Ponen en marcha el establecimiento de la comunidad China-AL de destino común

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

BOGOTA, 22 may (Xinhua) -- Las fotografías del trayecto del primer ministro chino, Li Keqiang, en el metro de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, a bordo de vagones de fabricación china, circulan ampliamente por los medios de comunicación locales y se han convertido en signo de "la cooperación en capacidad productiva" y de los "intercambios culturales" entre China y América Latina.


BOGOTA, 22 may (Xinhua) — Las fotografías del trayecto del primer ministro chino, Li Keqiang, en el metro de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, a bordo de vagones de fabricación china, circulan ampliamente por los medios de comunicación locales y se han convertido en signo de «la cooperación en capacidad productiva» y de los «intercambios culturales» entre China y América Latina.

En un momento en el que la recuperación económica mundial se muestra débil, se incrementa la presión sobre el cambio de modelo de crecimiento económico de China, con la ralentización de la tasa de crecimiento del país asiático.

Por su parte, los países latinoamericanos afectados por el debilitado mercado exterior y la caída de los precios de las «commodities», sufren una mayor presión ante el balance del comercio internacional, la inflación y la mala situación macroeconómica.

En este contexto la actual gira latinoamericana de Li Keqiang, no solo trae tecnologías y fondos a la región, sino también iniciativas de cooperación en capacidad productiva y confianza en la profundización de la cooperación para el desarrollo.

Brasil, con alta densidad demográfica, gran escala de mercados y sistemas industriales completos, cuenta con facilidades para encabezar la promoción de la cooperación en capacidad productiva y fabricación de equipamientos.

La cooperación sino-brasileña servirá de ejemplo y de guía para otros países de la región. Según Li, Brasil es «una guía indiscutible» para la economía latinoamericana y para el proceso de integración.

Desde el punto de vista histórico, la ventaja latinoamericana, tierra rica en recursos y yacimientos, no se ha traducido en ventaja de desarrollo. Factores importantes son el bajo nivel de industrialización, la falta de fondos y de tecnologías, y la atrasada infraestructura, que impiden el desarrollo.

Un economista argentino dijo que «exportamos cada año miles de millones de dólares de soya, pero la importación de bienes de capital, productos intermedios y combustibles desde Europa y América del Norte agotan casi la mitad de los ingresos por la exportación. El enorme gasto en la construcción de infraestructura atrasa la industrialización argentina».

La visita de Li está caracterizada por la cooperación, en capacidad productiva y fabricación de equipamientos, uniendo las necesidades latinoamericanas con las ventajas chinas.

Al reunirse con el presidente colombiano Juan Manuel Santos, el primer ministro chino resumió con las palabras «bajo coste y alto nivel» la ventaja de la cooperación sino-latinoamericana en capacidad productiva y fabricación de equipamientos.

«Queremos instalar en el mismo lugar de Colombia las fábricas para producir acero y hierro, y materiales de construcción que necesitan las obras de infraestructura, así no solo se podrá bajar el costo de las obras de la infraestructura local, sino también aumentar las fuentes de trabajo para la región», dijo el premier chino.

La visita de Li es oportuna para ambas partes. Con la entrada del nuevo siglo, el comercio sino-latinoamericano aumentó en siete años de 10.000 millones a 100.000 millones de dólares, mientras que en los cuatro siguientes alcanzó los 200.000 millones de dólares, reflejando una pronunciada aceleración del crecimiento.

Sin embargo, desde 2012 el comercio bilateral se ha estancado durante tres años en 260.000 millones de dólares, lo cual está relacionado, principalmente, con los factores del ambiente comercial global, aunque en el fondo muestra aún más la escasez del dinamismo comparativo del cual depende el comercio bilateral.

Para lograr un avance comercial es necesario aumentar la inversión mutua bilateral y la cooperación en la producción.

Desde una visión más amplia, América Latina no quiere limitarse a servir de «proveedor global» de productos primarios. China tampoco quiere ser siempre «la fábrica mundial» de productos baratos.

La estructura de comercio de productos ordinarios industriales y de materias primas no supone un desarrollo sostenible, y ambas partes deben promover la modernización industrial y el cambio del modelo de crecimiento económico.

«Con la cooperación internacional en capacidad productiva como punto de salida, hace falta promover el cambio del modelo de crecimiento económico y comercial, y crear un modelo actualizado de cooperación sino-latinoamericana», esta es la estrategia de beneficio mutuo planteada por el primer ministro Li en su visita a Brasil.

En los últimos 30 años, el proceso de industrialización y urbanización en China ha promovido la exportación latinoamericana de materias primas. Ahora, el nivel de fabricación china está ascendiendo, y la capacidad productiva y la fuerza crediticia se están acumulando. En estos momentos la tecnología y el capital chino regresa a América Latina en forma de inversión, promoviendo la construcción de infraestructura y la modernización industrial de América Latina. China y América Latina están estableciendo una comunidad de destino compartido.

Actualmente la cooperación general sino-latinoamericana tiene un claro mapa de ruta y una eficiencia magnífica. En julio de 2014, durante su viaje a América Latina, el presidente chino, Xi Jinping, planteó el nuevo esquema de cooperación sino-latinoamericano «1+3+6» para promover la cooperación.

El esquema se refiere a un plan, tres motores y seis sectores. Los tres motores de la cooperación son el comercio, la inversión y el financiamiento, mientras que los seis sectores son energía y recursos; construcción de infraestructura; agricultura; manufactura; innovación científica y tecnológica; y tecnologías informáticas.

En enero de 2015 la primera reunión ministerial del Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) aprobó el plan de cooperación sino-latinoamericano para los próximos cinco años, ofreciendo el mapa de ruta para la nueva estructura de cooperación bilateral.

Cuatro meses después, el primer ministro chino Li Keqiang visita América Latina, no solo con fondos millonarios para emprendimientos en infraestructura, sino que también atestiguando la firma de una serie de convenios financieros de energía e infraestructuras y poniendo en marcha el estudio de viabilidad de proyectos prioritarios como el tren transcontinental, que unirá la costa pacífica peruana con la atlántica brasileña.

Todo esto muestra la sinceridad y eficiencia de China para la construcción de la comunidad de destino común sino-latinoamericana.

Pero dicha comunidad no tiene solo la economía como enlace, sino también la solidaridad entre pueblos. En vísperas de la visita de Li Keqiang a Colombia, tuvo lugar un desprendimiento de tierra en el noroeste del país latinoamericano que acabó con la vida de más de 80 personas. El presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Keqiang, enviaron mensajes de solidaridad y ofrecieron ayuda, lo cual generó buenas reacciones entre la población colombiana.

En un foro celebrado en Colombia, el premier chino dijo que su presencia en este país no solo pretende promover la cooperación y la innovación, sino también acercar los corazones de los pueblos sino-latinoamericanos.