Beijing, 14/10/2020 (El Pueblo en Línea) -Un nuevo punto de partida y un entorno más desafiante han estado impulsando a China para ajustar su patrón de crecimiento económico. La guerra comercial que Estados Unidos lanzó contra China hace más de dos años y la pandemia de COVID-19 han tenido fuertes impactos en la economía china. Sin embargo, la mayoría de los objetivos del XIII Plan Quinquenal (2016-20) probablemente se podrán alcanzar para finales de este año, excepto el crecimiento del PIB y el crecimiento de los ingresos de los hogares.
En comparación con los 8.000 dólares de hace cinco años, el PIB per cápita de China pudiera alcanzar los 10.400 dólares. Esto es muy significativo porque indica que el número de personas dentro del grupo de ingresos medios ya supera los 400 millones de individuos. Sin embargo, a pesar de que el plan quinquenal ha sido testigo de avances significativos en la reducción de la pobreza y las reformas estructurales del lado de la oferta, China se enfrenta ahora a mayores desafíos, especialmente desde el exterior.
Desafíos de las economías nacionales y mundiales
La pandemia COVID-19 ha arrastrado a la economía mundial a la recesión, ha exprimido el margen de macropolítica en la mayoría de las economías y ha aumentado la oposición a la globalización. Las tensiones sino-estadounidenses han ido escalando en todos los ámbitos, lo que ha llevado a restricciones tecnológicas estadounidenses más estrictas contra China, al aumento de la presión para el «desacoplamiento» y ha promovido la reestructuración acelerada de las cadenas de suministro.
A nivel nacional, el envejecimiento demográfico, una menor tasa de ahorro, un aumento del macro apalancamiento, los cuellos de botella tecnológicos y la baja eficiencia en algunas áreas siguen siendo vientos en contra para el crecimiento de China a largo plazo.
Teniendo en cuenta estos hechos, ¿qué se puede esperar del nuevo XIV Plan Quinquenal (2021-25)?
En comparación con el objetivo de crecimiento anual del 6,5 por ciento por encima del promedio establecido en el XIII Plan Quinquenal, nosotros (en el Grupo UBS) esperamos que el gobierno chino no fije una meta de crecimiento explícita o fije un objetivo de crecimiento más bajo y más flexible (por ejemplo, alrededor del 5 por ciento).
Es probable que el XIV Plan Quinquenal ponga énfasis en fomentar los cambios estructurales a nivel nacional y mejore la calidad del crecimiento, dentro de las líneas destacadas por el reciente patrón de desarrollo llamado «doble circulación» que fue presentado por el liderazgo del país.
Ambiciosa urbanización, probable objetivo de empleo
Esto significa que el XIV Plan Quinquenal podría establecer metas ambiciosas para la tasa de urbanización (probablemente otro aumento del 5 por ciento en el registro de hogares urbanos), nuevo crecimiento del empleo urbano (posiblemente otros 50 millones de puestos del 2021 al 2025), aumento de las cuotas de consumo y servicios, mejora de la red de seguridad social y mayor gasto en educación e investigación y desarrollo. Además, el próximo plan quinquenal pudiera seguir haciendo hincapié en la protección del medio ambiente y los controles de riesgos en los sectores financiero e inmobiliario.
También se espera que el nuevo plan quinquenal avance en el concepto económico dado a conocer como la «doble circulación», centrado en la economía nacional (o «circulación interna») y que tiene como objetivo integrarla con la economía mundial (o «circulación externa») que desarrolle nuevas ventajas para China dentro de la competencia mundial. Este principio pone un nuevo énfasis en el fomento de la urbanización, principalmente en el desarrollo de áreas metropolitanas y grupos de ciudades, flexibilizando las restricciones del registro local (hukou, en idioma chino), la continua inversión en infraestructura, las medidas para apoyar el empleo en las pequeñas y medianas empresas y el perfeccionamiento de la red de seguridad social y, por lo tanto, de las posibilidades de consumo.
También se requiere una mayor profundización de las reformas estructurales del lado de la oferta, a fin de ayudar a remodelar la oferta interna de bienes y servicios para satisfacer la demanda interna, así como para mejorar la productividad y la sostenibilidad. El objetivo de lograr una mayor tasa de urbanización del hukou y una mayor flexibilización de las restricciones al hukou significan un aumento de más de 80 millones de titulares urbanos en el período 2021-25.
