BEIJING, 15 jun (Xinhua) -- La política de planificación familiar de China se ve desafiada por los ricos y famosos que quieren, y pueden, tener más de un hijo, advirtieron funcionarios y expertos de este país asiático.
Los ciudadanos ricos y famosos que violan la política han afectado la igualdad, e incluso la estabilidad social, informó el diario en inglés China Daily en su edición de hoy lunes, citando al ex-director de la Comisión Estatal de Planificación Familiar, Zhang Weiqing.
Muchas mujeres de la parte continental viajan a dar a luz en laRegión Administrativa Especial de Hong Kong, donde no rige la restricción, señalaron otros expertos.
Para hacer frente a estos retos, la Comisión Nacional de Población y Planificación Familiar está considerando una nueva política que impediría a los residentes tener un segundo bebé fuera de la parte continental.
«Debido a la creciente movilidad de los ciudadanos chinos, y a la transformación social derivada de la reforma y apertura que se inició en los años 70, cada vez es más difícil regular la política», dijo Zhang.
Alrededor de un quinto de las personas que violan las normas deplanificación familiar son habitantes urbanos, informó Zhai Zhenwu,profesor de sociología de la Universidad Popular de China, mientras que el resto son parejas rurales o trabajadores campesinos que emigran a las ciudades.
Dos años atrás, el gobierno chino elevó el monto de las multas para los infractores al equivalente a diez veces el ingreso anual per capita del área donde viven. La cantidad oscila entre 20.000 yuanes (2.925 dólares) en las zonas rurales y 200.000 en las grandes ciudades.
«Sin embargo, ese monto no significa mayor cosa para los ricos.Así que las autoridades tuvieron que emperzar a golpearles donde realmente les importa y afecta: su fama, su reputación, y su lugaren la sociedad», aseguró Zhai.
Las personas ricas y famosas que violaron la política perdieronla posibilidad de ser homenajeadas o recibir premios públicos. Además, las estrellas de la música no son invitadas a participar en espectáculos públicos ni en programas de televisión, y aquellosque derivan su poder económico de los negocios en el sector privado, están vetados para firmar contratos con el gobierno. Fin