El presidente surcoreano Lee Myung-bak ha iniciado una primera visita oficial de cuatro días a China – del 27 al 30 de mayo- para reunirse también por primera vez con el presidente chino Hu Jintao y tratar sobre la situación actual y las perspectivas futuras de las relaciones bilaterales entre ambos países.
Es evidente que lograr profundizar las relaciones con China seguirá siendo una clara prioridad de la política exterior coreana. Existen razones económicas y comerciales dadas la creciente interdependencia económica con China y la irrupción de esta como potencia económicamente emergente y un competidor en los mercados asiáticos pero también globales. También existen razones políticas, como el logro de una solución pacífica y positiva del conflicto inter-coreano. Lee Myung-bak confirmará personalmente a Hu Jintao, que el reforzamiento de su alianza con los Estados Unidos y con Japón, que constituyeron, el pasado abril, el destino del primer viaje al exterior del presidente surcoreano, no debe afectar al interés coreano de ampliar la cooperación bilateral con China.
a) Las relaciones económicas
Las relaciones comerciales son, desde que se restablecieron las relaciones diplomáticas en agosto de 1992, cada vez más intensas y se aceleraron, a partir de noviembre de 2005, con la decisión coreana de reconocerle a China el status de economía de mercado. Corea del Sur es, después de Japón, el segundo país exportador a China. Y esta es el primer país de origen de las importaciones coreanas, hecho que se explica en parte, por la fuerte presencia de empresas coreanas – unas 40.000- operando en el continente chino. El comercio bilateral alcanzó, en 2007, la cifra de 159,8 billones de dólares, un 19,1% superior a la de 2006. Corea del Sur disfruta de un claro superávit comercial de 47,6 billones de dólares ya que sus exportaciones a China sumaron 103,7 billones, frente a unas importaciones por un valor de 56,1 billones. Las inversiones coreanas en China ya han superado las efectuadas en los EEUU. También siguen creciendo los intercambios turísticos.
Sin embargo, algunos medios de comunicación coreanos se habían hecho eco últimamente sobre la situación de algunas PYMES coreanas que empezaban a tener problemas de diversa índole para hacer negocios en suelo chino y que han cerrado o se plantean cerrar para trasladarse a otros países asiáticos como Vietnam y la India. Cabe recordar que el marco jurídico chino, tanto fiscal como laboral, ha sido modificado el pasado año 2007. Muchas PYMES coreanas se establecieron en Quingdao, un puerto sito en el noreste chino frente a la península coreana, para aprovecharse del bajo coste de la mano de obra y de las ventajas fiscales. Ahora han visto reducir drásticamente sus anteriores beneficios y tienen dificultades para mantener sus negocios en China. Algunas han cerrado e incluso se ha hablado de casos de empresarios coreanos que abandonaron súbitamente y con “nocturnidad” sus empresas. No es, pues, una casualidad que Lee Myung-bak haya incluido en su viaje, además de Pekín, una visita a Quingdao para apagar la polémica surgida y dar un claro mensaje político y económico de la voluntad coreana de seguir invirtiendo en China. Es verdad que en China no es oro todo lo que reluce y hay riesgos económicos, pero los mismos que pueden existir en las inversiones en otras economías emergentes.
De todos modos, cabe calificar, actualmente, como positivas las relaciones económicas entre los dos vecinos. Lee Myung-bak, el presidente “pro business” quiere incrementar el comercio y las inversiones en China y ampliarlo con la firma de nuevos acuerdos de cooperación bilateral, especialmente en el campo energético y medioambiental. Ha viajado acompañado de un séquito de 38 altos representantes de la flor y nata de los “Chaebols” (Samsung, Hyunday-Kia, LG, POSCO, Doosan, Samyang, Aiana, etc) y de las organizaciones empresariales que agrupan a las grandes empresas pero también de las PYMES coreanas.
Seúl no descarta iniciar próximamente las negociaciones para concluir un Acuerdo de Libre Comercio (FTA, por sus siglas en inglés) entre ambos países que también comparten con Japón la voluntad de fomentar una mayor cooperación comercial regional en el marco de la ASEAN+3. Sin embargo, existen claras dudas sobre la conveniencia de alcanzar un FTA con China. Se teme su impacto negativo en los sectores agrícola y pesquero coreanos. Antes deben despejarse las grandes dificultades existentes para la ratificación del FTA con Estados Unidos así como finalizar las negociaciones de un FTA con la UE. Además, se quiere ser prudente en la cuestión de la transferencia o incluso fuga de tecnología coreana a China. Existen algunos temores e interrogantes cara el futuro cuando el creciente desarrollo económico y tecnológico chino acabe por afectar negativamente a la competitividad de sectores claves de la economía coreana cuya salud depende principalmente del sector exterior.
b) Las relaciones políticas
Los anteriores presidentes Kim Dae-jung y Roh Moon-hyung priorizaron el dialogo y el entendimiento político con China paralelo al desarrollo de la “Sunshine Policy” en sus relaciones con Corea del Norte, así como una menor dependencia política con los EEUU y un relativo distanciamiento con Japón. Lee Myung-bak tendrá, en cambio, que hacer gala de su pragmatismo y saber maniobrar para entenderse a la vez con EEUU y China, con la cuestión norcoreana sin estar aún plenamente resulta.
El presidente surcoreano manifestará a Hu Jintao, al llegar a Pekín, no solo con palabras sino con hechos, la solidaridad de su país con las victimas del terremoto que azotó, el pasado 12 de mayo, a la provincia de Sichuan. Es uno de los primeros dignatarios extranjeros que viaja a China desde que aconteció el desastre y Corea del Sur ha ofrecido y aportado una importante ayuda humanitaria a la zona y población afectada.
Pero el tema más importante en la agenda política continua siendo la cuestión norcoreana. China juega un papel importante en este tema, ya que es el aliado político y principal socio comercial de Pyongyang. Lee Myung-bak pedirá a Hu Jintao una mediación más activa de China para que se pueda restaurar pronto el diálogo inter-coreano que está bloqueado por Pyongyang desde la llegada de la nueva administración surcoreana. Asimismo, reafirmará su firme compromiso a dar apoyo económico y energético al Norte en el caso de que este abandone definitivamente su programa nuclear. Seúl tiene prisa porque observa con preocupación la creciente colonización económica china en Corea del Norte. Es previsible que Lee Myung-bak manifieste también su preocupación por el respeto de los derechos humanos en relación a los refugiados norcoreanos en China, los cuales son considerados por esta como emigrantes ilegales económicos y susceptibles de ser deportados a Corea del Norte.
Estamos en un momento que puede ser clave para desbloquear el dossier norcoreano. Esta encuentro entre Lee Myunb-bak y Hu Jintao coincide en el tiempo con la visita, esta misma semana a Pekín, del enviado y negociador estadounidense Chisthopher Hill para reunirse con el enviado norcoreano Kim Gye-gwan para valorar la lista de documentos entregados por Pyongyang. Los norcoreanos también someterán a los chinos una declaración de su programa nuclear.