BEIJING, 13 ene (Xinhua) -- La contaminación atmosférica de Beijing llegó hoy domingo de nuevo a niveles peligrosos, lo que supone el tercer día consecutivo de grave niebla tóxica, confirmó la estación meteorológica municipal.
La estación emitió hoy la primera alerta naranja de la ciudad por la baja visibilidad causada por la fuerte niebla tóxica.
Los datos oficiales publicados hoy muestran que los índices de calidad del aire de la mayor parte de Beijing alcanzaron su nivel máximo de 500.
«Beijing puso en marcha hoy por primera vez su plan de respuesta de emergencia por contaminación grave», dijo Yu Jianhua, director del departamento de calidad del aire subordinado al buró de protección medioambiental de la ciudad.
El plan, elaborado el año pasado, incluye múltiples medidas para hacer frente a niveles peligrosos de contaminación atmosférica.
Conforme al plan, las obras deben limitar aquellas actividades que generen gran cantidad de polvo, mientras que las empresas industriales tienen que reducir sus emisiones durante los días de polución grave.
Además, se exige a las autoridades municipales de tráfico que restrinjan el uso de vehículos gubernamentales en un 30 por ciento durante los días de fuerte niebla tóxica, y a las autoridades de educación, que den instrucciones a las escuelas para que reduzcan o suspendan completamente las actividades al aire libre.
De acuerdo con el centro de control medioambiental de la ciudad, las lecturas de PM2,5 -partículas en suspensión de diámetro menor a 2,5 micrometros- sobrepasaron los 700 microgramos por metro cuadrado en varias estaciones de monitorización de la capital china, con un máximo de 993 el sábado por la noche.
«Estos datos representan una polución extremadamente grave. Los contaminantes se han acumulado gradualmente durante el curso de los últimos días sin viento, empeorando la calidad del aire», dijo Zhu Tong, profesor de la facultad de ciencias e ingeniería medioambientales de la Universidad de Peking.
La contaminación continuará envolviendo Beijing hasta el miércoles, cuando el viento esparcirá la niebla tóxica, según el pronóstico del tiempo.