En cuanto a la reforma agraria en curso, podría conducir a que más tierras rurales entren directamente en el mercado y aceleren el desarrollo del mercado de cambio de tierras. Por otra parte, una reforma más profunda de las empresas de propiedad estatal pudiera centrarse hacia una propiedad más mixta, desvinculando el capital del Estado de los sectores competitivos.
Además, como parte clave de la estrategia de la «doble circulación», estamos convencidos de que China durante los próximos cinco años abrirá aún más su economía. De hecho, en los últimos años y con el fin de equilibrar las condiciones de juego para los inversores extranjeros, China se ha abierto aún más al mundo exterior. Entre los pasos dados se incluyen una nueva Ley de Inversiones Extranjeras, la reducción de la «lista negativa», la eliminación de los límites de propiedad extranjera en las instituciones financieras, la supresión de las restricciones de contingentes de inversores institucionales extranjeros calificados y los inversores institucionales extranjeros calificados en renminbi, y la aplicación de programas de acciones y bonos.
Nueva apertura para atraer más inversión extranjera
De cara al futuro, esperamos que China siga abriendo los mercados internos para los inversores extranjeros en la mayoría de los sectores, acorte aún más la lista negativa y reduzca los aranceles de importación y los obstáculos no arancelarios. Estas medidas, junto con un gran mercado y de rápido crecimiento y los decentes diferenciales de rendimiento, deberían ayudar a atraer más inversión extranjera directa e inversión en cartera.
Más importante aún, en los próximos cinco años China probablemente seguirá siendo el principal motor del crecimiento del consumo mundial con un grupo de ingresos medios en expansión. Se espera que su consumo total alcance los 12 billones de dólares en 2025, casi 4 billones de dólares más que la cifra estimada en el 2020.
Además, es muy probable que la mejora del consumo continúe desarrollando el sector de los servicios, mejore su calidad, genere más gastos relacionados con la salud, promueva la superación personal y amplíe las compras en línea.
Es probable que China del 2.5 por ciento del PIB en 2020 (350-400 mil millones de dólares) suba al 3 por ciento en 2025 (600 a 650 mil millones de dólares) en inversión para la investigación y desarrollo y aumente aún más el gasto en educación y formación profesional.
A la luz de la presión del supuesto desacoplamiento y de las restricciones tecnológicas que impone Estados Unidos, China puede asignar más recursos a las áreas fundamentales de investigación, investigación fronteriza y cuellos de botella tecnológicos (por ejemplo, microprocesadores y semiconductores, programas de computación, maquinaria de precisión, productos químicos sofisticados, robótica avanzada y nuevos materiales). Asimismo, puede proteger aún más los derechos de la propiedad intelectual y ofrecer más incentivos a los investigadores de cara al mercado.
Además, el importante banco de talentos de China (alrededor de 8 millones de graduados universitarios anuales, de los cuales alrededor de 4 millones son especializaciones en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), el gran tamaño del mercado y un entorno regulatorio flexible debe ayudar al progreso tecnológico y acelerar la aplicación de los resultados del modelo I+D.
En el próximo plan quinquenal, esperamos que el gobierno apoye aún más la digitalización y las implicaciones conexas. La penetración en China de las ventas en línea puede aumentar aún más desde una proporción ya alta del 21 por ciento en 2019 al 25 por ciento. También crecerá rápidamente la prestación en línea del trabajo a distancia, la educación, la atención sanitaria y los servicios financieros.
Mayor atención a la «nueva infraestructura»
También es probable que el gobierno ayude a las corporaciones chinas para la transformación de su modelo de negocio, incorporando más servicios digitales mediante el aumento de «nueva infraestructura» (centros de datos, redes 5G, inteligencia artificial e internet de las cosas).
Y aunque la inversión anual definida oficialmente para la «nueva infraestructura» sigue siendo pequeña (alrededor de 1 billón de renminbi o 148.000 millones de dólares), esperamos que en los próximos cinco años, las inversiones relacionadas crezcan más rápidamente que la «vieja infraestructura.»