Varios ministerios como el de Territorio y Recursos, Transportes, y Ferrocarril han anunciado una serie de políticas detalladas que materializan las "Nuevas 36 reglas" publicadas en 2010 sobre inversión privada en sectores con monopolio estatal, incluyendo los recursos naturales, energía, construcción ferroviaria, banca y servicios públicos.
SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Siguiendo el despliegue de una seire de políticas por parte del gobierno central chino para animar la apertura de sectores monopolizados a la inversión privada, algunas empresas privadas han decidido tantear el terreno.
La empresa energética Guanghui, operadora de un gasoducto de gas natural en la región noroccidental de Xinjiang, anunció que ha solicitado una licencia de importación de crudo, un área que actualmente se encuentra bajo estricto control de un grupo de empresas estatales. No obstante, según fuentes de la empresa, aún no han recibido una respuesta oficial.
En caso de obtener el permiso, Guanghui se convertiría en la primera empresa privada en contar con dicha cualificación, lo cual marcaría un nuevo hito para la compañía, que ya recibió el pasado junio luz verde para construir un gasoducto transfronterizo que conecta Kazajistán con la región de Xinjiang, el primer proyecto de estas características con inversión privada.
Desde mayo, varios ministerios como el de Territorio y Recursos, Transportes, y Ferrocarril han anunciado una serie de políticas detalladas que materializan las “Nuevas 36 reglas” publicadas en 2010 sobre inversión privada en sectores con monopolio estatal, incluyendo los recursos naturales, energía, construcción ferroviaria, banca y servicios públicos.
“El gobierno ha decidido abrir estos sectores al capital privado, pero queda por ver si estas medidas pueden surtir efecto”, afirma Shang Jiqiang, presidente de Guanghui, que, por ahora, debe adquirir el petróleo crudo producido en Kazajistán a través de China National United Oil, responsable de las importaciones y exportaciones de crudo de PetroChina, el mayor conglomerado energético del país, ya que Guanghui carece de licencia de importación.
“Sin la licencia de importación de crudo, tenemos que establecer nuestro volumen de producción basándonos en la cuota de importación de China National United Oil. Para nosotros, esto es intolerable”, afirma Shang.
Aunque el gobierno central anima a las compañías privadas a importar petróleo, ninguna de ellas ha conseguido por ahora entrar en el sector del petróleo y el gas, explica el presidente de Guanghui, que sigue siendo la única productora privada de petróleo y gas de China.
“Es una acción experimental para la industria; nos mantendremos atentos a cómo el gobierno responde a la solicitud. Es un proceso complejo que implica regulaciones financieras y energéticas”, explica Lu Ying, analista de Oligas.com.cn, un proveedor de servicios en el mercado petrolero, quien añade que la cuota abierta a las empresas privadas sería mucho más reducida que la correspondiente a las estatales, por lo que el efecto de la apertura del sector sobre los precios del petróleo en el mercado chino sería limitado.