Eternos extranjeros en China

In Noticias, Sociedad by PSTBS12378sxedeOPCH

Por décadas, China fue una nación aislada, debido a las diversas formas de explotación y opresión que los extranjeros ejercieron sobre ella. El país se vio sumido en conflictos y guerras civiles antes de alcanzar su rayo de sol. La luz llegó de la mano de la “reforma y apertura” que inició Deng Xiaoping en 1978, abriendo las puertas de China al mundo exterior. En poco años la economía de China prosperó hasta situarse en los pirmeros lugares de crecimiento global. Hoy, China se mantiene erguida y compite con los principales actores globales. La cifra de ricos en China ha sobrepasado la de muchas naciones desarrolladas. Su infraestructura moderna se convierte en germen para el desarrollo de un nuevo estilo de vida, mientras que el nivel de mejoramiento social en las ciudades asombra a quienes visitan el país. Pero a pesar de todo eso, el chino común y corriente aún se extraña con la presencia de extranjeros.


El término “laowai” fue utilizado para referirse a todos los extranjeros cuando aún eran una presencia extraña en la sociedad china. Luego de que la Oficina Nacional de Estadística revelara a finales del año pasado que hay 600.000 extranjeros residiendo en el país, este término sigue siendo de uso común. La presencia de un extranjero divierte incluso a los niños chinos, que le gritan “laowai”, aunque la acción moleste a algunos. Un extranjero en la calle sigue siendo extraño para muchos chinos ordinarios en muchas partes del país. Todo lo relacionado con el foráneo llama la atención, desde lo que lleva puesto hasta lo que carga consigo. Quizas por el deseo de adoptar lo que usa, o sólo para reírse un poco, un extranjero en China sigue siendo una criatura extraña.


Según se extiende y gana fama la lengua china, muchos extranjeros la aprenden bien. De hecho, es una necesidad para la supervivencia en China. Sin embargo, un simple “nihao”, pronunciado por un extranjero con el sonido y tono apropiados, hará que el chino de a pìe tenga una reacción inmediata: “su chino es muy bueno”, dirá. En caso de que realmente uno hable buen chino, entonces deberá prerpararse para lo que viene: ¿Cuál es su nacionalidad? ¿Como puede hablar tan bien en chino? ¿Qué hace en China? Si uno aprueba este examen de aptitud general, deberá encarar una sarta de preguntas personales – ¿es usted casado?; si lo es, ¿cuántos hijos tiene?; si es soltero, ¿por qué no busca una muchacha china, o un muchacho chino?, puedo presentarle a alguien; cuál es su edad etc…. ¿Son habladores los chinos? Sí, para entender la vida de un extranjero, los chinos son casi todos habladores.





En 1995 se abolió por completo el FEC (certificado de moneda extranjera). Antes de eso el “dinero del pueblo” estaba tan protegido que su posesión por parte de un extranjero era considerada ilegal. Su uso también quedaba restringido a lugares señalados como hoteles y para compras en almacenes como la Tienda de la Amistad, donde se vendían mercancías extranjeras. Además, los extranjeros debían comprar boletos de clase superior especiales para trenes con destinos a cualquier lugar de China.





Los hoteles eran tan limitados y restringidos como los dormitorios de la universidad dedicados específicamente para los extranjeros. Han pasado décadas, pero aún hoy hay muchos lugares donde un extranjero no puede pernoctar, pues no debe quedarse en hoteles de menos de tres estrellas. Las razones varían; antes era por miedo a los extranjeros; ahora es la imagen de China. No importa cómo se le mire, el caso es que todo radica en el trato que los extranjeros reciben de los chinos comunes.





Incluso después de más que una década de reforma y apertura, los extranjeros apenas se veían en la mayoría de las ciudades; a pesar de existir una multitud de coreanos y japoneses que querían estudiar el chino. En los años 90, Shenyang era una ciudad altamente industrializada donde aparte de japoneses y coreanos, había rusos, probablemente por la proximidad geográfica y el comercio de China con Rusia. Sobra decir que apenas se veían otros asiáticos, particularmente de la India. El chino de a pie a menudo apuesta a quién es indio, confundiéndolo con personas de Xinjiang. La curiosidad ha llegado al punto de secuestrar a alguien en la muchedumbre para comprobar su verdadera identidad. Entonces se pasa a mirar la vestimenta del extraño, con exclamaciones como “hao wanr” y ocasionalmente se hala la prenda.





La creciente presencia de extranjeros en China debería propiciar cambios, pero estos no siempre suceden para bien. Las cosas han mejorado en algunas ciudades donde su presencia ya es algo cotidiano, pero en las ciudades pequeñas y áreas rurales la historia es diferente. ¿Es debido al factor miedo arraigado entre los chinos, o es la curiosidad innata de los chinos? Ya sea al comer en un lugar público, o hacer compras en un lugar ordinario, los extranjeros siguen siendo extranjeros. Los peor es cuando los universitarios chinos lo utilizan a uno para practicar el inglés. Allí comienza la amistad, creen los chinos, pero muchos extranjeros preferirían que los dejaran en paz, incapaces de comprender cuán humana puede ser la curiosidad.(Pueblo en Línea)





12/07/2011








La Dra. Geeta Kochhar es profesora invitada en la Academia de Ciencias Sociales en Beijing. Imparte clases como profesora auxiliar en el centro de Estudios sobre China y el Sureste Asiático, de la Escuela de Estudios de la Lengua, Literatura y Cultura, de la Universidad Jawaharlal Nehru.