BEIJING, 14 sep (Xinhua) -- El sistema bancario en la sombra de China ha experimentado un crecimiento explosivo y ha desempeñado un papel cada vez más relevante en los fondos de inversión durante la última década, según un informe publicado ayer jueves por el Banco Popular de China, el banco central del país.
En un informe de revisión sobre las actividades de financiación social en el período 2002-2011, el emisor dijo que el volumen de las transacciones fuera del balance y del sistema bancario del país ha crecido de forma espectacular en los últimos 10 años, y ha dado a las empresas un mayor acceso a la financiación a la par que ha hecho aún más difícil la regulación sobre el asunto.
Según el banco central, los préstamos denominados en yuanes supusieron el 91,9 por ciento de la financiación social en su conjunto en 2002, pero esa proporción se ha reducido a menos del 60 por ciento desde el año 2010, ya que las empresas optaron por los bonos corporativos, las letras de aceptación, las ventas de valores, la compensación de los seguros y otros vehículos financieros para financiar sus actividades de inversión o mantenerse alejadas de la regulación.
Muchas actividades de financiación que no usan préstamos se realizan mediante el llamado sistema bancario en la sombra, a través de transacciones no reguladas de las letras de aceptación, los pagarés y los productos de inversión que no aparecerán en los balances convencionales.
Los fondos recaudados por los fondos de capital social y los fondos alternativos en China no cuentan en los cálculos de los datos de financiación social, según el banco central.
De toda la financiación social, los nuevos préstamos denominados en yuanes alcanzaron 7,47 billón de yuanes (1,18 billones de dólares) en 2011, o cerca de cuatro veces la cantidad registrada en 2002, según los datos del emisor.
Por el contrario, los fondos recaudados a través de la financiación que no emplea préstamos, estallaron hasta alcanzar 5,36 billones de yuanes en 2011, lo que representa un incremento de 32,7 veces frente a las cifras de 2002.
El banco central comenzó a publicar los datos oficiales sobre la financiación social en 2011, después de que la cantidad de dinero que las empresas obtenían de las instituciones financieras no bancarias comenzó a aumentar en 2010, cuando el gobierno controló los préstamos para frenar el desbocado mercado inmobiliario.
El cálculo de los datos de financiación social es un reflejo de la crisis financiera global, pues muchos observadores creen que gran parte de la actividad de préstamos se produjo fuera del sistema bancario, y dejó que las hojas de los balances tradicionales de los bancos no mostraran una situación fiel del crédito.
El banco central pronosticó que la proporción de préstamos denominados en yuanes en financiación social se reducirá aún más, pues la innovación financiera sigue creciendo rápidamente.
«Muchas actividades de titulización respaldadas por activos fuera del balance no sólo involucran a los bancos comerciales tradicionales, sino también a un gran número de bancos en la sombra», explicó un portavoz del Departamento de Encuesta y Estadísticas del banco central.
El rápido aumento de la financiación que no emplea préstamos explica en parte por qué los mercados de valores chinos muestran unas cifras peores que los del resto del mundo desde el comienzo de 2012, con el índice de Shenzhen registrando unas pérdidas del 7,94 por ciento, y con el índice de Shanghai experimentando unas caídas de más del seis por ciento en el período enero-agosto.