El gran problema del excedente de población masculina

In Noticias, Sociedad by PSTBS12378sxedeOPCH

El desequilibrio en la proporción de sexos en China en el largo plazo podría amenazar la seguridad poblacional del país, quizás tanto como la explosión poblacional de mediados del siglo XX.


En la frontera chino-vietnamita en la región autónoma de Guangxi, la compra y venta de novias vietnamitas se ha convertido en un negocio floreciente. Debido a la creciente demanda, el precio ha aumentado sin parar desde 2.000 ó 3.000 yuanes en la década de los noventa hasta entre 50.000 y 200.000 yuanes en la actualidad.


“Se trata de las consecuencias negativas que ha traído el desequilibrio en la proporción de sexos”, dijo Yuan Xin, profesor del Intstituto de Población y Desarrollo de la Universidad de Nankai.



La proporción de sexos en el nacimiento también es llamada proporción de sexos de lactantes. En circunstancias naturales, la proporción de sexos al momento del nacimiento es de 100 mujeres cada 103 a 107 varones. Debido a que la tasa de mortalidad entre los niños es mayor que entre las niñas, llegada la edad de contraer matrimonio, la cantidad entre mujeres y varones está equilibrada. Por esta razón, la ONU determinó que el valor normal es de 103 a 107.



Desde que durante el tercer censo de población en 1982 se registró un desequilibro entre la proporción de sexos, el fenómeno se ha ido acentuando en los últimos 30 años y en el 2008 alcanzó un pico de 120,56, convirtiéndose así China en uno de los países que presentan los mayores desequilibrios en este aspecto.



“En los años ochenta, sólo existía un desequilibrio en las zonas rurales. Sin embargo, desde los noventa el fenómeno también comenzó a registrarse en las ciudades. Al principio sólo se evidenciaba en el caso del segundo o tercer nacimiento, sin embargo ahora también es alto en los nacimientos únicos”, señaló Yuan Xin y agregó que la desproporción se ha ido expandiendo de este a oeste y de las zonas rurales a las ciudades, cubriendo prácticamente todo el país.



El director de la Comisión Nacional de Planificación Familiar, Wang Xia, expresó que, a partir del 2009, esta tendencia mostró un punto de inflexión y por primera vez ha disminuido por tercer año consecutivo, hasta alcanzar 117,78 en el 2011. Sin embargo, la disminución es limitada y aún se encuentra 10 puntos por encima de la línea de advertencia.



Yuan Xin considera que los problemas sociales causados por el desequilibrio entre la cantidad de mujeres y hombres han pasado de ser invisibles a ser visibles y su impacto más directo es evidente en la dificultad de encontrar pareja para el matrimonio.



De acuerdo con cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas, en la franja poblacional menor a 30 años de edad, hay más de 20 millones más de varones que de mujeres. En los próximos diez años, cada año habrá una media de 1 millón de varones más que la cantidad de mujeres que ingresan a la edad propicia para contraer matrimonio. Por eso, los nacidos después de los ochenta y los noventa, se enfrentan cada vez con mayores desafíos a la hora de encontrar a su media naranja.



La crisis de “solterones” es más importante que problema de “solteronas”



Aunque el desequilibrio en la proporción sexual de nacimientos en los últimos 30 años ha producido una gran cantidad de “solterones”, es decir varones que nunca se casarán, la gente le presta más atención al fenómeno de las “solteronas”.



“Se debe a una asimetría en la información”, dijo Li Jianxin, profesor de sociología de la Universidad de Pekín, quien además señaló que los problemas sociales de este fenómeno a largo plazo se ven particularmente en las zonas rurales más remotas y pobres, y no en las ciudades. Debido a la falta de información en estas regiones atrasadas, la crisis de los “solterones” ha sido casi ignorada por el público.



De hecho, el desequilibrio entre el número de mujeres y varones en edad de contraer matrimonio ha dado lugar a dos fenómenos sociales diferentes: “solterones” en las zonas rurales y “solteronas” en las grandes ciudades.



