La Inversión Extrajera Directa (IED) de la República Popular China se despliega sobre el mundo a partir de la profundización de su estrategia “Go Global”, acentuada con la gestión de su creciente reserva de divisas y esquemas de financiamiento, que impulsó el gobierno chino, encabezada por sus empresas estatales, con especial interés para hacerse de recursos materiales e insumos que le garanticen abastecimiento a largo plazo y de calidad. China no es el mayor inversor en Latinoamérica pero sí el que vuelca recursos más aceleradamente, proceso que incluso financia. Las empresas chinas se asientan en Latinoamérica para trabajar en la extración de recursos naturales, con énfasis en petróleo y minería, aunque es incipiente su presencia en actividades manufactureras y servicios, destacándose los sectores automotriz y bancario, respectivamente. El desembarco en Latinoamérica no fue ni es sencillo, pues han encontrado dificultades que van de cuestiones culturales y de gestión, hasta de tratamiento e interpretación de las leyes laborales vigentes, el tratamiento político de su relación con los gobiernos locales y nacionales, y conflictos sociales y medioambientales de diversa magnitud.