BEIJING, 12 jun (Xinhua) -- El juicio y sentencia de Zhou Yongkang envía una señal clara: China está determinada a combatir la corrupción con un compromiso pleno con el Estado de derecho.
BEIJING, 12 jun (Xinhua) — El juicio y sentencia de Zhou Yongkang envía una señal clara: China está determinada a combatir la corrupción con un compromiso pleno con el Estado de derecho.
Zhou, un ex miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), fue sentenciado hoy a cadena perpetua por aceptar sobornos, abuso de poder y revelar secretos de Estado de manera deliberada, decidió el Tribunal Popular Intermedio Número 1 del municipio de Tianjin.
Zhou también fue despojado de sus derechos políticos de por vida y se confiscaron sus activos personales.
Su juicio muestra que en la actualidad en China nadie está por encima de la ley –cualquiera que abuse del poder, que viole la ley, o cualquier miembro del Partido que viole la disciplina del Partido, sentirá la fuerza plena de la ley. Nadie está libre de reproche.
La característica del Estado de derecho en la lucha contra la corrupción es un corolario natural a los esfuerzos de China para implementar una distribución estratégica de las «cuatro integralidades» –la construcción de una sociedad modestamente acomodada, la profundización integral de la reforma, la gobernación integral del país según la ley y el disciplinamiento integral y riguroso del Partido.
En su declaración final ante el tribunal, Zhou aceptó los cargos y dijo que: «Los hechos básicos son claros. Me declaro culpable y me arrepiento de mi proceder».
El público expresó su apoyo al veredicto y muchos consideran que se hizo justicia.
La encarcelación de Zhou muestra que las promesas hechas por el PCCh, dirigido por Xi Jinping –de «cazar a los tigres», «aplastar moscas» e «inmovilizar el poder dentro de la jaula del sistema»– no son sólo palabras vacías. El PCC está plenamente comprometido a combatir la corrupción dentro del marco del Estado de derecho.
La investigación de los «tigres» (altos funcionarios corruptos) como Su Rong, Xu Caihou y Ling Jihua, también demuestra la determinación y fortaleza sin precedentes del PCCh para desarraigar la corrupción.
Por otro lado, los casos contra las «mocas» de menor nivel han sido celebrados por el público en general pues están relacionados a sus intereses inmediatos.
En la lucha contra la corrupción todas las reglas legales y disciplinarias han sido respetadas de manera adecuada, con lo que tanto la campaña contra la corrupción como el compromiso con el Estado de derecho, se han ganado el respaldo del público.
Para regular el poder dentro del Partido y el gobierno, se han implementado sistemas de administración y reglas para el control de la disciplina, como la nominación de jefes de control de disciplina.
Las medidas para contener a los «funcionarios al desnudo», aquellos cuyas familias enteras viven en el extranjero, y la campaña para capturar a los funcionarios corruptos que han huido al extranjero, también se están llevando a cabo conforme a la ley.
Todos estos conceptos respecto al gobierno del país y el uso del poder van de acuerdo con la ley y han sido detallados claramente en las sesiones plenarias importantes del XVIII Comité Central del PCCh en 2013 y 2014.
En una reunión este año, Xi dijo a los principales funcionarios que sean bastiones de la campaña para consolidar el Estado de derecho, declaraciones que se cree fueron hechas con un entendimiento profundo del daño que provoca el poder sin límites.
El caso de Zhou ilustra que el PCCh –el mayor partido gobernante del mundo con más de 80 millones de miembros, 94 años de historia y 66 en el poder– puede enfrentar y resolver sus problemas.