BEIJING, 1 feb (Xinhua) — El volumen del comercio bilateral entre China y América Latina alcanzó un récord de 307.400 millones de dólares en 2018, con un aumento del 18,9 por ciento respecto al año anterior, según los datos recién publicados por la Administración General de Aduanas (AGA) de China.
Los países latinoamericanos aprovechan las oportunidades que brinda la continua actualización del mercado de consumo chino, diversifican sus exportaciones al país asiático y elevan la calidad y los precios de los productos exportados, indicó a Xinhua Sun Yanfeng, subdirector del Instituto de Estudios Latinoamericanos, dependiente del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China.
La creciente cuota de productos de alto valor agregado, como carne congelada, frutas, flores, tabaco y alcohol, contribuye al aumento del valor de las exportaciones de América Latina a China, dijo Sun.
Por el momento, China es el segundo mayor socio comercial de América Latina. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó un informe en octubre de 2018 en el que declara que China es el socio comercial más potente de la región latinoamericana y caribeña.
El valor de las exportaciones de China a América Latina fue de 148.790 millones de dólares el año pasado, mientras que el de las importaciones se situó en 158.610 millones, lo que supuso unos incrementos del 13,7 y el 24,1 por ciento, respectivamente, de acuerdo con la AGA.
«China compró más en América Latina de lo que vendió, lo que resultó en un déficit comercial que ha contribuido a la recuperación económica de América Latina a pesar de la actual situación global», señaló la directora del Departamento de Economía del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias Sociales de China, Yue Yunxia.
La directora atribuyó el crecimiento del comercio entre China y América Latina a la subida de los precios de las mercancías en el mercado internacional. «Desde una perspectiva global, China es un país con una fuerte demanda que ha realizado ajustes proactivos para facilitar el comercio exterior. Estos también son factores que impulsan el comercio sino-latinoamericano», apuntó.
La economía de varios países latinoamericanos se estabilizó y se recuperó gradualmente después de los ajustes realizados entre 2015 y 2017, indicó Sun. La importación de equipos de producción de estos países aumentó y la demanda de sus consumidores repuntó, lo que estimuló las exportaciones de China a América Latina.
Tanto China como América Latina han realizado muchos esfuerzos en los últimos años por optimizar los productos y aumentar el valor agregado. «China está sumando socios activamente en América Latina, mejorando la calidad de sus productos para la exportación, acelerando la construcción de un sistema de logística y distribución e innovando con los canales de comercio electrónico», señaló Sun.
El directivo añadió que, con la promoción de la Iniciativa de la Franja y la Ruta en América Latina, China intenta aumentar la cuota de productos chinos en el mercado latinoamericano a través de la inversión industrial, la inversión y financiación de infraestructuras, y las fusiones y adquisiciones.
Al cierre de 2018, un total de 16 países latinoamericanos y caribeños, incluidos Uruguay, Costa Rica, Chile y Ecuador, habían firmado memorándums de entendimiento con China para construir conjuntamente la Franja y la Ruta.
Por otra parte, aunque Panamá y China establecieron relaciones diplomáticas hace menos de dos años, este país centroamericano aprovecha plenamente sus ventajas geográficas para atraer las inversiones y los mercados de volumen intermedio de China, y se ha convertido en un centro logístico para ambas partes y una puerta por la que los productos chinos entran en el mercado latinoamericano.
En la primera Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), que se celebró en noviembre de 2018 en Shanghai, cientos de empresas de naciones latinoamericanas, incluidas Panamá, la República Dominicana y El Salvador, hicieron notables esfuerzos por promover sus productos de alta calidad entre los chinos.
El volumen de negocios de la zona de alimentación y productos agrícolas alcanzó, de acuerdo con las estadísticas del buró de la CIIE, los 12.680 millones de dólares en los seis días que duró el evento, lo que supuso un 21,9 por ciento del total y mostró la fuerte demanda de productos agrícolas de diferentes países en el mercado chino, causada por el aumento del consumo.
China importó un total de 1,039 millones de toneladas de carne de res en 2018, según los datos aduaneros, de las cuales alrededor del 30 por ciento salieron de Brasil y un 17 por ciento de Argentina. Se espera que las importaciones de carne de res de China lleguen a dos millones de toneladas a finales de 2024, y que las importaciones desde Sudamérica sigan aumentando.
Con el crecimiento económico y la expansión de la clase media china, los productos agrícolas de alto valor agregado serán una posible vía de aumento de las importaciones de China desde América Latina, añadió Yue.
Por su parte, Sun Yanfeng predijo que, con la profundización en las reformas económicas, el ritmo acelerado de la privatización de las infraestructuras y la creciente demanda e inversión en los servicios públicos de alta calidad en América Latina, la región necesitará más equipos mecánicos y eléctricos de alta tecnología, productos electrónicos, así como productos de industrias ligeras de alta calidad en los próximos años.
Mientras tanto, desde la perspectiva de la conservación de la energía y la protección del medio ambiente, la demanda de China pasará de las materias primas a los productos minerales y energéticos poco o medianamente procesados, lo que dará mayor impulso a la actualización y mejora del comercio entre los dos bloques.