China-America-Latina-20170326-0001.html
[23] Del Arenal, Celestino. Introducción a las Relaciones Internacionales. p314.
[24] Término acuñado por el ex-editor de la Revista Time, Joshua Cooper Ramo en el año 2004.
[25] Ver: http://www.flacsoandes.edu.ec/biblio/catalog/resGet.php?resId=18312