Durante el periodo, los residentes rurales más jóvenes evitaron el trabajo rural y partieron a las ciudades en busca de empleos mejor pagados. En consecuencia, buena parte de la tierra de faena agrícola fue atendida por mujeres o personas mayores o simplemente permaneció estéril.
Conforme la primavera se acerca, Yan Deyou y varios trabajadores agrícolas contratados se ocupan de arar vastas extensiones de tierra antes de plantar sus cosechas.
A diferencia de la mayoría de los propietarios rurales en China que poseen reducidas porciones de tierras arables, Yan, de 43 años, gerencia un parque agrícola moderno de 200 mu (unas 14 hectáreas) de tierra cultivable arrendada a sus vecinos.
«Conforme la granja crece, maquinaria pesada será utilizada en más tierra. El trabajo agrícola no será tan duro como antes», dijo Yan, un residente en Xiaogang, en Fengyang, de la oriental provincia de Anhui.
La operación de Yan es un agudo contraste con el modelo tradicional agrícola en Xiaogang, una expresión de las reformas rurales más recientes en China.
En 1978, 18 granjeros en Xiaogang firmaron un pacto para resistir el sistema agrícola igualitario. El acuerdo les permitió a los firmantes gerenciar la producción agrícola por su propia cuenta con base en un sistema de responsabilidad de propiedad familiar.
La práctica alentó el entusiasmo de los granjeros en el trabajo agrícola e impulsó la productividad del campo. Más tarde fue ampliado a través del país.
Pero desde finales de los 80s, China cambió su prioridad reformista a las áreas urbanas. En las décadas siguientes, las áreas rurales vieron un lento crecimiento y los granjeros dieron cuenta de bajos ingresos.
Durante el periodo, los residentes rurales más jóvenes evitaron el trabajo rural y partieron a las ciudades en busca de empleos mejor pagados. En consecuencia, buena parte de la tierra de faena agrícola fue atendida por mujeres o personas mayores o simplemente permaneció estéril.
El nuevo modelo de Yan recibió un impulso la semana pasada cuando el primer ministro, Li Keqiang, dijo en un informe de trabajo que el gobierno promoverá la agricultura moderna, guiará una transferencia ordenada de los derechos de uso de la tierra y ofrecerá subsidios para alentar la creación de extensos parques agrícolas.
Cuando vislumbra un escenario a través del vasto campo del país, Li Chengui, un ex investigador de políticas rurales en la Academia de Ciencias Sociales de China y ahora subdirector de la Comisión Municipal de Asuntos Rurales en Beijing, dijo que es previsible que emerjan vastas y modernas fincas agrícolas.
Los propietarios de granjas extensas necesitarán trabajadores extras antes de que acometan por sí mismos el trabajo en las fincas, dijo Li, también un miembro del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino.
La producción agrícola recibió otro impulso cuando el gobierno prometió promover un seguro agrícola y otras reformas financieras para ayudar a los agricultores a tener un acceso a créditos más sencillo.
Ma Xiguo, jefe de una cooperativa agrícola en el condado Lai’an de la provincia de Anhui, expresó su beneplácito por los esfuerzos del gobierno.
Necesitamos dinero para ampliar la producción. En el futuro tendremos más formas de créditos», dijo Ma.
Más granjeros grandes emergerán conforme la población rural más joven vaya a trabajar a las ciudades, dejando muchas villas desoladas, dijo Li Changping, presidente del Instituto de Diseño y Planeación del campo de China.
Se prevé eventualmente que desaparezca 60 por ciento de todas las villas en el país, 30 por ciento serán ciudades pequeñas y 10 por ciento se fusionarán a ciudades, dijo Li Changping.
Para el 60 por ciento, la agricultura moderna es una opción y para el 30 por ciento, el gobierno debería procurar acceso igualitario a la seguridad social, la educación y los servicios de salud, dijo Li Changping.
El gobierno central también está buscando derribar retos que surgen de la urbanización, vista como un nuevo motor de crecimiento económico.
Liu Li, un legislador de la Asemblea Popular Nacional, la máxima legislatura, dijo que «espero que un día las escuelas en el campo sean tan buenas como aquellas en ciudades y más hijos de granjeros, tengan la oportunidad de ingresar en las principales universidades».
«Espero que los residentes rurales no necesitarán ir a hospitales de las ciudades cuando busquen tratamientos médicos. Para los migrantes en ciudades, espero que puedan disfrutar de acceso igualitario a la seguridad social y otros servicios públicos», dijo Liu.
Sin un tratamiento igualitario, muchos migrantes regresarán eventualmente a sus pueblos natales. En ese tiempo podrían haberse convertido en ciudades fantasmas o villas con muchos problemas sociales, dijo Li Changping.
En su informe de trabajo, el primer ministro Li prometió lidiar con estas preocupaciones y satisfacer las expectativas.
China promoverá una nueva ruta orientada a la urbanización que confiere importancia a la protección ecológica y la herencia cultural, dijo.
El primer ministro prometió autorizar a los hijos de trabajadores migrantes ir a las escuelas en ciudades donde puedan trabajar y cubrir ese tipo de empleos con los mismos servicios públicos básicos.
El gobierno buscará suministrar una buena educación para que cada niño tenga una oportunidad de desarrollo igual.
A la fecha, decenas de millones de migrantes no tienen alternativas sino dejar a sus hijos en sus pueblos natales con sus abuelos. Esos niños que se quedan son víctimas de un tratamiento desigual entre el campo y las ciudades.
El primer ministro Li prometió de igual forma elevar los subsidios para los seguros médicos, construir mejores hospitales y un sistema de pensiones unificado para la población rural y urbana.
Zhang Wenxin, un vicegobernador del Condado de Xinbin en la provincia del noreste de China de Liaoning, respaldó la promesa del gobierno central de construir «villas hermosas».
Zhang dijo que la nueva política ayudaría a preservar las diversas tradiciones y culturas rurales, una diferencia de una política anterior de demoler villas y construir apartamentos en bloques.
«Las villas en el país tendrán más culturas diversas. Un día, habrá museos y cafeterías en ellas», dijo Zhang. Fi