Las autoridades en Lanzhou, capital de la provincia noroccidental china de Gansu, trabajaron sin descanso durante la noche del viernes para acabar con la contaminación del agua potable, esperando reestablecer la seguridad de la misma el sábado.
El viernes por la mañana se detectaron niveles de benceno excesivos en el agua potable de la ciudad. El gobierno municipal advirtió a los habitantes que no bebieran agua del grifo durante 24 horas hasta las 11:00 horas del sábado.