BEIJING, 1 jul (Xinhua) -- Como lo han señalado muchos políticos, estudiosos y empresarios extranjeros, China está adquiriendo cada vez más confianza en el escenario mundial.
BEIJING, 1 jul (Xinhua) — Como lo han señalado muchos políticos, estudiosos y empresarios extranjeros, China está adquiriendo cada vez más confianza en el escenario mundial.
¿Por qué? Una respuesta simple sería que el país ha demostrado su capacidad para lograr enormes éxitos en diferentes ámbitos con el liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh).
Desde su fundación hace 94 años, el PCCh ha realizado enormes esfuerzos para convertir a China en una nación más fuerte y más próspera.
Luego de tres décadas de reforma y apertura, China se ha transformado en una enorme potencia económica pues se ha convertido en la segunda economía más importante del mundo después de Estados Unidos.
Alguna vez fábrica mundial que elaboraba sobre todo productos de bajo valor agregado, el país ahora exporta productos de alta tecnología hacia diferentes partes del mundo.
Las tecnologías chinas para los trenes de alta velocidad y las tecnologías limpias son aceptadas en todas partes y las empresas chinas con frecuencia atraen la atención mundial haciendo sonar la campana de apertura en la bolsa de Nueva York.
Desde los productos hasta las industrias, en los últimos años, la marca Diseñado en China ha estado ganando popularidad con rapidez en todo el mundo.
También ha habido cambios fuera del ámbito económico. En la diplomacia multilateral, China solía buscar únicamente el ingreso a organizaciones internacionales ya existentes, pero ahora desempeña un papel muy activo en la creación de organismos multilaterales.
El importante papel de China en el establecimiento del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) marca la transición del país de seguidor de reglas a creador de reglas en el escenario mundial.
Con el liderazgo del PCCh, China está aprovechando con más confianza las oportunidades mientras avanza en un camino hacia el desarrollo pacífico.
Existe evidencia abundante en el sentido de que China es una fuerza cada vez más importante para salvaguardar la paz y el desarrollo mundiales y de que China nunca ha evadido su parte de las responsabilidades internacionales.
China tiene razones suficientes para seguir confiada en su economía nacional y en un papel más amplio en los asuntos globales y la comunidad internacional también debe confiar en China.