BEIJING, 2 ene (Xinhua) -- El primer año de Wang Ruixu después de graduarse en la universidad fue un año de avances.
BEIJING, 2 ene (Xinhua) — El primer año de Wang Ruixu después de graduarse en la universidad fue un año de avances.
En 2015, la aplicación desarrollada por Wang y su equipo, «Jianzhimao», que ayuda a los usuarios a encontrar trabajo a tiempo parcial, atrajo a más de 5,8 millones de usuarios y recibieron financiación por casi 20 millones de yuanes (alrededor de 3 millones de dólares).
«El año pasado, la empresa dio importantes pasos hacia adelante y se aseguró una posición fuerte», dijo Wang, que ahora es director ejecutivo de una creciente empresa de tecnología de 200 empleados con sede en la ciudad de Guangzhou, en el sur de China.
Wang es uno de los muchos jóvenes chinos que están comenzando sus propios negocios, a pesar de un clima económico sombrío.
China registró un auge de empresas de nueva creación durante los primeros 11 meses del año pasado, cuando las nuevas empresas aumentaron un 19 por ciento interanual, hasta totalizar 3,9 millones, cifra que supuso la constitución de 11.700 negocios al día, según mostraron los datos oficiales.
El país está promoviendo la innovación de las masas y el espíritu emprendedor en todo el país para reabastecer de combustible el motor económico, con el objetivo de una «nueva normalidad» de crecimiento más lento pero de más alta calidad.
La palabra «innovación» fue mencionada 14 veces en la declaración publicada el 21 de diciembre después de una reunión de trabajo económico anual que define aspectos básicos para el desarrollo del próximo año. En la reunión se transmitió el mensaje de que China continuará implementando una estrategia de desarrollo basada en la innovación.
La reforma y la innovación inspirarán la creatividad, crearán nuevos motores de crecimiento, actualizarán las industrias tradicionales y fomentarán las emergentes, señaló el comunicado.
Wang destacó la importancia de los apoyos del gobierno, tales como los procedimientos simplificados, las subvenciones y ayuda financiera, en la fase inicial de su negocio. «Esto generó un ambiente inclusivo y fortaleció nuestra confianza», dijo Wang.
Las autoridades pusieron en marcha una reforma del registro de negocios en marzo de 2014, reduciendo las formalidades burocráticas y rebajando barreras de entrada.
Gracias a las medidas favorables, estudiantes universitarios, empresarios, investigadores científicos y retornados de ultramar están surgiendo como una importante fuerza en la actividad emprendedora.
China cuenta ahora con más de 200 proyectos de espacios de innovación de las masas, 1.600 viveros de empresas y 129 zonas de alta tecnología y parques científicos y tecnológicos, que ayudan a canalizar los recursos y a nutrir a las empresas innovadoras en crecimiento.
Un artículo publicado en The Economist citaba palabras de Edward Tse, ex jefe de operaciones en China de Boston Consulting Group, afirmando que una nueva ola empresarial ha llegado y definirá la economía china moderna, trayendo consigo empresarios que desafían la actual estructura económica ineficiente.
Los economistas esperan que esta ola mejore la productividad de China e impulse la transformación económica del país, que se completará con la ayuda de millones de empresas de nueva creación como la de Wang.
Para 2016, Wang tiene un ambicioso plan de Año Nuevo: transformar su firma en un gigante de la tecnología, con 100 millones de yuanes de ingresos anuales. «Quiero retribuir a la sociedad e inspirar a más innovadores como yo», manifestó el joven. Fin