Xi Jinping, once días en el viejo continente

In Análisis, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

Xi Jinping inició el 22 de marzo un viaje de once días a Europa visitando Holanda, Francia, Alemania y Bruselas. Su primera gira al viejo continente desde que llegó a la presidencia china el 13 de marzo de 2013. El objetivo era principalmente económico y se acompañó de una delegación comercial de más de 200 personas. Pero la crisis de Ucrania reforzó la agenda política a tratar con sus homólogos europeos. Pekín mantiene una posición ambigua respecto a la anexión de Crimen por Rusia y se abstuvo en el Consejo de seguridad de las NNUU.

 La visita a Holanda fue la primera de un presidente chino desde que se establecieron relaciones en 1972. Se firmaron acuerdos comerciales para corregir el déficit comercial holandés con China, su tercer socio comercial tras Alemania y Bélgica. En 2012, las exportaciones holandesas sumaron 7.600 millones de euros frente a unas importaciones de 32.000 millones, una cifra distorsionada por el efecto “Rótterdam”, el principal puerto europeo de entrada de mercancías chinas dirigidas a otros países de la UE. 

 Hace 50 años, Francia fue el primer país europeo en establecer relaciones diplomáticas con la Republica Popular China. Pero los franceses lamentan no haber sacado rédito económico de la apuesta geoestratégica del general De Gaulle al reconocer a Mao en 1964. Alemania no lo hizo hasta 1972 pero eclipsó comercialmente a Francia gracias a sus potentes exportaciones manufactureras. Las relaciones comerciales franco-chinas siguen desequilibradas. El déficit comercial francés con China y Hong-Kong alcanzó los 26.000 millones euros en 2013 y representa el 40% del déficit exterior total (61,200 millones euros). Y las inversiones chinas solo representan el 1% del total de las que recibe Francia. Pero se incrementarán gracias al interés chino por acceder a las marcas y tecnologías avanzadas francesas. Ambos países firmaron unos 50 acuerdos comerciales por un valor de 18.000 millones euros que abarcan sectores como el aeronáutico, nuclear civil, automóvil, agroalimentario, salud, desarrollo urbano, energías renovables y turismo. Destaca Airbus que reforzó su presencia en China con un pedido de otros 70 aviones por un valor de 7.200 millones euros. También producirá 1.000 helicópteros EC175 conjuntamente con Aviation Industry Corporation of China (AVIC). Y la china Dongfeng Motor tomó una participación del 14% en PSA Peugeot Citroén con una inversión de capital de 800 millones de euros que permitirán reflotar la empresa francesa.

 Desde Francia Xi Jinping fue a Alemania para repasar con Ángela Merkel el buen momento de las relaciones bilaterales. Berlín es el gran socio europeo de Pekín, con un comercio bilateral cuatro veces superior al franco-chino. El volumen de intercambios de mercancías entre Alemania y China es superior al que mantienen Gran Bretaña, Francia e Italia juntas. Las multinacionales alemanas están omnipresentes en China, entre ellas Volkswagen que abrió otra factoría en 2013. También las inversiones chinas en suelo alemán crecen más que en Francia. Los alemanes han ganado a sus socios europeos la carrera para entrar y consolidarse en el mercado chino, Ahora Berlín, sede del Banco Central Europeo y del Bundesbank, también quiere competir con Londres y París para ser una plaza financiera estratégica que impulse la internacionalización del yuan en las transacciones internacionales.

 Finalmente, Xi Jinping fue a Bruselas para realizar la primera visita oficial de un presidente chino a las sedes de las Instituciones de la UE. China es el 2º socio comercial de la UE, tras EE y por delante e Rusia. La UE-28 es el primer socio comercial de China dos temas prioritarios: la corrección de los desequilibrios comerciales UE-China y la negociación de un Acuerdo sobre Inversiones. Unos días antes, el 21 de marzo, China canceló las investigaciones anti-dumping a las importaciones de vinos europeos, impuestas por Pekín en junio de 2013. Las trabas chinas frenaron las exportaciones de vino europeo a China. Ahora se reabren oportunidades para las empresas vinícolas catalanas para seguir abordando el vasto mercado chino.