Algunos elementos del sistema, como las limitaciones al libre tránsito de personas dentro del país o las deficiencias en la seguridad social y laboral, están bloqueando el acceso de las clases más desfavorecidas al bienestar que el desarrollo ha traído al país.
(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Las clases menos favorecidas en China se enfrentan actualmente a la falta de oportunidades para ascender en la escala socioeconómica, a medida que los recursos se concentran cada vez más en las manos de un pequeño grupo de personas adineradas, una situación que supone un enorme obstáculo para la construcción de una estructura social de clases justa.
“En cierta forma, la flujo entre las diferentes clases sociales está bloqueado”, afirma Ge Daoshun, experto en política social de la Academia de Ciencias Sociales de China (ACSCh). “La extracción social y los orígenes familiares se han convertido en una ‘barrera invisible’ para muchos de los que quieren conseguir un buen trabajo”, explica Ge.
El hijo de un funcionario oficial tiene más del doble de posibilidades de ser contratado por el Gobierno con respecto a un ciudadano normal, suponiendo que sus padres tengan el mismo nivel académico, según revela un estudio de la ACSCh.
Ge afirma que los hijos de las familias acomodadas y con buenas conexiones pueden conseguir fácilmente buenos puestos de trabajo, ingresos considerables y buenas oportunidades de desarrollo. Sin embargo, aquellos cuyos padres no tienen poder ni dinero pueden encontrar muchas dificultades para mejorar su posición social.
Un 35 por ciento de los graduados universitarios procedentes de entornos y familias rurales no encontraron empleo en 2009, mientras que la proporción era de 15 por ciento para los graduados cuyos padres tienen trabajos directivos, según una investigación realizada por MyCOS, una consultoría con sede en Beijing.
La investigación muestra también que los hijos de familias rurales obtienen los menores ingresos entre los graduados hace 6 meses.
Al mismo tiempo, las universidades han registrado un descenso de las matriculaciones de estudiantes procedentes de áreas rurales. En 2009, unos 840 mil estudiantes no participaron en el examen nacional de acceso a la universidad. En la mayoría de los casos, esos estudiantes procedían de familias rurales que no pueden permitirse desembolsar el precio de la matrícula y no tienen esperanzas sobre las posibilidades de empleo de los graduados universitarios. Muchos de ellos optan finalmente por emigrar y trabajar en las ciudades u otras zonas con más posibilidades.
El sociólogo de la Universidad de Shanghái Gu Jun, citado por el rotativo oficial China Daily, opina: “Un flujo adecuado de personas entre las diferentes clases sociales es imprescindible a medida que la sociedad se desarrolla”, dice. “La nueva estructura de clases sociales en China todavía no se ha formado y una vez que las barreras se hayan establecido, las clases dsefavorecidas lo tendrán más difícil para ascender”, opina Gu.
“Una sociedad ideal debería tener la forma de una aceituna: unos pocos arriba, unos pocos debajo y la mayoría en el medio”, considera Ge Daoshun, de la ACSCh. “Cuando la clase media supone aproximadamente un 60 por ciento de la sociedad de un país, esa sociedad disfruta de estabilidad política y condiciones económicas estables, así como un buen orden social”, dice.
De acuerdo con los estándares establecidos por la ACSCh en 2006, la clase media en China abarcaría a los ciudadanos con unos ingresos anuales de entre 11.800 y 17.700 dólares. Sin embargo, en la actualidad la clase media en China sólo supone un 23 por ciento de la población.
“La desigualdad es la clave oculta tras la falta de oportunidades de las clases bajas en China para ascender socialmente”, afirma Gu Jun, de la Universidad de Shanghái. “Las personas que disfrutan de buenos recursos financieros y sociales pasarán también esas ventajas a la próxima generación. Los recursos sociales incluyen los relativos a la economía, la cultura y los recursos organizativos. En China, estos recursos están ahora concentrados en las manos de sólo unos pocos”, indica el profesor. “Si la brecha de la riqueza sigue aumentando, podría suponer un peligro para la estabilidad social de China”.
Ge Daoshun señala algunos obstáculos consagrados por el propio sistema, como el ‘hukou’ (empadronamiento o permiso de residencia permanente) o los sistemas de seguridad social y laboral, que fueron completamente olvidados en la era de la economía estatal planificada anterior a 1978, algo que también ha impedido la accesibilidad entre las clases sociales.
Los expertos sugieren que China debería profundizar las reformas e innovar las políticas en sectores como la distribución de los ingresos, educación, residencia y seguridad social para que la estructura social de clases se adapte a la nueva estructura económica.