Las relaciones entre China y América Latina y el Caribe se han desarrollado de manera vertiginosa en los últimos 15 años. Aunque los vínculos económicos son los más importantes, también han crecido las relaciones en otras esferas como la política, la cultura, la educación, la seguridad, entre otras. Hasta el momento, el resultado ha sido beneficioso para ambas partes, pero la región latinoamericana ha sufrido efectos negativos. El artículo muestra la situación actual de estas relaciones y ofrece sugerencias sobre las posibles acciones que pudieran mejorarlas en el futuro.