¿Resucitará el diálogo hexagonal?

In Análisis, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

El pasado 16 de mayo, Xi Jinping y Vladimir Putin mantuvieron una conversación telefónica para abordar, entre otros temas, la situación en la península coreana. El tema se trató igualmente en el marco de la cumbre Obama-Xi, a primeros de mes. Seúl y Beijing confían en acordar una declaración conjunta a propósito de la desnuclearización en el transcurso de la visita de la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, quien llegó a China el pasado 27 de junio para una estancia de cuatro días.

China parece cada vez más comprometida con el abandono del programa nuclear norcoreano y el objetivo de una península libre de armas nucleares. En mayo, la visita a Beijing del enviado especial Choe Ryong-hae transmitió a Pyongyang dicha contundencia. La visita a China del viceministro de Exteriores, Kim Kye-gwan, el 19 de junio, va en la misma línea, en el marco de un diálogo estratégico entre los dos aliados. Tras el encuentro, China expresó su deseo de reanudación del diálogo hexagonal, lo que podría producirse pronto. Corea del Norte dio su conformidad. La visita de la presidenta Park podría sumar otro apoyo significativo a la propuesta.

Corea del Norte ha propuesto mantener conversaciones de alto nivel con EEUU para amortiguar la tensión. Washington reclamó gestos que doten de credibilidad la propuesta. Desde Tokio y Seúl también se han reclamado acciones significativas para explorar una mejora de las relaciones. La cancelación por parte de Japón de la orden de destruir misiles norcoreanos, en vigor desde abril, incide en esa mejora de la atmosfera regional, aunque las relaciones sino-japonesas siguen resentidas por el affaire de las islas Diaoyu, lejos de apaciguarse.

En el diálogo hexagonal participan las dos Coreas, Rusia, EEUU, Japón y China. La fórmula se inició en 2003 pero llegó a un punto muerto en diciembre de 2008. En abril del año siguiente, Corea del Norte abandonó el foro tras las condenas internacionales a sus pruebas de misiles de largo alcance. A partir de entonces la situación empeoró progresivamente.

Para China es de vital importancia evitar que el contencioso se agrave. La reiteración de los brotes de tensión con Japón, Filipinas (que negocia un acceso ilimitado a las fuerzas estadounidenses y niponas a sus bases militares), India (con quien negocia las disputas fronterizas desde 2003), etc., sugieren una activa implicación en la revitalización del diálogo como mecanismo para calmar los graves diferendos que asolan su entorno inmediato.

En la península coreana, China tiene un botón de muestra de especial alcance para demostrar los positivos efectos de sus renovadas capacidades diplomáticas en materia de prevención de conflictos en consonancia con su nuevo status en la región.