La economía china crecerá en torno a un 8% en 2013. Un porcentaje altísimo visto desde una Unión Europea que seguirá estancada a corto plazo con un crecimiento previsto del 0,2%. Según el Fondo Monetario Internacional, la crisis afecta no solo a Italia (-0,7%) y España (-1,35). También crecerá menos Alemania (0,9%) y Francia (0,4%) mientras Gran Bretaña lo hará un 1,1%. EEUU irá mejor con un 2,1%, Japón apenas un 1,2% y Corea del Sur un 2,8%. En cambio, India podría crecer el 6%.
El PIB chino creció un 7,8% en 2012, el más bajo desde 1999. Muy por debajo del 9,3% registrado en 2011 y del 10,4% en 2010. El entorno de crisis económica en el que están sumidos los países desarrollados también afectó al sector exportador chino. El comercio exterior chino solo creció un 6,2% frente a un 22,5% en 2011. Las exportaciones subieron un 7,9% alcanzando los 2,05 billones $ mientras las importaciones solo lo hicieron un 4,3% sumando los 1.802 billones $. China sigue disfrutando, aunque menos, de un superávit comercial a pesar que el yuan se revalorizó en relación al dólar y el euro.
Se acabaron los crecimientos de dos dígitos. Pero la economía china seguirá avanzando gracias al firme apoyo gubernamental a las inversiones de las empresas públicas chinas para construir grandes infraestructuras en todo el país, sobre todo carreteras, puertos y aeropuertos. Ya cuenta con la mayor red de trenes de alta velocidad del mundo. En 2008 se abrió la primera línea Pekín-Tianjin. Hoy la red tiene casi 10.000 Km. El 26 de diciembre de 2012 se inauguró la línea Pekín-Cantón, la más larga del mundo, que cubre los 2.298 kilómetros de distancia en solo ocho horas. Algunas infraestructuras deben ya ampliarse como el colosal aeropuerto de Pekín, inaugurado para los Juegos Olímpicos de 2008, que tras alcanzar los 81,8 millones de pasajeros, se quedó pequeño solo 5 años después. El Gobierno también apoya la expansión internacional de las empresas chinas que, en 2012, invirtieron 77.000 millones $ en el exterior, un 29% más que en 2011.
El crecimiento a toda costa es la gran prioridad del Partido Comunista Chino. Pekín desarrolló una política monetaria que le llevó a rebajar dos veces, en junio y julio de 2012, la tasa de interés para animar la inversión y el consumo interior a la par que crecían los salarios que crecieron una media del 15%. 2012 acabó con datos muy esperanzadores mejor de lo previsto. La producción industrial subió un 10% y las ventas minoristas un 14,3%. Pero también se reanimó el sector inmobiliario que representa el 13% del PIB. La burbuja inmobiliaria sigue aún amenazando pero parece estar bajo control del Gobierno chino.
Pekín es consciente que urge corregir un modelo de desarrollo basado en la inversión que ha incrementado las desigualdades territoriales y sociales y tiene un fuerte impacto medioambiental. El coeficiente de Gini que mide las desigualdades dentro de un país pasó de un 0,41 en un alarmante 0,47 en 2012. Y los altos niveles de contaminación que sufre Pekín y el noreste de China, sobrepasa los límites de lo humanamente soportable conforme a las normas internacionales establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las reformas estructurales no pueden demorarse más en un país que envejece debido a la política del hijo único y vio como la población activa disminuía por primera vez en 2012, perdiéndose 3,45 millones para descender a 937 millones de puestos de trabajo. Un potencial laboral que sigue siendo inmenso y que es la base para impulsar el surgimiento de unas clases medias que suman unos 500 millones de personas. Pero para acelerar el consumo interno, el Gobierno chino deberá invertir mucho más en infraestructuras sociales, sobre todo en los ámbitos de salud, protección social y educación.
Las inversiones extranjeras en China siguen llegando y alcanzaron 111.700 millones $, algo menos de los 116.000 millones invertidos en 2011. La gran mayoría proceden de otros países asiáticos. Pekín quiere atraer a los inversores pero es más selectivo, priorizando aquellas que aportan la mejor tecnología y Know-How para mejorar la gestión empresarial. Bajaron un 3,8% las inversiones procedentes de Europa mientras las de EEUU se incrementaron un 4,5%. Pekín se plantea abrir algo más sus mercados financieros en yuanes a los inversores extranjeros y reforzar el peso de las bolsas de Shanghai i Shenzhen como centros financieros internacionales.
La ineludible reforma del modelo chino está prevista en el 12º Plan Quinquenal (2011-2015). Una vez celebrado en noviembre de 2012 el 18º Congreso del PCC que dio acceso a la quinta generación de dirigentes chinos, el presidente Xi Jinping y el primer ministro Le Kenquiang deberán tomar decisiones más concretas para democratizar gradualmente el modelo chino. Si no lo hacen se incrementarán las tensiones sociales en China.