Por primera vez en la historia del partido, la sesión plenaria se dedicó al tema central del régimen de la ley.
La cuarta sesión plenaria del XVIII comité central del Partido Comunista de China se celebró entre los días 20 y 23 del mes corriente en Beijing. La reciente prioridad asignada por el Partido Comunista de China (PCCh) a impulsar de manera integral el régimen de la ley en China ha sido elogiada por personajes políticos y académicos nacionales y extranjeros.
El profesor del instituto de administración gubernamental de la Universidad de Beijing, Li Chengyan, cree que la sesión plenaria constituye una señal para completar mejor el régimen de la ley del Estado:
«Después de cualquier movimiento y lucha contra la corrupción, se refuerza seguramente la conformación del sistema jurisdiccional y la gobernanza conforme a la ley.»
Por su parte, el director de la sección de investigación de administración pública del Instituto Estatal de Administración, Zhu Lijia, comparte esta opinión:
«Con la cuarta sesión plenaria como un símbolo, seguramente vamos legalizar y normalizar la lucha contra la corrupción.»
Expertos y académicos también creen que la cuarta sesión plenaria del Partido Comunista de China va a promover a una nueva altura la conformación del régimen de la ley y la lucha contra la corrupción.
El ex secretario privado de la fallecida primera ministra británica Margaret Thatcher durante la década de los ochenta, Charles Powell, dijo que «estoy contento de que China dé importancia a la discusión del régimen de la ley. Es una medida positiva.»
Por primera vez en la historia del partido, la sesión plenaria se dedicó al tema central del régimen de la ley, la piedra angular de la modernización del sistema y capacidades de gobierno del Estado chino.
«Creo que esto será esencial a medida que la economía china se vuelve más sofisticada, por lo que la necesidad del régimen de la ley se vuelve aún mayor», dijo Powell, quien es ex presidente del Consejo Empresarial China-Reino Unido y ahora ocupa un lugar en la Cámara de los Lores.
«Creo que dará a las personas mucha confianza en China, si saben que los tribunales son independientes, alcanzan sus fallos de manera independiente y si todas las instituciones del Estado y del partido están sujetas al mismo régimen de la ley», señaló el experimentado político.
En vista del auge de la economía china, Powell dijo que «es un fenómeno de toda sociedad que conforme se vuelve más próspera, la gente quiere una mayor voz en la forma en que maneja su vida».
Dado que China se embarcó en el proceso, es imposible dar marcha atrás, enfatizó Powell.
«Estoy seguro de que esto es justo lo que China está intentando hacer ahora al abordar la reforma legal. Está intentando que el sistema legal y judicial tengan un equilibrio adecuado con las ambiciones y esperanzas de su pueblo», añadió Powell.
A pesar de que no es fácil hacerlo, resaltó Powell, el proceso está en marcha, que es lo más importante.
De acuerdo con la constitución china, el régimen de la ley no sólo restringirá el poder, sino que también protegerá los derechos e intereses de las personas para garantizar la máxima imparcialidad y justicia.
Etienne Reuter, director de Elliott Consultants Ltd. en Bruselas, indicó que la frase régimen de la ley no es nueva en el discurso oficial del PCCh, pero tiene nuevas implicaciones dadas las nuevas circunstancias de hoy.
«La apertura y transformación de la economía de China luego de las cuatro modernizaciones de Deng Xiaoping han entrado en una nueva etapa que requiere una mayor sostenibilidad ambiental e inclusividad social. El pueblo de China aspira a una mejor calidad de vida y a una sociedad más justa».
«En este sentido, el régimen de la ley ofrece el apuntalamiento esencial para combatir la contaminación y la degradación del medio ambiente, así como para combatir la corrupción», dijo Reuter.
La defensa del régimen de la ley por parte del PCCh no sólo beneficia a la sociedad china, sino también a aquellos que quieren hacer negocios con China y en China, señaló el director.
«Las reformas económicas requerirán un nuevo enfoque hacia estructuras como las empresas públicas, el sistema bancario y las relaciones entre las autoridades locales y centrales.