Protestas por la disputa de la Isla Huangyan en el Mar Meridional de China tuvieron lugar hoy en las calles de Beijing y de Manila.En la capital china, unas cuantas personas desplegaron mantas que decían "La Isla Huangyan siempre pertenecerá a China" y "No pongan a prueba el límite de China sobre la protección de la soberanía" frente a la embajada filipina en China.
Protestas por la disputa de la Isla Huangyan en el Mar Meridional de China tuvieron lugar hoy en las calles de Beijing y de Manila.
En la capital china, unas cuantas personas desplegaron mantas que decían «La Isla Huangyan siempre pertenecerá a China» y «No pongan a prueba el límite de China sobre la protección de la soberanía» frente a la embajada filipina en China.
La protesta fue breve porque la policía intervino rápidamente y alejó a los manifestantes alrededor del mediodía.
«Nos oponemos a una guerra», dijo un manifestante que se identificó como un soldado retirado. «Pero también deseamos ponernos a las órdenes del país».
En Manila, unos 200 activistas filipinos realizaron hoy una manifestación contra China afuera de una oficina consular china. El mitin terminó en poco tiempo de forma pacífica.
Sin embargo, esas protestas no contribuyeron en nada a resolver la disputa.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hong Lei, expresó hoy su preocupación sobre la seguridad de los ciudadanos chinos en Filipinas y deseó que la parte filipina se abstenga de acciones que puedan escalar las tensiones.
Ya pasó un mes desde que empezaron las tensiones el 10 de abril. Por el momento, ambas partes deben mantener la calma y volver a la mesa de negociaciones.
De hecho, China insiste en solucionar la disputa a través del diálogo diplomático emprendido por las dos partes.
Esta postura no cambia a pesar de que la viceministra de Relaciones Exteriores Fu Ying advirtiera a principios de esta semana al encargado de negocios de la embajada filipina en China que «China está preparada completamente para responder a cualquier cosa que haga la parte filipina para escalar la situación».
China y los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) firmaron la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China (DCP) en 2002, en la que prometieron mantener la moderación y no realizar actividades que pudieran complicar o escalar las disputas en la región.
China está completamente comprometida con el DCP y espera que otros firmantes hagan lo mismo.
Beijing también ha estado pidiendo que las partes involucradas adopten el principio de reservar las disputas para buscar el desarrollo común sobre el asunto del Mar Meridional de China.
El presidente de China, Hu Jintao, reiteró ese principio durante la visita del presidente de Filipinas, Benigno Aquino III, a Beijing en agosto del año pasado.
Durante su reunión, los dos líderes acordaron fortalecer la cooperación económica y comercial al mismo tiempo que minimizan el impacto de la disputa en el Mar Meridional de China.
Es claro que China está dispuesta a colaborar con los países de la ASEAN para implementar de forma activa el DCP y desarrollar conjuntamente las aguas para lograr un mar de paz, amistad y cooperación.
China y Filipinas son vecinos cercanos y los pueblos de los dos países comenzaron intercambios de amistad hace tiempo. Las relaciones bilaterales comprenden un gran número de facetas y no pueden estar determinadas únicamente por el asunto territorial.
Se exhorta al gobierno filipino que use su visión y sabiduría para abordar la disputa de la Isla Huangyan a través de medios diplomáticos pacíficos para evitar daño a las relaciones bilaterales a largo plazo.
Existen señales de que Manila está adoptando acciones positivas, como la reanudación el jueves del contacto diplomático entre el Ministerio de Relaciones Exteriores filipino y la embajada china en Manila.
El vocero del Departamento de Relaciones Exteriores, Raul Hernandez, dijo que los diplomáticos filipinos están actuando para adoptar una nueva inciativa diplomática para calmar la situación.
Este hecho tuvo lugar cuando las agencias de viaje chinas suspendieron los viajes a Filipinas y las oficinas de aduanas intensificaron la cuarentena contra los plátanos importados de Filipinas.
«La disputa de un mes de duración ha comenzado a mostrar sus impactos en el frente económico. Esto ya causó alarma entre los participantes de la industria en Filipinas», dijo a Xinhua Zhuang Mingdeng, editor de un diario chino-filipino en Manila.
«Es benéfico para los intereses de ambos países que ambas partes mantengan la calma, se sienten y discutan para hallar una solución que sea aceptable para ambos países», dijo Zhuang.
El comercio chino-filipino llegó a 27.700 millones de dólares USA en 2010, convirtiendo a China en el tercer mayor socio comercial del país del sureste asiático.
Las dos partes prometieron duplicar su volumen comercial a 60.000 millones de dólares USA en cinco años.
Además, cerca de dos millones de chino-filipinos viven en Filipinas. Muchos de ellos tienen un papel importante en los negocios y en la sociedad de ese país. Fin