El ministro chino de Asuntos Exteriores Yang Jiechi, de visita en Estados Unidos, instó aquí el martes a ampliar y profundizar los intercambios académicos entre China y EEUU para avanzar en las relaciones bilaterales.
Yang hizo estos comentarios en el discurso que pronunció en la inauguración del “Instituto Kissinger sobre China y EEUU” en el Centro Internacional Woodrow Wilson para Académicos (Woodrow Wilson International Center for Scholars), que llevaba por título “Las relaciones China-EEUU en el nuevo siglo”.
Yang alabó al que fuera secretario de estado de EEUU, Dr. Henry Kissinger, por dedicar “su energía y sabiduría al avance de las relaciones China-EEUU”.
El instituto establecerá un comité asesor integrado por unos 20 dignatarios chinos y estadounidenses, que estará codirigido por Kissinger y Xu Kuangdi, presidente de la Asociación para la Amistad de los Pueblos de China y EEUU y presidente de la Academia China de Ingeniería, y llevará a cabo intercambios académicos y cooperación con el Instituto Popular Chino para Asuntos Exteriores.
“Espero y creo que el Instituto Kissinger se ocupe activamente de los intercambios con académicos chinos para la ampliación y profundización de sus estudios académicos y haga lo propio para alcanzar unas relaciones constructivas y cooperativas entre China y EEUU”, manifestó Yang.
Este instituto se ha creado justo cuando China y EEUU celebrarán a finales de este año y principios del próximo el 30º aniversario de sus relaciones diplomáticas, indicó.
“Las relaciones China-EEUU han andado un largo camino y han logrado destacados progresos en los últimos 30 años”, señaló Yang. “El crecimiento de las relaciones entre China y EEUU no sólo ha beneficiado enormemente a ambos países y pueblos, sino que también ha contribuido profundamente a la paz y al desarrollo del mundo.
El alto diplomático chino apuntó que las actuales relaciones China-EEUU tienen algunas caracterízticas destacadas, como unos contactos e intercambios de alto nivel más frecuentes, intereses económicos más interconectados, aumento de la coordinación y cooperación en asuntos internacionales, ampliación de canales para el diálogo y la comunicación y profundización en la amistad entre los dos pueblos.
En vistas del inicio del nuevo siglo, cuando la comunidad internacional está afrontando excepcionales oportunidades para el desarrollo y aumentan las incertidumbres y los factores de desestabilización, Yang pidió que China y EEUU, el principal país en vías de desarrollo y el principal país desarrollado respectivamente, trabajen duro para profundizar en la cooperación y construir un marco de trabajo duradero y estable para sus relaciones bilaterales del futuro.
Sugirió que las relaciones China-EEUU han de ser vistas y tratadas desde una perspectiva de largo plazo y estratégica, manteniendo su dirección correcta, y que los dos países se juzguen uno al otro de un modo objetivo y sensible para seguir intensificando su confianza estratégica mutua.
También apuntó que los dos países han de ampliar sus intercambios y cooperación, trabajar juntos para promover los intereses comunes en los negocios, la lucha contra el terrorismo, el cumplimiento de la ley, los intercambios militares, así como científicos y tecnológicos, educativos, culturales…, como una vía para fortalecer, ampliar y mejorar la cooperación bilateral.
Yang abogó por un estilo constructivo para atajar adecuadamente las cuestiones en las que se difiere y temas sensibles, y evitar que obstaculicen los intereses generales de las relaciones bilaterales.
Asimismo, subrayó la necesidad de promover activamente los intercambios de personas y consolidar el apoyo popular a la amistad China-EEUU.
A menos de 10 días del inicio de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, Yang aprovechó la ocasión para expresar que organizar este acontecimiento deportivo es “un sueño de un siglo para el pueblo chino” y que China está segura de que hará de él un gran éxito.
Por su parte, Kissinger encomió los grandes logros hechos por China en relación a su desarrollo y apuntó que ningún problema global se puede resolver sin la cooperación entre China y EEUU.
Instó a los dos países a trabajar en conjunto para abordar toda la clase de desafíos que el mundo está afrontando.
Stephen Hadley, asistente del presidente en asuntos de seguridad nacional, indicó que las relaciones China-EEUU nunca habían sido tan sinceras, dinámicas y constructivas como lo son actualmente y que seguirán intensificándose en el futuro.