El Instituto de Investigación de Población y Desarrollo de la Universidad de Comunicaciones de Xi’an realizó una encuesta sobre la población de varones adultos solteros (más de 28 años de edad y que nunca se casaron) de 369 poblados de 28 provincias del este, centro y oeste del país, y redactó el Informe técnico de investigación sobre el desequilibrio de sexos y la estabilidad social en los pueblos.



Según el informe, en cada poblado había una media de nueve “solterones” con una edad promedio de 41,4 años. El grado de concentración de “solterones” aumentaba gradualmente de oeste a este, con un 3,21% en el oeste y un 2,26% en el este del país.



“La presión por contraer matrimonio no sólo está en la gran cantidad de ‘solterones’, sino también los varones más pobres se han convertido en las principales ‘víctimas’”, dijo Yuan Xin. Los varones con un estatus social más alto no experimentan este problema, agregó, pero es muy difícil encontrar pareja para aquellos pertenecientes a una franja poblacional con un menor nivel cultural y bajos ingresos. Este hecho ha provocado un aumento en la trata de blancas, matrimonio por compra y venta y delitos de índole sexual, en las regiones más atrasadas.



Desde este punto de vista, el problema de los “solterones” del campo es mucho más importante que el de “solteronas” en las ciudades. No sólo afecta al desarrollo personal y la felicidad familiar, sino también influye en la armonía y estabilidad social.




Amenaza a la seguridad poblacional


Yuan Xin destaca que el desequilibrio en la proporción de sexos a largo plazo no sólo será un problema poblacional, sino se convertirá en un gran problema social.



Este desequilibrio afectará al desarrollo poblacional de China. Siendo las mujeres quienes dan a luz a sus bebés, el “déficit” de mujeres conducirá inevitablemente a una disminución de los niveles de natalidad, lo cual ayuda a reducir el tamaño de la población en su totalidad y consecuentemente la cantidad de personas en edad laboral, además de acelerar el envejecimiento de la población. Todo esto pone en peligro la estructura poblacional.



Este fenómeno también incide en el problema del desempleo. Un empresario de textiles que viaja frecuentemente a Guangzhou, Hangzhou y Shanghai, entre otros lugares, dijo que actualmente muchas fábricas del sector han debido cerrar, debido a la escasez de mano de obra femenina. Yuan Xin piensa que, dentro de 10 ó 20 años, la superabundancia de trabajadores varones aumentará, lo cual provocará una gran competencia en el mercado laboral, agravando la situación para las mujeres. En algunas industrias y profesiones, probablemente la escasez de mano de obra femenina genere su reemplazo por trabajadores masculinos. Por su parte, el excedente de varones provocará una competencia feroz por algunos puestos de trabajo.



La dificultad para contraer matrimonio significará un gran impacto para la estabilidad de la familia tradicional y podría desencadenar una crisis ética. La falta de mujeres en edad de contraer matrimonio podría generar “matrimonios inter-generacionales”, “matrimonios entre hermanos”, relaciones extramaritales, interferencia de terceros y nacimientos fuera del matrimonio, entre otros fenómenos sociales.



El número de hombres en edad de contraer matrimonio, pero que no pueden hacerlo, continúa acumulándose, aumentando el riesgo de inestabilidad e inseguridad social. El Informe técnico de investigación sobre el desequilibrio de sexos y la estabilidad social en los pueblos muestra que una parte de los adultos solteros encuestados participaron en actividades de desorden público en los últimos tres años, como juegos de azar, disturbios, pandillas de ladrones y peleas.



Yuan Xin cree que el desequilibrio en la proporción de sexos en China en el largo plazo amenazará la seguridad poblacional. En el futuro, los varones dominarán la estructura de clases sociales, de consumo y de organización, lo cual tendrá un impacto en el desarrollo sostenible a nivel económico y social. El alcance de su daño no será menor que el de la explosión poblacional de mediados del siglo XX.