El anime es una manifestación social, cultural y económica que conforma una parte integral de la cultura audiovisual actual japonesa. Aunque en sus orígenes a principios del siglo XX era un producto para consumo interno, este fenómeno no tardó en expandirse al mercado internacional gracias a la estrategia del gobierno japonés conocida como Cool Japan a partir de los años ochenta, y también a los entusiastas de la animación japonesa en todo el mundo. Su rápida difusión, en especial en los países vecinos como China y Taiwán, permitió que el anime no se quedara en mero entretenimiento, sino que llegara a convertirse en uno los principales pilares de la diplomacia pública con los que Japón cuenta incluso hoy en día.

Dada la influencia, social y económica, que este medio de masas ejerce sobre el país nipón y sobre sus países colindantes, en esta comunicación se pretende profundizar en las relaciones que Japón ha establecido con China y con Taiwán utilizando como intermediario el anime, siendo además este medio reflejo de sus tensiones políticas y también de los cambios en la balanza de poder que han caracterizado las relaciones entre estos países desde el siglo XX hasta la actualidad.

(El texto completo es accesible en el PDF adjunto. La presente ponencia se presentó a la X edición del Simposio Electrónico Internacional sobre Política China).