BEIJING 24 feb (Xinhua) -- Yang Yuxiang había planeado dejar su trabajo como maestro en una escuela rural en la provincia central china de Hunan por un puesto en una de la ciudad, pero cambió de opinión después de que el gobierno central comenzase a aplicar medidas para mejorar educación rural.
BEIJING 24 feb (Xinhua) — Yang Yuxiang había planeado dejar su trabajo como maestro en una escuela rural en la provincia central china de Hunan por un puesto en una de la ciudad, pero cambió de opinión después de que el gobierno central comenzase a aplicar medidas para mejorar educación rural.
«No necesito buscar un nuevo trabajo ahora, porque la escuela será renovada y los maestros rurales como yo ahora califican para los atractivos paquetes de remuneración», destacó Yang.
Se han adoptado medidas en todo el país para reducir la diferencia entre la educación rural y urbana, incluyendo mejores salarios para los profesores del campo y mejores instalaciones para los centros rurales.
La reforma educativa es sólo un elemento de una extensa campaña de reforma del país. En 2016, se completaron 97 tareas clave de la reforma, se realizaron 419 planes de reforma y se elaboraron marcos de reforma en los principales sectores.
Y hay pocos indicios de que los esfuerzos de reforma pierdan fuerza en el nuevo año. Apenas unos días después del inicio del Año Nuevo Lunar, el presidente Xi Jinping presidió una reunión del Grupo Dirigente Central para la Profundización de la Reforma Integral para trazar el curso de nuevas reformas.
En la reunión, el presidente señaló que el gobernante Partido Comunista de China (PCCh) y los funcionarios del gobierno son la clave para la campaña de reforma de China. Deben tomar medidas para «soportar la carga más pesada, y masticar los huesos más duros», destacó.
Xi mismo ha tomado la iniciativa de hacerlo. Más de cuatro años después de tomar el timón de China, la reforma se ha convertido en un sello distintivo de la gobernanza de Xi.
La profundización de la reforma integral es uno de los «Cuatro Integrales», un plan estratégico elaborado por Xi, que crea las vías para realizar el sueño chino de la revitalización nacional.
También ha visitado muchos lugares lejanos para investigar y estudiar cómo hacer realidad su visión de la reforma. El primer viaje de Xi fuera de Beijing como líder del PCCh, fue a la provincia meridional de Guangdong, la vanguardia durante décadas de la campaña de reforma y apertura de China.
«Las reformas son siempre en tiempo presente, no en pasado», ha subrayado Xi.
El año pasado visitó la aldea de Xiaogang, conocida como la cuna de la reforma rural, situada en la provincia oriental china de Anhui, donde hizo un llamado para un sector agrícola sólido y la mejora del bienestar de los agricultores.
La reforma y apertura son clave para decidir el destino de la China moderna, enfatizó en julio durante un evento que marcó el 95º aniversario de la fundación del PCCh.
Hasta ahora, las medidas elaboradas por el Grupo Dirigente Central para la Profundización de la Reforma Integral han sido diseñadas para abordar cuestiones tales como la urbanización, la mitigación de la pobreza, la innovación y el papel del mercado en la asignación de recursos.
«Estas medidas de reforma son de tanto alcance que afectan la vida de todos los chinos», manifestó Xu Guangjian, vicedecano de la Escuela de Administración Pública y Política de la Universidad Renmin de China.
«En este sentido, la actual campaña de reforma de China es algo más que un emprendimiento del partido gobernante. Representa la aspiración común de todo el pueblo», analizó.
SENTIDO DE LA GANANCIA
Los objetivos generales de la reforma consisten en mejorar el socialismo con características chinas y modernizar el sistema de gobernanza del Estado, de acuerdo con un comunicado emitido después de la tercera sesión plenaria del XVIII Comité Central del PCCh en 2013.
Tal visión incluye la promoción de la equidad social y la justicia y la mejora del bienestar del pueblo.
En su discurso más reciente de Año Nuevo, Xi indicó que su prioridad era ayudar a los pobres.
Xi, quien también es secretario general del Comité Central del PCCh y presidente de la Comisión Militar Central, ha presidido un total de 32 reuniones del Grupo Dirigente Central para la Profundización de la Reforma Integral desde sus inicios.
El alivio de la pobreza, la asistencia médica, el empleo y la educación fueron algunos de los temas más importantes debatidos en estas reuniones, que tenían como objetivo mejorar la vida del pueblo.
«La campaña de reforma en curso no es sólo por el bien de la reforma», destacó Xin Ming, profesor de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh.
Xin, resaltó que pasados más de cuatro años tras el XVIII Congreso Nacional del PCCh de 2012, esta cita marcó una nueva etapa en la reforma del país, ya que se vuelve más sistemática, interconectada y coordinada.
«La reforma ahora se centra más en aumentar el sentido de ganancia del pueblo. Y se basa cada vez más en la solución y en la ley», explicó.
En palabras del presidente Xi, la reforma debe centrarse en asuntos de interés público. Debe servir para resolver los problemas pendientes en la vida de la gente común y satisfacer sus demandas y necesidades. Debe llevarse a cabo por el pueblo y para el pueblo.
La eliminación de la pobreza es el primer y fundamental paso para mejorar la vida del pueblo.
En 2016 se diseñaron y aplicaron medidas personalizadas en regiones pobres del país, incluyendo un programa que asigna los beneficios procedentes de las centrales hidroeléctricas locales y proyectos de minería a los residentes locales.
Gracias a una serie de medidas, diez millones de personas adicionales salieron de la pobreza el año pasado, llevando a la nación más cerca de su objetivo de sacar de la pobreza a los 45 millones de pobres rurales que quedan para 2020.
