Asistimos a una nueva agigantada oleada de la globalización económica después de la Guerra Fría. Se han roto por completo los límites de tiempo y de espacio en las relaciones humanas. La conciencia de Aldea de la Tierra adquiere amplia difusión. Paralelamente observamos que la sociedad humana está más agobiada por las catastróficas consecuencias de la enajenación de la globalización. Desde la entrada del nuevo siglo, la crisis financiera, problema de energías, problema de recursos, cambio climático, seguridad de alimentos, salud pública, serios desastres naturales, así como otros grandes desafíos globales, afectan gravemente la paz, la seguridad y la prosperidad del mundo.
La crisis de subprime de EEUU, iniciada en abril de 2008, provocó la crisis financiera internacional. Como está profundamente unida con la economía y la finanza del mundo, se ha devenido en la crisis más destructiva y más impactante que se ha registrado en el mundo desde 1929. En la primavera de 2009 se observaron primeros brotes de la gripe A (H1N1) en Mëxico y EEUU. Esta epidemia se ha propagado rápidamente a los más 200 países y regiones de los cinco continentes del mundo. El informe del Banco Mundial prevé que esta epidemia puede causar pérdidas que van desde el 0,7% al 4,8% del PIB del mundo. Precisamente por los diversos riesgos imprevistos, en el proceso de la acelerada globalización económica la sociedad moderna es calificada como “sociedad de riesgos globales”. Para hacer frente a los grandes desafíos y amenazas globales, Hu Jintao sostiene la tesis de que todos los países deben, desde la altura de la supervivencia humana y su desarrollo, tratarlos con una óptica de relaciones recíprocas, adquirir la conciencia de responsabilidad compartida, poner manos en múltiples terrenos, atender los asuntos en forma coordinada, y “manejarlos” mano a mano.
Para hacer frente a los desafíos y amenazas globales, la salida está en fortalecer la cooperación de la comunidad internacional.
La respuesta a los graves desafíos y amenazas globales está relacionada con el bienestar de los pueblos de los diversos países. Es sumamente importante para la defensa de la paz y la estabilidad del mundo y para promover el desarrollo común de todos los países. Es necesario mantener el ambiente polítco favorable para superar estos desafíos y amenazas. Todos los países deben superar sus divergencias y contradicciones por medio de diálogos y consultas. Deben establecer un mecanismo multilateral de cooperación internacional para beneficio mutuo. La cooperación debe encarnar la justicia y la equidad, teniendo en cuenta las etapas de desarrollo, la situación real y la capacidad de cada uno de los países. Deben hacer valer los papeles de la ONU y otras organizaciones internacionales. Es necesario desarrollar los papeles de la ciencia y la tecnología y fortalecer la capacidad de construcción. Es preciso prestar atención especial a las situaciones de los países en vías de desarrollo, particularmente los países más pobres, ayudándolos con sinceridad a superar sus dificultades.
Deben mantenerse el principio de que “todas las partes compartan la responsabilidad”.
Hu Jintao sostiene que una respuesta adecuada a los graves desafíos y amenazas globales es una “responsabilidad común de todos los países del mundo”. Para hacer frente al cambio climático, sostiene que se debe mantener el papel protagonista del “Convenio Marco de la ONU para el Cambio Climático” y el “Convencio de Kyodo”, y la cooperación internacional relativa a ellos debe observar el “principio de responsabilidad compartida pero diferenciada”. Los países desarrollados deben mirar de frente su responsabilidad histórica y la realidad actual de su alta emisión contaminante por persona. Deben cumplir estrictamente las metas fijadas en el «Convencio de Kyodo” para reducir la emisión contaminante, y asumir de continuo su obligación de reducir la emisión en gran cantidad a plazo mediano. Los países desarrollados que no han ratificado el Convenio deben hacer contribuciones comparativas. Los países en vías de desarrollo deben, de acuerdo con sus situciones nacionales y con el apoyo de los países desarrollados en materia de la transferencia de fondos y tecnología, hacer lo posible por reducir la emisión de gases de efecto invernadero y por adaptarse al cambio climático. Es necesario establecer un mecanismo eficaz de fondos. Los países desarrollados deben asumir la responsabilidad de aportar fondos a los países en vías de desarrollo. A través de los arreglos del mecanismo eficaz, se debe promover la transferencia de las tecnologías respectuosas con el ambiente y clima hacia los países en vías de desarrollo y elevar su capacidad para hacer frente al cambio climático. Con respecto a la crisis financiera internacional, Ju Jintao postula que las principales entidades económicas deben asumir su responsabilidad y obligación, adoptando políticas macroeconómicas que vayan en beneficio de la estabilidad de sus propios países y del mercado financiero internacional. Políticas que vayan en bien de los intereses de los inversores, y en contra de las diversas formas de proteccionismo en materia de comercio e inversión. Al mismo tiempo, los diversos países deben fortalecer la coordinación de las políticas macroeconómicas, llevar a cabo la reforma del sistema financiera internacional, y profundizar la cooperación en la supervisión financiera internacional con miras a promover la recuperación económica mundial. Es necesario reforzar la responsabilidad global de las empresas, especialmente las de las transnacionales.
Promover en común el desarrollo sostenido de la coordinación mundial
Ju Jintao sostiene que en esencia los desafíos y amenazas globales son problema de desarrollo. Es necesario atender los intereses y demandas tanto de los países desarrollados como de los países en vías de desarrollo. Fortalceer y perfeccionar el saneamiento de la economía global, y promover el desarrollo sostenido de la coordinación económica del mundo. Promover el crercimiento inclusivo y equitativo. Destaca que sin el desarrollo económico de los países en vías de desarrollo, carecerán de base los esfuerzos por superar los desafíos y amenazas globales. La comunidad internacional debe promover el desarrollo de los países en vías de desarrollo como una tarea importante suya de manera que estos países tengan capacidad para desarrollarse y para resistir los riesgos. Hay que tener una visión a largo plazo, ocuparse de los intereses de todos los sectores, tratar adecuadamente los problemas de relieve que afectan el desarrollo, espcialmente el cambio climático, la seguridad de alimentos, la seguridad de energías y de recursos, salud pública, y problemas globales que están relacionados con el bienestar de los pueblos, sin perder vistas ni en un sólo aspecto. (Pueblo en línea)
27/11/2009