Más vale maña que fuerza

In Noticias, Sociedad by PSTBS12378sxedeOPCH

Cuando China comenzó a abrirse al mundo exterior hace 30 años, los chinos que solicitaban trabajo en las empresas de capital extranjero aprendieron que tenían mayores posibilidades de lograrlo si contestaban a los cuestionarios laborales de la manera en que solía hacerse en esos casos en EEUU. (Por Chen Weihua).


Por ejemplo, un ingeniero chino que había operado máquinarias por 20 años habría dicho previamente con modestia: “sé un poco”, al preguntársele cuán familiarizado estaba con los equipos. Pero ése no es el modo estadounidense, el cual conlleva la respuesta de “muy bien”, con tono de plena confianza.

En las pasadas décadas, los conferencistas que exaltaban las motivaciones al estilo norteamericano y las escuelas concebidas de cara al exterior se popularizaron en el mundo corporativo chino, con lo cual se desarrolló un pensamiento positivo y una actitud resolutiva. Los libros sobre el tema también se han traducido al chino y se han convertido en éxitos de venta.

Algunos chinos podrían argumentar que la fábula local del viejo que removió montañas, que data de unos 2.500 años, es la fuente original para la actual actitud resolutiva de muchos connacionales.

 

Sin embargo, pocos chinos en los años 80, o de hecho, hace apenas algunos años, se habrían imaginado que los estadounidenses, desde empresarios a funcionarios estatales, calificarían algún día de resoluta la actitud de aquéllos.

 

De hecho, muchos estadounidenses apenas se creen la posibilidad de que la economía de China sobrepase a la de EEUU al cabo de 20 años. Todo, desde los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008 a los ferrocarriles de alta velocidad, a la industria fabril en constante ampliación y al ritmo a que China construye ciudades, evoca la sutuación de EEUU después de la Segunda Guerra Mundial, o del NuevaYork de principios de siglo XX, cuando se levantaron la mayor parte de sus rascacielos y la infraestructura de la ciudad.

 

Cuando entrevisté al presidente ejecutivo de la General Electric hace 10 años, éste me dijo que le habían ordenado terminar la fábrica de plástico de Shangai en 11 meses, porque el gigantesco Centro Internacional de Convenciones de Shanghai fue construido en apenas 13 meses.

 

La velocidad del crecimiento de Shanghai es un muestrario de la actitud resoluta china de los años 90, que a su vez siguió los pasos de Shenzhen en los 80, después de que la ciudad meridional se convirtiera en la primera zona económica especial del país.

 

La actitud de “poder es querer” está tan arraigada en China que en la última década se ha extendido literalmente a cada ciudad, condado.

En cuanto a EEU, esta actitud sigue presente en sus ciudandanos, pero la la actuación cada día más bipartisana de su política doméstica ha refrenado en gran medida la capacidad del país para acometer planes.

 

No en balde hoy muchos en EEUU esperan que la actitud resoluta de los chinos sirva en algún momento de modelo a la sociedad estadounidne.(Pueblo en Línea)

 

28/01/2011