Después de 30 años de política de hijo único llega el problema del envejecimiento

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He Weiqiong, de 52, junto con sus dos hermanos y una hermana, celebró una reunión familiar en su ciudad natal de la meridional provincia de Guangdong la semana pasada, en ocasión de la Fiesta del Medio Otoño.


Aunque He se sentía feliz de estar junto a su madre de 80 años y su amplia familia, también sufría el “vacío” que dejó su hija de 28 años, quien trabaja en la oriental provincia de Jiangsu y que no pudo sumarse a la celebración.


Como la mayor parte de de sus contemporáneos, He sólo tiene una hija, pues su familia no era lo bastante afluente en los años 80, cuando nació la chica.



“Al tener una sola hija, su educación y calidad de vida han estado garantizadas en una familia que entonces vivía al día,” indica.



Pero después de que la muchacha se casara el año pasado, He comenzó a preocuparse un poco.



“Mi hija y yerno son ambos hijos únicos, así que les puede resultar algo difícil cuidar de sus cuatro padres cuando tengan que trabajar.”



Para He, la política del hijo único tiene dos caras, como las monedas – un lado sirvió para mejorar la situación nacional en aquel momento, pues China es un país con una población enorme y su crecimiento descontrolado resultaba preocupante; pero en la otra cara, un hijo único puede sentirse solo y los ancianos pueden experimentar mayor felicidad si ven a muchos hijos y nietos sentarse juntos y continuar el linaje familiar.



Este sábado se cumple el trigésimo aniversario de la instauración de la política del hijo único en el país. El Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) publicó una carta abierta el 25 de septiembre de 1980, llamando a sus militantes y los de la Liga de la Juventud Comunista a tener un solo hijo, a fin de mejorar sus vidas.



Dicha carta añadía que más niños consumirían más dinero y alimentos y obstaculizarían la mejora de los niveles de vida, en el ámbito familiar; a escala de país, el crecimiento de la población afectaría la “acumulación de fondos” para la modernización de la nación.



Observaba, sin embargo, que “el problema del crecimiento de la población podría disminuir en tres décadas.”



Además, la política del hijo único no afecta a las minorías étnicas y los campesinos cuyo primer hijo es una muchacha. También, en algunas regiones se ajustó esta estipulación más adelante, para eximir a las parejas formadas por dos hijos únicos.



Xia Haiyong, director del Instituto de Investigaciones sobre Población de la Universidad de Nanjing, afirma que se evitaron cerca de 400 millones de nacimientos en las tres décadas que siguieron al decreto de esta política, que contribuyó al aumento del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de China .



Menos población también significa más oportunidades educativas. Las más recientes estadísticas arrojan que las personas mayores de 15 años de edad reciben un promedio de 8,3 años de enseñanza, un nivel promedio superior para los países en vías de desarrollo.

“Menos niños, mejor vida”


“A más hijos, más bendiciones” había sido la consigna del pueblo chino a través de la historia, pero la política de planificación familiar del país ha procurado inculcar al pueblo, especialmente en el campo, la de “a menos niños, mejor vida”.



Lu Juan, de 30 años, y residente en Jintan, provincia de Jiangsu, obtuvo 100.000 yuanes ($14.700) en préstamos de micro-crédito el viernes, en la Oficina de Planificación Familiar de su ciudad, para su negocio de acuicultura. Uno de los requisitos para obtener el préstamo era tener un solo hijo.



Ella habría podido tener otro niño, pues tanto Lu como su marido son hijos únicos, pero ella decidió no tener otro y ahora cuida junto a su marido de su único vástago.



Song Yueqin, director de la Oficina de Planificación Familiar de Jintan, dijo que en el pasado, persuadir a las personas de no tener más niños era “extremadamente difícil” pues la población solía acudir a métodos para burlar el plan. Algunas incluso se fueron a parir al extranjero.



Pero aún así China consiguió mantener un bajo nivel de fertilidad. La tasa de crecimiento natural de la población se mantuvo 5,05/1.000 el año pasado, lo que también implica problemas de envejecimiento.



La Oficina del Comité Nacional del Envejecimiento de China afirma que el número de personas de 60 o más años era de 167 millones en 2009, ó 12,5 por ciento de 1.300 millones de habitantes.



Xia considera que la aparición del problema del envejecimiento es un símbolo del progreso social y de la mejora en los niveles de vida, pero también constituye una sobrecarga para los servicios del país a los ciudadanos de la tercera edad. En ese sentido sugiere promover el cuidado comunal para los ancianos, pues la presión sobre los hijos únicos puede traducirse en menos tiempo para cuidar de sus padres envejecidos. (Pueblo en Línea)



25/09/2010