China y sus planes espaciales, detallados en el 'libro blanco' publicado esta semana, salen a escena precisamente en un momento en el que las dos principales potencias espaciales hasta ahora, Estados Unidos y Rusia, no pasan por su mejor momento aeroespacial. Este paso sigue los logros ya alcanzados en los últimos años, con las sondas lunares Chang'e.
(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Memorias de la carrera espacial durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética se conjuran estos días, según ‘New York Times’. Desde Pekín, las cosas se ven no tanto en términos de ‘realpolitik’, sino más próximas a la lírica: “El Pueblo chino es como los demás Pueblos de todo el mundo, cuando miramos al cielo estrellado, nos sentimos llenos de deseo y ansias por el vasto universo”, declaró en ‘Financial Times’ el pasado jueves Zhang Wei, portavoz de la Administración Espacial Nacional de China.
China y sus planes espaciales salen a escena precisamente en un momento en el que las dos principales potencias espaciales hasta ahora, Estados Unidos y Rusia, no pasan por su mejor momento en este ámbito. La administración Obama ha dado señales más que claras de que la estrategia espacial de Washington va a replantearse a la baja, debido a las dificultades económicas que atraviesa el país. Rusia, por su parte, está experimentando varios problemas técnicos con algunos de sus más recientes proyectos espaciales, como el envío frustrado de la sonda Phobos-Grunt hacia uno de los satélites del planeta Marte el mes pasado.
En esta coyuntura, llega China y anuncia que en los próximos cinco años va a iniciar los preparativos para poner a un hombre en la luna, según se desprende del ‘libro blanco’ sobre el desarrollo de la industria y el programa espacial de la nación asiática que fue publicado a comienzos de esta semana.
Hasta la fecha, Estados Unidos ha sido el país con más éxito en el suelo selenita. Desde los primeros norteamericanos en llegar –Neil Armstrong y Buzz Aldrin el 12 de julio de 1969-, un total de 12 astronautas han tocado la superficie del satélite. La última visita humana fue en diciembre de 1972, hace ya casi 40 años, con la misión Apolo XVII.
Ahora, a las puertas de 2012, China planea enviar varios vehículos para explorar la superficie del satélite de la Tierra y enviar muestras a nuestro planeta, un paso que sigue los logros ya alcanzados en los últimos años, desde 2006, con el lanzamiento exitoso de dos sondas lunares, Chang’e I (24 de octubre de 2007) y Chang’e II (1 de octubre de 2010), proyectos que permitieron elaborar un mapa completo y obtener imágenes de alta definición de la Luna, información que será muy útil para los proyectos futuros. No obstante, las autoridades chinas no han aventurado ninguna fecha concreta para estos proyectos lunares.
Pero China también mira más allá de la Luna: hay proyectos ya en marcha que apuntan hacia el planeta Marte, como la sonda Yinghuo I, que fue lanzada en cooperación con Rusia, junto con la frustrada Phobos-Grunt.
Ante las opiniones del exterior, el ‘libro blanco’ sobre el programa espacial chino afirma: “China se adherirá siempre al uso del espacio exterior para fines pacíficos, y se opone al rearme o a cualquier carrera armamentística en el espacio exterior”.