Junto con el programa de alivio de la pobreza, otros esfuerzos para ayudar a mejorar la vida de la población también están tomando forma.
En la XIV reunión del Grupo Dirigente Central de Finanzas y Asuntos Económicos celebrada en diciembre pasado, Xi fue informado sobre el progreso en algunos proyectos importantes, incluyendo la promoción de la calefacción limpia en invierno en las regiones del norte, la aplicación de un programa de clasificación de residuos en la provincia oriental de Zhejiang, la eliminación y reciclaje de los residuos de la ganadería, la mejora de la calidad de los servicios en los hogares de ancianos, la regulación del mercado de alquiler de viviendas y el control de las burbujas inmobiliarias, así como la mejora de supervisión de la seguridad alimentaria.
«El objetivo fundamental de mantener el ritmo de crecimiento y promover el desarrollo económico es la búsqueda de soluciones adecuadas a los asuntos importantes que preocupan al pueblo», sostuvo Xi, quien encabeza el grupo dirigente central.
La construcción de una sociedad modestamente acomodada de forma generalizada abordando las preocupaciones del pueblo está en consonancia con la necesidad de impulsar la reforma estructural por el lado de la oferta, destacó Xi, añadiendo que ésto también ayudará a criar nuevas fuentes de crecimiento y aumentar el potencial para el crecimiento a largo plazo.
AGUAS PROFUNDAS
China se embarcó en su camino de reforma y apertura a finales de la década de los 70 del siglo pasado, y la reforma ha permanecido como una cuestión clave del desarrollo del país desde entonces.
Pero cerca de 40 años después, el camino de la reforma se encuentra en una zona de aguas profundas, ya que muchas de las reformas más sencillas se han logrado y restan las difíciles.
Los esfuerzos que se deben hacer a partir de ahora se deben centrar más en el diseño de reformas de máximo nivel y en las «minorías clave», un término que nació en 2015 y que se refiere a pequeños grupos de funcionarios de escala provincial y ministerial que tienen gran poder y responsabilidades.
Según Xi, los altos funcionarios del Partido y gobierno deben actuar como dicen, para asegurase que las medidas de reforma se implementan completamente.
El presidente ha subrayado en varias ocasiones la importancia de la implementación.
Acorde a Xi, los altos funcionarios deberían ser los promotores de la reforma y practicarla. Con la reforma vendrán dolores agudos pero cortos, pero sin la reforma los dolores serían más duraderos.
Hasta ahora, se ha mejorado un amplio espectro de áreas, con notables avances en la reforma judicial, la reforma fiscal y tributaria, la reforma de las empresas estatales y la reforma militar.
En la esfera económica, Xi ha prometido una amplia reforma por el lado de la oferta.
La reforma, propuesta a finales de 2015 para resolver los desequilibrios estructurales en la economía china, ha estado centrada en cinco tareas: reducir la capacidad industrial, rebajar el inventario de viviendas, recortar el endeudamiento, aminorar los costos corporativos y mejorar los vínculos económicos débiles.
Los esfuerzos realizados en estas áreas han dado sus frutos. China alcanzó antes de tiempo su objetivo de 2016 de reducir la capacidad de producción en 45 millones de toneladas en el sector del acero y en 250 toneladas en la industria del carbón, y un gran número de empresas zombis han sido clausuradas.
Para avanzar la reforma por el lado de la oferta, China ha gestionado con acierto las relaciones entre el gobierno y el mercado, entre el corto y largo plazo, entre la suma y la resta y entre la oferta y la demanda, resaltó Xi en enero durante un grupo de estudio celebrado por el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China.
Cuando los órganos legislativos y cuerpos asesores políticos locales en 31 provincias, municipalidades y regiones autónomas convocaron sus reuniones anuales a principios de año, la reforma por el lado de la oferta ha vuelto a ocupar las primeras líneas de la agenda política de los gobiernos locales.
El sistema de supervisión de China es otra de las áreas de la reforma política que es de suma importancia. Xi subrayó en enero del año pasado que China debe actualizar la estructura de sus organizaciones de supervisión y establecer un sistema nacional de supervisión que fiscalice todos los órganos estables y funcionarios.
El pasado mes, las nuevas comisiones de supervisión en tres localidades, Beijing y las provincias de Shanxi y Zhejiang, pasaron por un proceso de elección de sus líderes seleccionados por los órganos legislativos locales, un paso gigantesco en la buena dirección para reducir la corrupción y el comportamiento soterrado.
Además, la estructura militar ha sido revisada. Un sistema de comando escalonado, incluyendo la Comisión Militar Central, y cinco comandos de teatro de operaciones, reemplazaron las originales siete áreas de comando.
Zhu Lijia, profesor de la Academia de Gobernanza de China, indicó que el país ha alcanzado notables progresos, y la experiencia de los últimos años tiene un valor incalculable para los próximos tres y cinco años.
«Los resultados fueron alcanzados gracias a la combinación de diseño al máximo nivel y el trabajo a pie de calle», indicó Xin Ming.
Zheng Yongnian, profesor y director del Instituto de Asia Oriental de la Universidad Nacional de Singapur, se mostró de acuerdo.
Subrayando que China ha logrado convertirse en la segunda mayor economía del mundo gracias a décadas de reforma, Zheng señaló que el camino de la reforma de China ha sido consistente en su diseño e implementación desde el comienzo.
«A diferencia de los países occidentales donde los partidos políticos trabajan para detener al otro mediante la asfixia de las reformas clave, la reforma en China se lleva a cabo de una forma altamente consistente con un foco especial puesto en su implementación», explicó.
«El mundo puede aprender de la experiencia reformista de China, particularmente de aquellas tras el XVIII Congreso Nacional del PCCh», apuntó Zheng.