Los cambios en la estructura económica de China, en particular su proceso de urbanización, ofrecerán oportunidades al resto del mundo, dijeron algunos conferenciantes durante sus intervenciones en el Foro Global Fortune 2013, que se está celebrando entre el 6 y el 8 de junio en Chengdu, capital de la provincia suroccidental china de Sichuan.

En una discusión mantenida hoy viernes en que se analizó la reforma económica de China, Dominic Barton, director de gestión global de McKinsey & Company, declaró que la urbanización es una fuerza subyacente de crecimiento para China que prácticamente no se ha visto interrumpida por incertidumbres económicas externas.

Según Barton, el país tiene una tasa de urbanización de casi el 52 por ciento, lo que sugiere un gran margen para un incremento futuro. De acuerdo con sus estimaciones, para el año 2050, 250 ciudades chinas aportarán el 29 por ciento del crecimiento económico mundial.

Una pujante población de clase media significa un cambio de estrategia para las corporaciones multinacionales que sondean el mercado chino.

«Los consumidores chinos se están volviendo mucho más entendidos y exigentes», apuntó durante el foro Alex Gorsky, director ejecutivo de Johnson & Johnson.

Gorsky hizo hincapié en que las compañías deben entender de verdad las necesidades del mercado chino si quieren ser competitivas allí.

A pesar de la perspectiva positiva, Henry Paulson Jr., antiguo secretario del Tesoro de Estados Unidos, dijo que siguen existiendo problemas de ineficiencia energética y contaminación a la hora de hablar de urbanización en China.

Además, la población migratoria continúa desabastecida en áreas como la asistencia sanitaria, los servicios sociales y la educación si se les compara con los residentes urbanos, algo que crea tanto problemas como oportunidades, en opinión de Paulson.

Gorsky se mostró de acuerdo con este comentario, y añadió que se estima que la población china mayores de 65 años superará a la población total de EEUU a no mucho tardar, y que se trata de un grupo demográfico que consume cinco veces más la asistencia sanitaria que en edades más tempranas.

Las compañías deben innovar de acuerdo con el envejecimiento de la población de China, no limitarse a copiar los sistemas utilizados en EEUU o Europa, continuó diciendo Gorsky.

En el foro se están analizando las oportunidades que China puede ofrecer al resto del mundo a medida que se produce su giro hacia una economía impulsada por el consumo y los servicios.

Stephen Roach, economista y ex presidente de Morgan Stanley Asia, declaró a Xinhua ayer jueves que la porción de los sectores chinos de consumo y servicios en su producto interior bruto (PIB) aún es muy por debajo de la del resto de las grandes potencias económicas, lo que crea grandes oportunidades para sus principales socios comerciales.

Según Roach, hasta 2025, se podría producir un crecimiento de entre cinco y seis billones de dólares en el sector servicios del país asiático.

El premier chino Li Keqiang se comprometió recientemente a acelerar el crecimiento de este sector y a impulsar su comercio, con el objetivo de satisfacer la creciente demanda interna, crear puestos de trabajo y optimizar la estructura económica.

Sin embargo, de acuerdo con Cai Hongbin, catedrático de la Escuela de Negocios Guanghua de la Universidad de Peking, se necesita tiempo para realizar transformaciones en una economía de tal tamaño.

Al tiempo que reconocía que el gobierno chino ha hecho un «diagnóstico correcto» de su economía, Paulson resaltó que el alcance y el momento de llevar a cabo las reformas son también factores importantes.

El ex funcionario estadounidense dijo que esperaba que la reforma financiera se produjera antes, ya que ésta es esencial para que se puedan dar las otras reformas.