Expectativas sociales deben responder a situación real de China

In Noticias, Sociedad by PSTBS12378sxedeOPCH

La hierba siempre se ve más verde en el patio del vecino cuando uno mantiene expectativas demasiado altas. El Gobierno chino está poniendo un mayor énfasis en mejorar su gestión y en cumplir con las demandas públicas de mejores servicios de bienestar. Para lograrlo, sin embargo, se requiere asimismo que la sociedad reajuste sus expectativas, de acuerdo a la situación real que vive el país.


Varias encuestas sugieren que la mayoría de los ciudadanos chinos concuerdan en que China sigue siendo un país en vías de desarrollo.

Pero cuando se trata de la asistencia social al público, todo indica que un amplio segmento de la sociedad de China aspira a emparejarse con los niveles de riqueza occidentales. La omipresente cultura occidental ha sentado un precedente que los chinos desean imitar.

 

Pero la terca realidad demuestra que del dicho al hecho sigue existiendo un buen trecho. Además de requerir de acumulación de riquezas, como país en vías de desarrollo, China también debe concluir su etapa inicial de construcción de un sistema de redes de asistencia social y servicios públicos que satisfagan a un país modernizado, y que además se ajuste al presupuesto del país.

 

Un ejemplo típico es el mercado inmobiliario. La propiedad individual de un apartamento parece ser una tarea obligatoria del Gobierno. Esta demanda irrazonable restringe realmente las opciones del Gobierno para dictar políticas, y aún peor, crea divisiones dentro del país.

 

La atención a la salud es una preocupación universal. Su actual estado ha sido blanco de muchas quejas del público en China, dada los problemas que prevalecen, tales como prescripción excesiva de medicamentos y servicios médicos inadecuados.

 

Si bien el Gobierno está prestando atención al tema, el público quizás deberá tolerar las inadecuadas instalaciones hospitalarias que están por debajo de sus similares en los países desarrollados por un período de tiempo prolongado. De modo semejante, la pensión de los granjeros chinos no llegará al nivel de la de sus pares en Europa Occidental en muchos años por venir.

 

No es difícil imaginar el resultado final del gasto excesivo. Sería como alguien que junta su modesto sueldo durante varios meses para comprarse un bolso de Louis Vuitton. Los deseos exacerbados pueden destruir a un individuo y a un país también.

 

Los chinos necesitan entender claramente la posición de China como país en vías de desarrollo. El concepto de ser un país en vías de desarrollo necesita ser puesto en práctica en la vida diaria.

 

De hecho, hay demasiadas imperfecciones en la cotidianidad del pueblo, desde las calles atestadas de tráfico a la pobre calidad del aire. Hasta cierto punto, ése es el precio que todos pagan por un acelerado desarrollo.

El Gobierno debe garantizar que mejoren los niveles de vida. Pero el desarrollo continuado, sin embargo, también necesita de un grado de tolerancia colectiva para asimilar la brecha que separa a China de su futuro.

 

Esta es una de las razones principales detrás de las décadas de crecimiento sin precedentes de China. (Pueblo en línea)

 

25/10/2010