La moda de las asistentas filipinas en China, un lujo al alcance de pocos

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El aumento del número de millonarios en la China continental ha disparado la demanda de niñeras y asistentas filipinas, muy valoradas por su alto nivel académico, su buena preparación y su buen inglés.


(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Puede ser una vida solitaria, pero para Aurea Blance merece la pena trabajar como asistenta del hogar en la China continental, sobre todo por el dinero. Esta mujer filipina de 49 años llegó a Changzhou, en la provincia de Jiangsu, cerca de Shanghai, hace seis meses. Para Aurea, fue una sorpresa ver lo ricos que eran sus empleadores cuando llegó a esa ciudad tan poco conocida.

“Aquí gano el triple de lo que ganaba en Filipinas como profesora de matemáticas en una escuela elemental”, cuenta. Sus empleadores son una pareja de jóvenes empresarios treintañeros, quienes le pagan unos 3.500 yuanes al mes.

“Es imposible encontrar en Filipinas un trabajo de nuestra profesión en el que te paguen tanto como te pagan en China por hacer de limpiadora y asistenta. Por eso vine aquí”, dice. Lo que gana en Fujian le permite mantener a su marido y cuatro hijos en Filipinas, según cuenta.

Los empleadores de Blance viven en un apartamento de tres plantas en el centro de la ciudad. Tienen tres asistentas, de las cuales Blance es la única extranjera. “Yo me ocupo de su hijo de 5 años y hago algunas tareas domésticas”, explica.

Al igual que muchas de sus compatriotas, Blance cuenta con una licenciatura en educación. Su principal ventaja con respecto a las asistentas chinas es su dominio del inglés. “Mi principal trabajo es enseñar inglés a su hijo; yo empecé a estudiarlo con 5 años”, cuenta.

Según Blance, el 45 por ciento de las mujeres de la provincia filipina de Nueva Vizcaya, de la que ella procede, dejan a sus familias para irse a trabajar a regiones ricas como Singapur o Hong Kong. El número de fortunas en la China continental ha crecido de la mano del número de asistentas del hogar filipinas.

“Los salarios en el continente son incluso mejores que en Hong Kong, y además los gastos diarios como comida, son mucho más bajos, por lo que es más fácil ahorrar trabajando aquí”, dice Blance.

Debido a las restricciones oficiales sobre las asistentas que trabajan en el continente, no existen cifras oficiales sobre cuántas existen. No obstante, James Mo, quien gestiona una agencia que busca asistentas filipinas en la China continental, afirma que el número de estas solo en Shanghái supera las mil. Su empresa ha traido a más de 60 asistentas domésticas desde Filipinas desde que empezaron el negocio en 2008. Para sorpresa de Mo, la mayoría de sus clientes son chinos del continente y no extranjeros adinerados de las multinacionales de Shanghai.

“Los elevados costes de contratar a una filipina como asistente doméstica no son un obstáculo para los chinos, que valoran el nivel educativo de las asistentas, su inglés fluido, su mejor preparación y su cortesía”, explica. “Recibimos unas 30 llamadas al mes solicitando una empleada filipina. La mayoría de los solicitantes ronda los 40 años y tienen hijos”.

A pesar de que las normativas no favorecen la contratación de personal doméstico extranjero, la demanda solo en Shanghai crece sin parar. Según los expertos, quienes contratan a filipinas para el servicio doméstico suelen tener una renta anual superior a 1 millón de yuanes. El número de millonarios en el continente aumentó un 6,1 por ciento con respecto al año anterior, hasta alcanzar la cifra de 875 mil individuos. Un 14 por ciento de estos viven en Shanghái.

“El potencial de mercado es enorme aquí en la ciudad, pero solo una parte de la demanda puede satisfacerse, debido a las restricciones legales”, explica Mo. Todas las asistentas filipinas en China cuentan con un visado de turista y muchas necesitan renovarlo cada 6 meses. El visado no les permite trabajar según la legalidad, lo cual produce inconvenientes a los empleadores, que son los responsables de renovar el visado.

“Muchas de mis amigas quieren venir, pero sólo unas pocas lo consiguen, debido a los problemas de visado”, explica Blance, quien espera que algún día el mercado laboral se flexibilice más en beneficio de sus compatriotas.