A lo largo de la historia, Tíbet ha conseguido despertar el interés de diversos países por varios motivos. Su importante posición estratégica y la posesión de substanciosos recursos naturales han provocado que esta región del suroeste de China adquiriera un rol más que determinante en el curso de las relaciones entre diferentes actores, entre ellos, China, India y los Estados Unidos. El Tíbet, antaño y hoy en día, ha sido semilla de discordia y moneda de cambio en las relaciones de poder entre estos países. Por ello, en este trabajo, adoptando una perspectiva histórica, se examinarán las relaciones de poder entre China, Estados Unidos e India atendiendo especialmente al rol desempeñado por Tíbet como condicionante de dichas interacciones.