¿Consolidar su poder? Xi Jinping ya es un súper poderoso Patricia Castro Obando. Peruana y periodista. Candidata a doctor en Antropología por la Pontificia Universidad Católica del Perú, en cooperación con la Universidad de Pekín. Hace 14 años reside en China.

In Análisis, Sistema político by Xulio Ríos

En teoría cada líder chino que llegó al poder (excluyendo a los padres fundadores Mao y Deng) ha gobernado una década, pero en la práctica solo fue un quinquenio. Los primeros cinco años de mandato, tanto Jiang Zemin como Hu Jintao, ambos elegidos por Deng Xiaoping, vivieron bajo la sombra del Pequeño Timonel, y después, pactando, concediendo o renegociando con los aliados y protegidos del anterior líder, además de los otros clanes que pugnaban por un espacio. Así pasaron cinco años. Recién en el segundo término del mandato, tanto Jiang como Hu han gobernado con sello propio cuando lograron consolidar su poder a través de su propia formación y distribución de aliados y protegidos en el tablero de la dirigencia china. Este no ha sido el caso de Xi Jinping, el cual no fue designado desde arriba hacia abajo por una figura tan emblemática y potente como Deng que lo iluminaba todo y no dejaba nada en la oscuridad, sino más bien, es producto de la coalición de distintos grupos, cada uno con sus particularidades e intereses. Fue elegido de abajo hacia arriba, dejando muchas zonas grises en el ascenso que en algún momento podían ser cuestionadas.

Es por este motivo que Xi no iba a esperar cinco años para reforzar su presencia, sino más bien, se ha hecho de las riendas del poder tan pronto y tan fuerte como ha podido, desde el primer día de mandato. Tampoco ha compartido la imagen de liderazgo con Li Keqiang (alfil de otro juego), dejando muy atrás el concepto de dupla instaurado por Hu Jintao y Wen Jiabao. Dos de sus acciones, una en el campo domestico y la otra en el internacional, evidencian el gran avance de Xi: La campaña anticorrupción “Tigres y Moscas” que además le ha servido para mover a sus protegidos a posiciones claves en un tablero que le era ventajoso a Hu, y el megaproyecto “Una Franja y una Ruta” (OBOR) que le ha dado una mayor presencia internacional a él y a China (en ese orden).  Xi Jinping ya consolidó su poder en el primer quinquenio y llega bastante fortalecido al cónclave político más importante del PCCh. ¿Qué le queda por delante? Terminar de hacer realidad el llamado “sueño chino”.