La sesión plenaria del Partido Comunista de China (PCCh) que concluyó la semana pasada no sólo tuvo que ver con una reforma económica como se esperaba. La formación de una nueva comisión de seguridad resultó ser una parte atractiva de la ambiciosa agenda de reforma de China.
La sesión plenaria del Partido Comunista de China (PCCh) que concluyó la semana pasada no sólo tuvo que ver con una reforma económica como se esperaba. La formación de una nueva comisión de seguridad resultó ser una parte atractiva de la ambiciosa agenda de reforma de China.
La comisión nacional de seguridad y sus órganos similares pueden ser encontrados en numerosos países de todo el mundo, incluyendo a Estados Unidos y Rusia.
Aunque diferentes en nombres y estructura, todos están diseñados con la finalidad de incrementar la coordinación y la integración entre las diversas alas de la burocracia de la seguridad nacional, dividida en policía, ejército, inteligencia y servicios diplomáticos.
Con el rápido desarrollo de la globalización y de las tecnologías de la información, el límite entre la seguridad tradicional y la no tradicional se va muy desdibujando. Las viejas y tradicionales formas de manejo de las crisis resultan menos efectivas de lo que se espera en una comunidad mundial más complicada.
En tales circunstancias, la creación de la comisión nacional de seguridad es considerada por muchos como «una necesidad de la época», como un imperativo estratégico y como una obligada innovación en el sistema a raíz de la grave situación de seguridad, en un momento en que la comunidad internacional enfrenta un panorama político mundial cada vez más complicado y la aparición de preocupaciones de seguridad interna.
Como declaró el presidente de China, Xi Jinping, «la diversidad de riesgos predecibles e impredecibles ha estado aumentando de forma excepcional y el sistema aún no ha satisfecho las necesidades de salvaguardar la seguridad nacional».
«Establecer una comisión nacional de seguridad para reforzar el liderazgo unificado del trabajo de la seguridad estatal es una urgente necesidad», dijo el presidente.
Los expertos dicen que su establecimiento impulsará en gran medida la eficiencia del gobierno para hacer frente a los asuntos de seguridad en diversos ámbitos.
Esta nueva comisión «debe poner nerviosos a los terroristas, extremistas y separatistas», dijo el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang. Y todas aquellas fuerzas que intenten amenazar o sabotear la seguridad nacional de China también se sentirán preocupadas e inquietas.
Sobra decir que la comisión, que manifiesta la innovación institucional de China más que cambios en su política, tiene el propósito de defender los intereses centrales de China y de evitar que su desarrollo pacífico sea alterado.
El nuevo concepto de seguridad de China, que resalta la búsqueda de una seguridad común mediante el beneficio mutuo y la cooperación mutuamente benéfica, no cambiará. Seguirá defendiendo la confianza mutua, el beneficio mutuo, la igualdad y la coordinación como sus principios rectores.
China es un estabilizador de la paz y seguridad mundiales y la nueva comisión es como una garantía de desempeño para el estabilizador y a cambio generará beneficios para el mundo entero.
«Dado el creciente interés que el resto de nosotros tenemos en su estabilidad», señaló Ian Bremmer, presidente del Grupo Euroasiático, en el último número de The National Interest, «los problemas de China también serán nuestros problemas».
Si China puede estar más segura, el mundo entero también estará más seguro.
Por lo tanto, la nueva estructura de la comisión de seguridad nacional de China augura un bienestar para toda la gente amante de la paz tanto en Asia como del resto del mundo. Fi