CHANGCHUN, 25 jul (Xinhua) -- Las grandes multinacionales automotrices deben tratar a sus obreros chinos de una manera justa si quieren sostener su desarrollo en el mercado de este país asiático, que ahora es el más grande del mundo.
Los sueldos de los trabajadores deben estar conectados con el crecimiento de la empresa», advirtió Wang Hongjun, jefe técnico de la firma mixta sino-alemana FAW-Volkswagen.
Wang dijo que si los obreros no se sienten bien remunerados por las empresas que, saben, han registrado sustanciales aumentos en sus beneficios anuales. su «desequilibrio psicológico» podría erosionar su moral, lo que resultaría en menos entusiamo para trabajar y menos ganas de fabricar mejores productos.
Tanto las ventas como la producción de vehículos en China registraron el año pasado una expansión de más del 40 por ciento. No obstante, los salarios de los trabajadores aumentaron sólo un 9,1 por ciento, precisó Ge Baoshan, experto en estudios de economía automotriz y profesor de la Universidad de Jilin, en el noreste del país.
«Los empleados chinos no solamente están presentando cada vez más quejas sobre sus sueldos, sino que cada vez son más conscientes de que no han sido partícipes de los beneficios del ‘boom’ de la industria automovilística de China», dijo Ge Baoshan en entrevista con Xinhua.
Según el especialista, el salario promedio de un obrero chino en una planta automotriz es inferior a los 10 yuanes (1,47 dólares) por hora. En contraste, sus colegas en Estados Unidos pueden ganar hasta 50 dólares por hora, una proporción de 1 contra 35.
Los fabricantes japoneses Honda y Toyota han experimentado en los últimos meses continuas huelgas de empleados que exigen aumentos salariales. La mayoría de los paros ha durado varios días, y en algunos casos la producción ha estado suspendida por semanas.
«Tradicionalmente, los obreros chinos no eran muy sensibles respecto de la protección de sus propios intereses. Pero debido a la serie de huelgas que han ocurrido en varias fábricas de suministros, ahora son cada vez más conscientes de sus derechos», concluyó Wang. Fin