Un informe publicado por el Banco Mundial indica que, aunque China ha adoptado medidas para mejorar las políticas de ayuda a la pobreza, el plan de inversión del gobierno chino no consigue situar al país sino muy por debajo del índice internacional.
Debido a su enorme volumen poblacional, el índice de consumo de la población china ocupa el penúltimo puesto del mundo, sólo por delante de India.
A finales de 2008, la línea de pobreza definida por el gobierno chino era un ingreso anual per cápita de 785 yuanes, o sea, alrededor de 0,57 dólares diarios por persona calculados según la paridad del poder adquisitivo del dólar en 2005 o bien 0,31 dólares diarios por persona calculados según la paridad vigente entre el dólar y el yuan. Esta cifra es extremadamente baja si la comparamos con la línea de pobreza que recomienda el Banco Mundial, de 1,25 dólares al día por persona.
A pesar de que el gobierno chino acaba de anunciar un nuevo paquete de ayuda a la pobreza que permitirá fijar el ingreso anual per cápita en 1.196 yuanes, el informe del Banco Mundial considera que es este es aún relativamente bajo y ha sugerido al gobierno aprobar una inversión adicional de 154.600 millones de yuanes en la reestructuración del sistema de políticas de ayuda a los pobres. Esta cantidad equivale al 3,1% de la totalidad de las recaudaciones tributarias centrales y locales del país en 2007 y 0,6% de su PIB en el mismo año.
El informe plantea un marco que permitirá al gobierno chino establecer la política más adecuada para incrementar de forma efectiva las inversiones de ayuda a los pobres. Los reajustes sugeridos por el informe presentado permitirán, además, dirigir las acciones de ayuda a las personas más necesitadas, generando medios operativos uniformes que sirvan como base para la evaluación y verificación de la pobreza del país.
Conforme a la línea de pobreza formulada por el Banco Mundial, los pobres en las áreas rurales de China representan el 90% de la población pobre del país, mientras que se encuentran en áreas urbanas sólo ocupan del uno al tres por ciento del total. El informe señala que, pese a que las zonas rurales de China son más pobres, el“sistema fiscal altamente descentralizado en todo el país sigue inclinándose hacia las ciudades”. Según el organismo internacional el hecho de“adoptar una línea de pobreza más alta constituye el primer paso para configurar una estrategia de ayuda a los pobres orientada al futuro”.